Este extraordinario doctor de la Iglesia sigue diciendo mucho al hombre de hoy. Sus cartas transmiten sabiduría, sentido común y sentido sobrenatural. Sencillas y profundas, llenas de ingenio y simpatía, conmovedoras muchas veces, no solo hablan al destinatario, sino que dejan ver el alma del escritor, en diálogo vivo con Cristo. Mostrándola en su intimidad, como sin querer y con franqueza, anima a los lectores a andar por el camino de la contemplación y de la alegría de quien ha visto al Señor.
La presente edición contiene una acertada selección del epistolario del maestro san Juan de Ávila. La versión realizada actualiza el lenguaje propio del siglo XVI, manteniendo fielmente su frescura y permitiendo al lector de hoy no familiarizado con el estilo de la época, recoger, junto con la doctrina, el sabor de una lengua que tan maravillosamente cultivaron los escritores del Siglo de Oro de nuestras letras.
«El autor recoge en este libro el tesoro de su larga experiencia de Ejercicios practicados bajo la guía de directores expertos y de Ejercicios dados por él en tierras españolas e hispanoamericanas. Los Ejercicios espirituales ignacianos no se predican, sino que se dan. No están concebidos para convertir a un pecador. Hay movimientos beneméritos en la Iglesia que pretenden provocar la conversión, pienso en los “Cursillos de Cristiandad”. Los Ejercicios ignacianos pretenden una maduración espiritual. Y así los desarrolla el autor. El autor no hace de predicador o maestro de cátedra reduciéndose a manejar conceptos preciosos (“no el mucho saber harta y satisface al alma, sino gustar de las cosas internamente”). Sus meditaciones de la vida de Cristo no son simplemente exposición magisterial de comentarios evangélicos científicos, sino que acompaña al que se ejercita en las vías del Espíritu, con un estilo continuamente dialogal y cercano, distinguiendo las mociones que en el alma se causan, conocimiento interno, sentimientos internos. A toda esa tarea se puede llamar oportunamente “operación”, no en sentido de intervención quirúrgica, sino en sentido de trabajo intensivo» (Luis M.ª Mendizábal).
Estas reflexiones, impartidas privadamente en el monasterio carmelitano de la autora, se publican ahora con sencillez, en tono divulgativo, levemente adaptadas al transcribir el texto, y sin más pretensión que ofrecer lo que entiende que puede servir de ayuda a un creyente o, al menos, a alguien abierto a la fe. Están lanzadas con el corazón, desde el deseo ardiente de amar al Padre como Jesús lo ama. El amor a la voluntad del Padre es el alimento de Jesús y lo que de verdad llena su Corazón de Hijo. Y eso es sustancial para los que viven entregados y consagrados a anunciar los planes y latidos del Corazón de Cristo. Jesús es el Señor, el Redentor, pero ante todo es el Hijo del Padre. De ahí estas reflexiones: por el deseo de conocer más y más a aquel que ocupa y llena el Corazón del Hijo, el deseo de asomarnos y conocer al Abba de Jesús.
M. Olga María del Redentor, cscj (Lejona, Vizcaya, 1970), ingresó en el monasterio de las Carmelitas Descalzas de Medina de Rioseco (Valladolid) en 1988 e hizo su Profesión Solemne en 1992. En 2005 se trasladó, junto con toda su comunidad, a Valladolid, donde ha permanecido once años totalmente volcada a la vivencia y profundización de la espiritualidad del Sagrado Corazón de Jesús. Actualmente su antigua comunidad de Carmelitas Descalzas ha pasado a ser una comunidad fundacional de una nueva congregación religiosa: Carmelitas Samaritanas del Corazón de Jesús, de la que continúa siendo priora. Este nuevo instituto se halla presente en Viana de Cega (Valladolid) y Valdediós (Villaviciosa, Asturias). La Madre Olga María ha publicado un puñado de libros vivenciales y testimoniales, y su presencia en las redes sociales tiene el único fin de evangelizar y gritar al mundo que Dios nos ama con Corazón de Hombre.
"En esta biografía, es el propio cardenal en persona quien habla de sí y presenta, con humildad y sencillez, su visión del mundo, de la fe, de la vida". "Hoy hay muchos que consideran a Tagle uno de los cardenales más cercanos al estilo y al magisterio del actual papa Francisco, como se desprende de los numerosos cargos que el apa le ha asignado. Y esto no sorprende: tanto en su modo de hacer como en sus palabras, se nota en él la misma sencillez y afabilidad en las relaciones con quienes le rodean que hemos aprendido a apreciar en el papa Francisco".
«Está formado el libro por pequeñas piezas literarias que pueden ser leídas sin conexión con la anterior o la siguiente. Son reflexiones a partir de un acontecimiento, una convivencia o un encuentro; aldabonazos espirituales de anuncio o denuncia; interpelaciones o llamadas a la esperanza en que se siente concernido el lector: a veces son confidencias atrevidas que brotan del alma del autor; en ocasiones son una especie de himnos o salmos, de súplicas ardientes y de vibrante acción de gracias a Dios. Por los datos que contienen los pequeños escritos se puede de alguna forma seguir el hilo histórico desde el año 1988 hasta el 2014. Los une la historia creyente del autor y del Camino Neocatecumenal más que el desarrollo temático, aunque aparecen dispersos muchos contenidos del carisma específico. Es una historia llena de gozos y de sufrimientos; se transparenta la lucha del autor por llevar adelante con fidelidad el encargo recibido de Dios» († Mons. Ricardo Blázquez Pérez, Cardenal Arzobispo de Valladolid).
Kiko Argüello (Francisco José Gómez Argüello Wirtz), natural de León, 1939, iniciador del Camino Neocatecumenal, junto con la española Carmen Hernández y el sacerdote italiano Mario Pezzi. Fue designado consultor del Pontificio Consejo para los Laicos en 1993 por Juan Pablo II, y confirmado por los papas posteriores. En 2011 fue nombrado consultor del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización.
¡Si conocieras el don de Dios! Así se dirige Jesucristo a la mujer de Samaría, junto al pozo de Sicar. Quien conoce ese don, lo conoce todo. La existencia cristiana no consiste en realizar esfuerzos tensos e inquietos, sino en acoger el don de Dios. El cristianismo no es una religión del esfuerzo, sino de la gracia divina. Ser cristiano no es cumplir una lista de cosas que hay que hacer, sino acoger, mediante la fe, el don que se nos ofrece gratuitamente. Jacques Philippe, con ese telón de fondo, trata así de la apertura al Espíritu Santo, la oración, la libertad interior, la paz de corazón, etc., invitando a los lectores ?a anticipar la Pentecostés de amor y misericordia que Dios desea derramar sobre nuestro mundo?.
«Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?» es el grito desgarrador con el que culmina la vida terrena de Jesús. En la cruz se siente abandonado no solo por los hombres, sino también por su Padre celestial: un misterio abismal, una realidad tan inaudita, que ha quedado olvidada durante siglos por la cristiandad.
Chiara Lubich se tropezó con Jesús abandonado en 1944. Fue como si Él le dijese: «He esperado veinte siglos para revelarme a ti. Si no me amas tú, ¿quién me amará?». Y quiso hacer de Él el Ideal de su vida, ir a consolarlo y abrazarlo en los muchos dolores de la vida, suyos y de la humanidad. Jesús es el Hombre-Dios que, en su infinito abandono, se hace radicalmente pobre para estar al alcance de todos; es la llave de la unidad, «el Dios de nuestro tiempo», que abraza y da sentido con su «¿por qué?» a los interrogantes, las ansias y los dramas de la humanidad de hoy.
A través de cartas, meditaciones, apuntes de diario, etc., este libro revisa el pensamiento de Chiara desde la perspectiva de Jesús abandonado, uno de los 12 puntos de su espiritualidad y su principal pilar de sustentación junto con la unidad.
Chiara Lubich (1920-2008) es una figura carismática conocida por su acción infatigable a favor de la unidad y de la paz. El espíritu del Movimiento de los Focolares, por ella fundado, está difundido en todo el mundo y es compartido por cristianos de varias Iglesias, fieles de otras religiones y personas de convicciones no religiosas.
En medio del bullicio de nuestro tiempo, son muchas las personas que sienten la necesidad de liberarse de su ruidoso ajetreo y encontrar la tranquilidad. A otros, en cambio, el silencio les resulta arduo y penoso.
Los monjes, tan dados al silencio, no hablan apasionadamente del mismo. El apasionarse es siempre un síntoma de que se han proyectado demasiados deseos inconscientes en un objeto. En los escritos monásticos se habla con mucha sobriedad del silencio, que nunca es definido como el único medio del camino espiritual, sino que es contemplado siempre en relación con todos los demás medios con los que el monje ha de familiarizarse: la oración, la meditación, la dirección espiritual, el trabajo, el ayuno, la limosna, el amor al hermano y la práctica de la hospitalidad. El silencio como camino espiritual consta de tres fases: el encuentro consigo mismo, el desprendimiento o liberación, y la unidad con Dios y con uno mismo.
El silencio es más que ausencia de palabras. Es una premisa para el cambio personal y, al mismo tiempo, un primer paso a lo largo del camino interior. Con ayuda del silencio, el ser humano accede a sí mismo, a la oración, y al diálogo con Dios.
BIOGRAFÍA
ANSELM GRÜN, nacido en 1945, monje y administrador de la abadía benedictina de Münsterschwarzach, es acompañante y consejero espiritual de muchas personas y uno de los autores cristianos más leídos de la actualidad.
Las emociones nos dinamizan. Nos ponen en movimiento y modelan no solo nuestra interioridad, sino también nuestra conducta y nuestra relación con el mundo y con los demás.
Al mismo tiempo, las emociones son ambivalentes. No suelen ser claras e inequívocas. Pueden avasallarnos y paralizarnos, o pueden estimularnos a emprender algo. Muchas veces no somos capaces de entenderlas acertadamente, pero necesitamos comprenderlas para clarificarlas y transformarlas. De ese modo suscitarán en nosotros un dinamismo que nos impulsará para trabajar por un mundo y un futuro mejores para todos.
«Al leer mis palabras sobre las emociones vas a entrar en relación contigo mismo: vas a descubrir tus propios sentimientos y emociones y, con ello, vas a explorar tu interior. Vas a leer también algo sobre tu propia persona. Tal vez lo que yo escribo no se corresponda siempre con tu autopercepción personal. Si así fuera, mis ideas serían una invitación a que formules con tus propias palabras tus emociones personales» (Anselm Grün).
ANSELM GRÜN, doctor en teología y administrador de la abadía de Münsterschwarzach, es uno de los maestros espirituales más apreciados en la actualidad. Las ediciones de sus libros, traducidos a más de veinte lenguas, alcanzan millones de ejemplares. Sal Terrae, que ha publicado más de sesenta obras suyas, es su editorial de referencia en lengua española.
Este libro del cardenal Martini, recoge aquellas figuras convertidas en «maestros del espíritu» a las que dedicó atención a lo largo de sus escritos. Gregorio Magno, Francisco de Asís, Catalina de Siena, Ignacio de Loyola, Edith Stein...guías para los cristianos en tiempos difíciles como los actuales.
«Nuestra generación está atravesando un desierto [...] en el que la gente se siente cansada, inquieta, agitada, desmotivada, neurotizada, frustrada, perdida, porque no ve el sentido de la vida diaria y la vive con poco gusto y menos ganas. Es un desierto hecho de ausencia de Dios, de secularización». Estas palabras de Martini pronunciadas hace 20 años cobran sentido hoy y este libro recoge aquellas figuras convertidas en «maestros del espíritu» a las que dedicó atención a lo largo de sus escritos. Gregorio Magno, Francisco de Asís, Catalina de Siena, Ignacio de Loyola, Edith Stein...guías para los cristianos en tiempos difíciles como los actuales.
BIOGRAFÍA
CARLO MARIA MARTINI (1927-2012), arzobispo de Milán desde 1980 hasta 2002, fue nombrado cardenal en 1983. Jesuita y biblista mundialmente reconocido, fue rector del Pontificio Instituto Bíblico y de la Pontificia Universidad Gregoriana. Su reflexión teológica y su actividad pastoral constituyen un punto de referencia para creyentes y no creyentes, para cristianos de toda confesión y para judíos.: Donde la maternidad se vuelve canto. Apuntes para una teología de la maternidad (2006) y La desnudez de Dios (2007).
Quedo a la espera de su atenta respuesta. Se equivocaría quien pensase que Teresa de Calcuta no tiene más interés que el de ser una heroína entre leprosos y miserables. Madre Teresa tiene mucho que decir al mundo, a la humanidad. La vida de Teresa es un altavoz que reproduce con energía el potente grito de Jesús de Nazaret: «¡Amaos los unos a los otros!». Lo que más necesita el hombre es amar y ser amado; y esta necesidad del hombre se toca con la necesidad de Dios.La voz de esta pequeña monja suena casi acusadora: el amor es el gran olvidado en nuestro mundo.Teresa de Calcuta recuerda que el amor solo existe encarnado: aquí, ahora, en lo poco, en este servicio, a esta persona. Y todo esto solo es posible sabiendo que en cualquiera «servimos a Jesús». El mundo ha acogido con alegría a Madre Teresa porque tenía necesidad de la frescura y autenticidad de esta enseñanza de Jesús de Nazaret.