La filosofía no tiene por qué ser algo alejado del arte de vivir. Eso es lo que sugiere André Comte-Sponville en este libro, una obra maestra que no pretende dar lecciones de moral, sino ayudar a cada uno a convertirse en dueño de sí mismo, en su único juez. El objetivo es ser más humano, más fuerte, más bondadoso. El bien sólo existe en la pluralidad de las acciones buenas y de las buenas intenciones, designadas por la tradición con el nombre de “virtudes”. La virtud es nuestra forma de ser y de actuar humanamente, es decir, nuestra capacidad de actuar bien. Toda virtud es una cumbre entre dos vicios, la cresta de una montaña entre dos abismos: así, la valentía se halla entre la cobardía y la temeridad, la suavidad entre la cólera y la apatía. Y de este modo, desde la urbanidad hasta el amor.
Efectivamente, esta época nos depara demasiados ejemplos de las consecuencias de la falta de ética en las conductas de muchas personas con responsabilidades políticas y sociales. Y es preciso recordar que la ética “sirve”, entre otras cosas, para abaratar costes en dinero y sufrimiento en aquello que está en nuestras manos lograr, en aquello que sí depende de nosotros. Y también para aprender, entre otras muchas cosas, que es más prudente cooperar que buscar el máximo beneficio individual caiga quien caiga.
Ninguna sociedad puede funcionar si sus miembros no mantienen una actitud ética. Ni ningún país puede salir de la crisis si las conductas antiéticas de sus ciudadanos y políticos siguen proliferando con toda impunidad. Este libro nos recuerda que ahora, más que nunca, necesitamos la ética.
El presente volumen recoge doce introducciones que constituyen unainiciación, una especie de puerta de acceso, entre muchas otrasposibles, a la filosofía. Pero, tras su lectura, es el lector quiendebe descubrir por sí mismo las obras, algo que habrá que hacer tardeo temprano, y confeccionar, si así lo desea, su propia antología.Veinticinco siglos de filosofía constituyen un tesoro inagotable.
Se recogen en este volumen ocho textos de H.G. Gadamer procedentes del octavo tomo de sus obras completas, cuyo título original es Kunst als Aussage, esto es, «el arte como enunciado o declaración». Tratan todos ellos acerca del lenguaje como «palabra» creadora, es decir, como arte y, a un tiempo, como verdad.
La obra de Gadamer se alza casi a tanta altura como la de su mentor, Martin Heidegger, y, en el panorama de la filosofía alemana de la segunda mitad del siglo, destaca con un programa de investigación, la hermenéutica filosófica, que el autor expuso sistemáticamente en la célebre Verdad y método (1960), toda una visión de la filosofía, un conjunto de propuestas para la solución de problemas filosóficos y, a la vez, una interpretación de la cultura y la defensa normativa de un neohumanismo basado en la escritura, la lectura y el diálogo.
Todos estos elementos pueden reconocerse en los textos aquí presentados, pero sobre todo resulta visible el Gadamer humanista, el defensor de la cultura literaria y artística en convivencia con el mundo científico-técnico que parece dominar la civilización actual: un gran «testigo del siglo», como le llamó Emilio Lladó.
En estas páginas el lector encontrará una moral laica, una espiritualidad sin Dios, una concepción de la ciudadanía no partidista y verdaderamente activa, y un humanismo (desesperado) aplicados al amor, la muerte, la familia, el empleo, el racismo y el capitalismo.
El placer de vivir, de André Comte-Sponville, reúne 101 artículos breves, publicados en diversos medios a lo largo de veinte años, que permiten acercar los principales ejes de su pensamiento a todos los públicos. Así, pasamos del escrito argumentado sobre Montaigne, a los comentarios sagaces y humorísticos sobre la Navidad, la moda y las vacaciones.
Este libro es el itinerario personal de un pensador que nos ofrece, tal como le vienen a la mente, los pensamientos que le inspira el mundo en el que vive.
El estilo sobrio y claro de estos textos rehúye cualquier tecnicismo y su lectura proporciona un auténtico placer. Siempre inteligente y eficaz, Comte-Sponville consigue que el lector penetre en los secretos de la cotidianeidad, poniendo a su alcance las cuestiones fundamentales de la filosofía.
El ser humano es vulnerable y, a menudo, debe su supervivencia a los demás. La dependencia de otras personas resulta evidente durante la primera infancia y la vejez. Aparte de eso, la vida de las personas se halla en ocasiones caracterizada, entre esas dos etapas, por lesiones o enfermedades que en algunos casos pueden producir la discapacitación total. A lo largo de su historia, la filosofía de la moral en Occidente no ha prestado la suficiente atención a la vulnerabilidad y dependencia del ser humano. Se ha contemplado a los principales agentes morales como sujetos racionales y saludables. Se ha pensado en los discapacitados como "ellos" en lugar de como "nosotros". En esta obra original y fascinante, MacIntyre no sólo corrige ciertos tópicos de filósofos precedentes y contemporáneos, sino también sus propios prejuicios al respecto, al tiempo que defiende tres conjuntos de ideas: las semejanzas y rasgos comunes con miembros de otras especies animales inteligentes (como el delfín); la importancia de las "virtudes del reconocimiento de la dependencia", así como de la autonomía; y la incapacidad del Estado-Nación moderno y la familia moderna a la hora de crear el tipo de asociación política y social capaz de conservar y transmitir determinadas virtudes.
Alasdair MacIntyre (Glasgow, 1929), filósofo y sociólogo inglés, profesor de sociología, enseñó en diversas universidades como en las de Essex (Inglaterra) y Vanderbilt (Estados Unidos). Es el O'Brien Senior Research Professor of Philosophy en la Universidad de Notre Dame. Dedicado principalmente a la filosofía y sociología de la moral, entre sus títulos destacan Tres versiones rivales de la ética. Enciclopedia, Genealogía y Tradición (1992) y Justicia y racionalidad (1994).
Condensada y selectiva, esta historia de la filosofía moral permite al lector situar los textos de ética en una perspectiva histórica, desde la generación homérica hasta los debates anglosajones contemporáneos. De este modo, el libro se ocupa de la mayoría de tipos y escuelas de la ética occidental: de los sofistas, de Sócrates y Platón, a la moderna filosofía moral, pasando por la ética de Aristóteles y la ética griega en general; el cristianismo, Lutero, Maquiavelo, Hobbes y Spinoza; las ideas británicas y francesas del siglo XVIII; Kant, Hegel y Marx; Kierkegaard y Nietzsche; los reformadores, los utilitaristas, los idealistas, etc. Una obra que ofrece al estudiante y al lector en general la base histórica y la perspectiva esenciales para una lectura inteligente de los textos fundamentales de la ética.