El 4 de diciembre de 1963, el Concilio Vaticano II daba luz verde a la constitución Sacrosanctum Concilium, que contenía las líneas maestras de una reforma general de la liturgia romana, cuya finalidad era llevar al pueblos de Dios a lo que es “la fuente primaria y necesaria en la que han de beber los fieles el espíritu verdaderamente cristiano”.
Fiel a las indicaciones conciliares, la Sede Apostólica fue publicando uno tras otro los libros renovados: el Misal, el Leccionario, el Pontificial, el ritual, el Bendicional, la Liturgia de las Horas... Gracias a ello pastores y fieles tienen al alcance de la mano textos y ritos venerados o de nueva creación de gran belleza literaria y riquísimo contenido doctrinal.
Aunque se ha recorrido ya un buen trecho del camino, no ha perdido vigencia el anhelo conciliar de que los cristianos comprendan bien los ritos y oraciones de las diversas celebraciones litúrgicas: la eucaristía y demás sacramentos. Contribuir de alguna manera, a este apasionante reto es el fin propuesto al editar este libro, en los albores del tercer milenio cristiano y se inserta en el magno proyecto de la nueva evangelización
Versión castellana del "Handbook of Prayers" publicado en los Estados Unidos por Midwest Theological Forum. Este libro es una recopilación de las oraciones y devociones que pueden ayudar a hablar con Dios de una manera confiada e íntima. La mayoría de los textos son tradicionales y están fundamentados en la piedad de la Comunión de los Santos. Algunos son fruto de la meditación de San Josemaría Escrivá de Balaguer y de sus homilías ya publicadas.
Como señala el Card. Cañizares en el Prefacio, la publicación de este libro "coincide con el cincuenta aniversario de la promulgación de la constitución Sacrosanctum Concilium, efeméride que reclama un sereno examen de conciencia y que alienta a un nuevo y necesario impulso espiritual: hemos de volver a considerar la liturgia como acción comunitaria de la Iglesia, que descubra las riquezas de la renovación litúrgica y lea los cambios introducidos por el Concilio dentro de la unidad que caracteriza el desarrollo histórico del rito mismo, sin introducir rupturas artificiosas".
Al mismo tiempo, el título del libro Con la mirada puesta en Dios es, en palabras de Mons. Marini, "altamente significativo porque... En esta mirada contemplativa, capaz de adoración y de adhesión, se descubre la más auténtica participación litúrgica, entendida como ingreso personal y comunitario en los santos misterios del Señor a los que conformar nuestra propia existencia".
Juan José Silvestre Valor (Alcoy 1973), licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia (1996) y en Historia de la Iglesia por la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (2004). Doctor en Liturgia por el Pontificio Istituto Liturgico Sant'Anselmo de Roma (2007) con una tesis sobre la Teología litúrgica de Louis Bouyer. Ordenado sacerdote en 2004, es Profesor de Teología Litúrgica en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma) desde 2005. Consultor del Ufficio Celebrazioni Liturgiche del Sommo Pontefice hasta 2013, en la actualidad es Consultor de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
Con ocasión del Jubileo del año 2000, desde diferentes partes se subrayó esta paradoja: mientras nosotros los católicos celebramos la “plenitud” del tiempo, la sociedad sufre por una desgarradora percepción de “vacío” del tiempo…
Los padres, los educadores, los trabajadores de la comunicación, los responsables de la sociedad no pueden subestimar estos datos, que revelan la presencia en el corazón humano de una necesidad primaria de luz que dé sentido al tiempo de la vida, haciendo de ella una aventura bella y por tanto digna de ser vivida: ¡y esta luz, digámoslo sin presunción pero también sin titubeo, es la religión!
El cardenal Comastri se hace eco de esta imperiosa necesidad de la sociedad actual, y con su estilo amable y cercano ilumina las más señaladas festividades religiosas del año aportando un sentido nuevo o sencillamente recuperando el olvidado.
Las homilías recogidas en este volumen son un humilde intento de diálogo con el hombre de hoy, partiendo de la Palabra de Dios: ésta sigue siendo maravillosamente joven en medio del huir del tiempo y es capaz de irradiar luz en el camino del hombre contemporáneo.
Los sacramentos contemplados a la luz de la gracia por la que Dios nos hace ofrenda de su amor. Y que, al mismo tiempo, nos hacen vivir la vida cristiana desde la donación de la caridad. Dionisio Borobio García (Soria, 1938) es sacerdote de la diócesis de Bilbao. Estudió en la Universidad Gregoriana de Roma, en el Instituto Litúrgico de San Anselmo de Roma, y en la Universidad de Tréveris (Alemania). Es licenciado en filosofía por la Universidad Complutense de Madrid, y doctor en Teología, especializado en la materia de Sacramentos. Ha sido profesor de la Universidad de Deusto (Bilbao) y catedrático de Liturgia y Sacramentos en la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca. Sus publicaciones son muy numerosas, tanto en libros como en artículos, sobre liturgia, pastoral sacramental y catequética, y también sobre temas relacionados con la familia. Colaborador del Centro de Pastoral Litúrgica de Barcelona, es miembro del consejo de redacción de la revista Phase", y ha publicado, en la colección Biblioteca Litúrgica, Los ministerios en la comunidad (1999), Cultura, fe, sacramento (2002) y Catecumenado e iniciación cristiana (2007).
El Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía son los tres sacramentos a través de los que el cristiano queda plenamente configurado como tal. Por eso reciben el nombre de Sacramentos de la Iniciación Cristiana. Este libro ofrece una cuidadosa y precisa presentación de los tres, sintetizando en primer lugar lo que los sacramentos en su conjunto significan en la vida eclesial, y repasando luego, de cada uno de ellos, el testimonio bíblico, la evolución histórica, la reflexión teológica que se ha ido desarrollando a lo largo de los siglos y la experiencia litúrgica, para llegar así a la elaboración de una completa presentación sistemática de su sentido. Un manual imprescindible para todo creyente que quiera profundizar en este campo tan fundamental de nuestra fe. Jaume Fontbona i Missé (Arenys de Munt, Barcelona, 1958) es presbítero de la diócesis de Barcelona. Doctor en Teología, es profesor de la Facultad de Teología de Cataluña, presidente del Centre de Pastoral Litúrgica de Barcelona y director de la revista Phase y de la colección Biblioteca Litúrgica. Al mismo tiempo, lleva a cabo una amplia actividad pastoral en los movimientos evangelizadores de Acción Católica.
Al celebrar la Semana Santa, no solo recordamos que Jesucristo murió y resucitó por nosotros y para nuestra salvación, sino que lo hacemos presente en un espacio y en un tiempo preciso. Ante tal representación es preciso ser actores y no espectadores, esto significa entender y comprender lo que estamos celebrando. A este propósito sirven estas páginas.
«El poder de perdonar los pecados que Cristo tenía en exclusiva (solo Dios perdona los pecados, cf. Mc 2,7) y que concedió a los apóstoles y a sus sucesores (Jn 20,23) para que pudieran perdonarlos en su nombre, es un don inimaginable, porque Dios, cuando perdona, no solo perdona, sino que olvida. Y no solo olvida, sino que nos recrea porque perdona con su poder creador, devolviéndonos la dignidad que tuvimos de niños».
José Antonio Sayés, doctor en Teología por la Universidad Gregoriana (Roma) y profesor de Teología fundamental en la Facultad de Teología de Burgos, es autor de numerosos li­bros, entre los que destacan Señor y Cristo (2005), Teología y relativismo (2007), Teolo­gía fundamental (32009), La gracia de Cristo (2010) y ¿Por qué creo? (2013).
El bautizado experimenta una íntima fractura debida al pecado en el que incurre cuando se deja arrastrar por seducciones que, antes que plenificarle, le esclavizan. Se alza, entonces, desde su conciencia el gemido que busca una restauración que sane su fragilidad congénita. Ahí es donde puede acontecer el signo sagrado de la Reconciliación rehaciéndole en su ser sinfónico. Al cristiano que sufre un grave decaimiento en su salud, y que, en medio de su experiencia de la Cruz, ejerce su sacerdocio bautismal en la entrega de sí mismo, Cristo le visita con la ternura de la santa Unción: a través de ella, el Eterno ilumina de esperanza el sufrimiento humano, transfigurado por el sufrimiento de quien es Vencedor porque es Víctima.