L'opera offre una breve introduzione ad alcuni Padri della Chiesa, corredandola con un'antologia di testi scelti. Ciascun capitolo riproduce il modulo didattico di una lezione. La scelta di testi è stata fatta secondo una prospettiva esegetica, tentando di sottolineare essenzialmente gli aspetti biblici dei testi patristici che, pur rappresentando una naturale continuazione della Scrittura e spesso contemporanei ad essa, non sono entrati nel canone in quanto non ispirati. Si tratta, pertanto, di una scelta tematica, che è uno dei diversi modi di presentare questa materia. Come indicato nel titolo, quest'opera vuole essere un avvio che incoraggi lo studente ad approfondire la lettura dei testi patristici.
Queste pagine si propongono come continuazione dell'ampia trattazione di N. Cipriani, La retorica negli scrittori cristiani antichi: inuentio e dispositio (Roma 2013). Non sono un trattato teorico, bensì una guida per collegare fondo e forma nella loro vera natura: l'una richiama sempre l'altra, specialmente negli scritti dei Padri della Chiesa. La finalità che si persegue, quindi, è l'analisi del testo antico nella sua integralità. Abbiamo diviso il volume in due parti: L'Elocutio, con speciale attenzione ai Tropi e alle figure, ed abbiamo aggiunto alcuni testi per l'esercitazione; e le Clausole metriche, con un'introduzione alla prosodia e un prospetto storico del suo impiego. Si noterà subito la disomogeneità tra le due, ma questo era necessario perché esistono molti studi validi di retorica su cui approfondire l'argomento, mentre mancava una trattazione unita sulle clausole metriche. Si tratta di riprodurre la finalità che gli antichi diedero a questo aspetto: collegare la fine della frase con lo stile dell'autore. Il ricorso ai classici, specialmente Quintiliano e Cicerone, ci è sembrato molto utile per tentare di capire quale teorizzazione della retorica hanno appreso i Padri della Chiesa. Si impiegano, per tanto, le due vie della dottrina retorica: gli antichi, che dedicano spazio ai principi retorici, e i moderni, che possiedono più strumenti per approfondire questa teorizzazione. Gli esempi che costellano il libro sono tratti da Tertulliano, Cipriano e Agostino, ma anche da altri autori cristiani antichi, nonché alcuni presi dalla Bibbia: il testo della Vulgata può servire anche come modello per i Padri. Il volume termina con un'analisi stilistica del De testimonio animae di Tertulliano. Prendere in esame un'opera breve, come questa, nella sua integralità ci è sembrato il miglior modo di mettere in pratica quanto esposto precedentemente.
Spesso si parla dei primi cristiani come di un modello per i cristiani dei nostri giorni. Essi costituiscono un esempio di naturalezza, di testimonianza della fede, di vita ordinaria in famiglia e nel lavoro vissuta assieme alle persone della loro epoca. In questo volumetto l'autore illustra come si svolgeva un giorno ordinario nella Roma antica e come vivevano la fede quei primi discepoli di Gesù nell'ospitalità cristiana, nel riposo, nella liturgia, nella catechesi, nella solidarietà sociale, ecc. Il testo descrive anche gli antichi luoghi di culto e offre un ritratto speciale del ruolo della donna cristiana.
San Jerónimo es, entre los Padres de la Iglesia, una de las figuras más interesantes y dinámicas. En este comentario nos ofrece un sustancioso ensayo de su extraordinario genio. Es casi un compendio de doctrina, extraída de las Escrituras. Suscita mayor interés el hecho de que san Jerónimo se detiene preferentemente en los pasajes más escabrosos del Evangelio de san Marcos. Impresiona, sobre todo, la audacia de las imágenes y la original penetración en el sentido espiritual de las Escrituras. Excavando en cada una de las palabras, logra encontrar una riqueza insospechada. Hasta tal punto que interrumpe algunos de sus razonamientos para prevenir eventuales objeciones, diciendo: "¿Creéis que forzamos la Sagrada Escritura?", e indica que aquellos que se atienen sólo a las palabras "siguen la letra que mata, y no el espíritu que vivifica?. Y más adelante añade: "Todo lo que soy capaz de entender, no lo quiero entender sin Cristo, el Espíritu Santo y el Padre. Nada de ello puede serme agradable si no lo entiendo en la Trinidad que me ha de salvar". De ahí, de esa sabiduría, brota toda la luz de este comentario, enormemente precioso y moderno, con intuiciones excepcionales.
Introducción a algunos Padres de la Iglesia, con la ayuda de una antología de sus principales textos. La selección trata de subrayar los aspectos bíblicos de textos que suponen una continuación natural de la Escritura. A menudo se trata de textos contemporáneos al Nuevo Testamento, aunque no se les considere dentro del canon de libros inspirados incluidos en la Biblia.
Será de gran ayuda para el estudiante y para todo el que busque profundizar en autores como san Ignacio de Antioquía, san Justino, Tertuliano y Orígenes, san Atanasio, san Juan Crisóstomo, san Isidoro de Sevilla o san Agustín, entre otros.
Jerónimo Leal es profesor de Patrología en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz. Es doctor por el Instituto Patrístico Augustinianum de Roma, donde también desarrolla tareas docentes. Es autor de varios libros, como La antropología de Tertuliano; Tertuliano, a los paganos. El testimonio del alma; Actas latinas de los mártires africanos; Credibile... quia ineptum: Tertuliano y el problema de la interpretación, etc. Con Rialp ha publicado Los primeros cristianos en Roma.
A veces se habla de los primeros cristianos como un ejemplo adecuado para los cristianos corrientes de nuestros días: por su naturalidad, su testimonio de fe fuertemente contagiosa, su vida ordinaria en la familia y en el trabajo, como el resto de la gente de su tiempo... En este breve volumen el autor nos descubre cómo era un día corriente en la Roma antigua y cómo vivían su fe aquellos primeros seguidores de Jesucristo, llevando a cabo la hospitalidad cristiana, el trabajo propio de su condición, el descanso y la liturgia, la catequesis y la asistencia social, etc. El texto da a conocer cómo eran los lugares de culto, y dedica una mención especial al papel de la mujer cristiana.
Jerónimo Leal es profesor ordinario de Patrología y director del Departamento de Historia de la Iglesia en la Pontificia Università della Santa Croce (Roma). Colabora también, en calidad de invitado, con el Instituto Patrístico «Augustinianum». Entre sus publicaciones en castellano cabe destacar Tertuliano, A los paganos. El testimonio del alma y Actas latinas de mártires africanos (ambas publicadas por Ciudad Nueva).
Edición bilingüe promovida por la Orden de San Jerónimo.
En este volumen: Introducciones, traduccones y notas por Juan Bautista Valero.
El epistolario de san Jerónimo, que comprende un centenar y medio de cartas, constituye una clave imprescindible para acercarse a la interioridad del personaje. Las cartas son como una guía que invita y a la vez conduce a través de la experiencia íntima de alguien que, dirigiéndose a personas particulares, sabe dar a lo escrito el valor universal de lo privado. Por lo que respecta a los contenidos, Jerónimo cultiva cuatro campos fundamentales; el de la amistad, el exegético, el dogmático y el ascético.
Edición bilingüe promovida por la Orden de San Jerónimo. En este volumen: Introducciones, traducciones y notas por Juan Bautista Valero.
El epistolario de san Jerónimo, que comprende un centenar y medio de cartas, constituye una clave imprescindible para acercarse a la interioridad del personaje. Las cartas son como una guía que invita y a la vez conduce a través de la experiencia íntima de alguien que, dirigiéndose a personas particulares, sabe dar a lo escrito el valor universal de lo privado. Por lo que respecta a los contenidos, Jerónimo cultiva cuatro campos fundamentales; el de la amistad, el exegético, el dogmático y el ascético.
La obra consta de 14 vols. (Véase Plan general en pdf Complemento). ISBN o.c.: 978-84-7914-404-3
Edición bilingüe promovida por la Orden de San Jerónimo. Introducción general de Juan Bautista Valero. Traducción, introducción y notas de Mónica Marcos Celestino.
Las homilías de San Jerónimo que han llegado hasta nuestros días, y que este voluen ofrece al lector en edición bilingüe comentada, superan el centenar. La mayor parte de ellas versan sobre los salmos; unas cuantas tratan de pasajes evangélicos (en particular de San Marcos); algunas otras tienen por tema festividades como la Pascua o la Navidad; o bien la preparación de los monjes catecúmenos. Sin embargo, a pesar de su diversidad temática, todas ellas tienen una única finalidad: la formación de las almas hacia la práctica de las virtudes y de las obligaciones que sus oyentes tenían como monjes.
La obra consta de 14 vols. (Véase Plan general en pdf Complemento). ISBN o.c.: 978-84-7914-404-3.
Questo volume, nel quale si studia la metodologia tertullianea (dando a questo vocabolo tanto il senso oggettivo quanto quello soggettivo), nasce come il prodotto, e allo stesso tempo il completamento, di una serie di articoli precedentemente pubblicati e adesso rivisti, e da una nuova serie di considerazioni che vedono la luce per la prima volta. A Tertulliano si attribuisce l'espressione 'credo quia absurdum", che in realtà non compare in nessuno dei suoi scritti conservati. Invece, vi si trova l'espressione "credibile... quia ineptum", che dà il titolo a questo studio e che è analizzata alla fine queste pagine. In primo luogo si impostano le questioni fondamentali: il linguaggio (cap. 1), come passo imprescindibile dell'ermeneutica; le fonti (cap. 2); l'uso della ragione (cap. 3); la filosofia (capp. 4 e 5); gli elementi propri del ragionamento cristiano: la regola Fidei (cap. 6), elemento di guida del pensiero tertullianeo; l'esegesi (capp. 7 e 8); le questioni storiche (capp. 9-11). Per la filosofia e per l'esegesi si è suddivisa la ricerca in due capitoli: il primo teorico, il secondo più pratico. Come conclusione, ci si sofferma sui due testi che sembrano essere stati, lungo la storia della critica, i più dibattuti e pertanto all'origine di interpretazioni di senso completamente opposto.
erónimo Nadal entró en la Compañía en noviembre de 1545, fue formado directamente por Ignacio, y asimiló su espíritu hasta tal punto que según el P. Juan de Polanco no podría encontrarse otro que le aventajara en ello.
El mismo Ignacio requirió su ayuda en la redacción de las Constituciones y −también según testimonio de Polanco− para que las leyese y las anotase con todo lo que le viniese en mente. En 1553 lo envía a España y Portugal para que las explique a las nacientes comunidades.
Este encargo lo repetirán tanto Diego Laínez como Francisco de Borja y se prolongará para alcanzar hasta la totalidad de las comunidades jesuitas de Europa. Se ha calculado que no hubo jesuita en Europa con el que en aquellos años Nadal no se hubiera entrevistado una o dos veces. De manera que influyó más en la formación de los jóvenes de la Compañía, que el mismo Ignacio, al que no habían visto nunca, o cualquier otro de los primeros compañeros, de modo que puede justamente ser considerado como el segundo Fundador de la Compañía de Jesús.
En todas las comunidades que Nadal visitaba dejaba innumerables instrucciones, necesariamente particularistas y temporales. Otra cosa eran las pláticas, en las que no sólo exponía las Constituciones sino que iba confirmando lo dicho con hechos de la vida de Ignacio, muchos de ellos sólo por Nadal conocidos como confidente que fue de Ignacio.
En el presente volumen se recogen esas pláticas (prácticamente todas las que nos han llegado) con las que instruyó a los jesuitas de toda Europa durante los 35 años de su vida en la Compañía (1545 – 1580) y que constituyen la expresión más autorizada del espíritu de las Constituciones.
Edición bilingüe promovida por la Orden de San Jerónimo. Introducción, texto latino, traducción, notas e índices de Manuel-Antonio Marcos Casquero y Mónica Marcos Celestino.
El presente volumen incluye los comentarios de san Jerónimo a cuatro epístolas de san Pablo: a los Gálatas, a los Efesios, a Tito y a Filemón. Supuestamente escritos en pocos meses a partir del verano del año 386, lo fueron a instancias de sus dos entrañables discípulas, Paula y Eustoquia, aunque hay también otros alicientes que explican el interés exegético de Jerónimo por los textos paulinos. Sin embargo, después de estos comentarios no volvió a dedicarle ninguna monografía al Apóstol