Edición íntegra de la primera Encíclica del papa Francisco
El propio Papa Francisco nos hace una presentación de su primera encíclica Lumen fidei: "Estas consideraciones sobre la fe, en línea con todo lo que el Magisterio de la Iglesia ha declarado sobre esta virtud teologal, pretenden sumarse a lo que el Papa Benedicto XVI ha escrito en las Cartas encíclicas sobre la caridad y la esperanza. Él ya había completado prácticamente una primera redacción de esta Carta encíclica sobre la fe. Se lo agradezco de corazón y, en la fraternidad de Cristo, asumo su precioso trabajo, añadiendo al texto algunas aportaciones. El Sucesor de Pedro, ayer, hoy y siempre, está llamado a "confirmar a sus hermanos" en el inconmensurable tesoro de la fe, que Dios da como luz sobre el camino de todo hombre" (n. 7).
¿Todos los caminos conducen a Roma? La historia de Jorge Mario Bergoglio parece confirmarlo aun a su pesar. El suyo fue un sendero angosto, el que transita la gente más humilde, el sendero de la sencillez, de la austeridad, del amor y de la denuncia. Por allí sólo se puede avanzar a pie. Bergoglio decidió recorrerlo con tesón y amor incondicionales hasta que descubrió con asombro que sus pasos lo habían guiado por el camino que desembocaba en Roma.
Nunca había soñado con ser papa. Tras la renuncia de Benedicto XVI viajó a Roma convencido de que regresaría a sus actividades en su querida Buenos Aires pocos días después. Pero la historia se le cruzó en el camino.
Francisco cuenta la vida del hombre que hoy ocupa el trono de Pedro. Un niño que nació en un barrio porteño de gente trabajadora y que creció bajo el mandato familiar de los inmigrantes: estudiar para lograr el ascenso social. Un joven que cuando decidió ser cura tuvo que enfrentarse al disgusto de su madre, que quería que fuera médico. Un hombre que se formó durante catorce años entre los jesuitas mientras aprendía a superar los obstáculos que se presentaban en su camino. La enfermedad y las disputas internas de la Iglesia rompieron varios de sus anhelos y de sus proyectos, pero supo vivir esos episodios como pruebas impuestas por Dios.
Así se forjó su corazón de pastor, así se enamoró de la gente, de los desposeídos, y comenzó a soñar con una Iglesia pobre para los pobres, con un Evangelio vivo en las calles. Así, recorriendo el sendero de los humildes, Francisco llegó hasta Roma.
El Cardenal nos orienta en el camino de la humildad y del amor.
Su vigencia es actual y nos sigue cuestionando más allá de cualquier frontera. Porque la voz profética no tiene tiempo y es siempre actual y renovada.
Un artículo que el entonces Arzobispo de Buenos Aires, publicara en 1991 y que se reedita en el tiempo de Adviento del año 2005 bajo nuestro sello Editorial. En el prólogo el actual Papa Francisco, explica la necesidad de esta reedición: “ en las reuniones con organismos arquidiocesanos y civiles de nuestra ciudad aparece con frecuencia, casi constantemente, el tema de la corrupción como una de las realidades habituales de la vida".
En 1991 Argentina vivía una década económica ficticia, en un contexto social decaído por el derrumbe de la Industria Nacional y una política corrupta y narcisista. El mapa de la corrupción era visiblemente escandalizador, pero el presunto bienestar económico colaboraba en el silencio cómplice de algunas voces.
La Conferencia Episcopal Argentina declara con voz profética que “existe una corrupción generalizada”. En este contexto, el Cardenal Jorge Bergoglio, elabora esta reflexión clara y breve, realizando una sutil diferencia entre pecado y corrupción, aplicable a toda la vida del ser humano y no sólo a una realidad puntual, aunque ésta haya sido la que dio origen e inspiración a este artículo.
“La corrupción, más que perdonada, debe ser curada”
“Cuando algo empieza a oler mal es porque existe un corazón encerrado a presión entre su propia suficiencia inmanente y la incapacidad real de autobastarse; hay un corazón podrido por la excesiva adhesión a un tesoro que lo ha copado”.
“El corrupto no conoce la fraternidad o la amistad, sino la complicidad. (…)
Por ejemplo, cuando un corrupto está en el ejercicio del poder, implicará siempre a otros en su propia corrupción”.
“En el núcleo mismo del juicio que hace un corrupto se instala una mentira, una mentira a la vida, una mentira metafísica al ser que, con el tiempo, se volverá contra quien la hace.
En el plano moral esto es evitado, por los corruptos, proyectando su propia maldad en otros”.
El Cardenal ha dividido en capítulos su trabajo, que anticipan un análisis decidido del inquietante tema: "Método", "La inmanencia", "Aparentar", "Comparar", "De la comparación al juicio", "Y del juicio a la desfachatez", "Triunfalismo", "Mirando al tiempo de Jesús" y "La corrupción del religioso".
Nuestro actual papa Francisco advierte que la cotidianeidad espiritual es una forma de corrupción también para los hombres y mujeres consagrados, a quienes alerta para alejarse de la mediocridad y la tibieza. En el libro recurre a abundantes referencias bíblicas para constatar que el corazón no quiere problemas, tampoco entre los religiosos.
Hoy vuelve a reiterar, como Papa, esta misma idea cuando nos dice: "En la Iglesia hay lugar para pecadores, no para corruptos" ( homilía de la Misa celebrada en la Casa Santa Marta 3. de junio 2013)
El pensamiento y las enseñanzas del cardenal Jorge Bergoglio, desde la clave del servicio: “Hacer por los otros y para los otros”.
resentamos aquí cuatro retiros espirituales predicados por el cardenal Jorge Mario Bergoglio, dirigidos a laicos comprometidos, religiosos, diáconos y sacerdotes. Cuatro ocasiones para retirarse, reflexionar sobre la propia vida a la luz de la Palabra de Dios y descubrir su presencia en la vida cotidiana.
“El mismo Señor nos recomienda estar atentos. Él me busca. No busca al boleo sino a cada uno y según el corazón de cada uno. La vigilancia es el esfuerzo para encontrar la sabiduría de saber discernirlo y encontrarlo. A veces el Señor pasa al lado nuestro y no lo vemos o, de tanto “conocerlo”, no lo reconocemos. Nuestra vigilancia es oración que nos hace retenerlo cuando él pase”.
Todos deseamos el encuentro con Cristo, pero el ajetreo cotidiano nos impide a veces retirarnos muchos días, un momento, descubrir la misericordia de Dios y meditar en su presencia. Aquí el Cardenal nos brinda cuatro escritos, el primero comienza por el acercamiento de Jesús a nuestra vida, por que “Él me busca”, el segundo encuentro tiene “como hilo conductor “la meditación sobre la Epifanía, el misterio de la manifestación del Señor, la tercera parte nos habla de la Iglesia desde el Apocalipsis en las cartas dirigidas a las siete Iglesias y finalmente la oración desde nuestra cotidianeidad, haciéndose carne en nuestra vida.
El prólogo, escrito por Mons. José María Arancedo arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, realiza una acertada y esclarecedora síntesis a modo de presentación: “Estamos ante una obra de un contenido profundo y siempre actual, pero de simple y agradable lectura, que busca involucrar al lector en un camino de reflexión espiritual orientada a elevar su vida” A modo de anécdota además agrega ...Recuerdo, y esto es algo testimonial, que una vez le pregunté por sus vacaciones, qué hacía en el mes de enero en Buenos Aires, a dónde iba. Recuerdo que me respondió que se quedaba en la curia y que descansaba rezando y leyendo (releyendo) a los clásicos. Su respuesta me sorprendió pero me sirvió, y he tratado de ponerla en práctica. Cuánto hemos perdido culturalmente en la ruptura con lo clásico. Esta pequeña confidencia que me he permito recordar, explica su buen manejo del idioma como la belleza de su prosa. Lo estético forma parte de la fe cristiana, ella tiene su fuente e inspiración en Dios...
Autor
Nació en Buenos Aires, el 17 de diciembre de 1936. Egresó de la escuela secundaria industrial con el título de técnico químico. A los 21 años (en 1958) decidió convertirse en sacerdote. Ingresó en el seminario del barrio Villa Devoto, como novicio de la orden jesuita. Fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969 y Superior Provincial de la orden desde 1973 hasta 1979.
Luego de una gran actividad como sacerdote y profesor de teología, fue consagrado obispo titular de Auca el 20 de mayo de 1992, para ejercer como uno de los cuatro obispos auxiliares de Buenos Aires. Tomó finalmente el cargo de arzobispo de Buenos Aires el 28 de febrero de 1998.
Durante el consistorio del año 21 de febrero de 2001, el papa Juan Pablo II lo creó Cardenal del título de S. Roberto Bellarmino. Además se constituyó en el primado de la República Argentina, resultando así el superior jerárquico de la Iglesia Católica de este país. Su Lema Episcopal es miserando atque eligendo, cuya interpretación se encuentra explicitada en el texto de San Beda el Venerable (homilía 21): Jesús vio a un hombre, llamado Mateo, sentado ante la mesa de cobro de los impuestos, y le dijo: "Sígueme". Lo vio más con la mirada interna de su amor que con los ojos corporales. Jesús vio al publicano, y lo vio con misericordia y eligiéndolo, (miserando atque eligendo), y le dijo Sígueme, "Sígueme", que quiere decir: "Imítame". Le dijo "Sígueme", más que con sus pasos, con su modo de obrar. Porque, quien dice que está siempre en Cristo debe andar de continuo como él anduvo.
Todos los mensajes del Papa. Reportaje gráfico a todo color, homilías, biografías, crónicas y testimonios inéditos. El 13 de marzo de 2013 el Cardenal Bergoglio se convertía en el primer Romano Pontífice americano de la historia de la Iglesia. Tomaba, por primera vez, el nombre de San Francisco de Asís; y es el primer Papa que pertenece a la Compañía de Jesús. La noticia -que supuso una auténtica sorpresa- vino acompañada, días después, de gestos y comportamientos que reflejaban la personalidad del nuevo Papa: piedad profunda, cercanía, ternura, sencillez... Este libro sale a la calle con la frescura de este importante acontecimiento. En estas páginas se ha querido dar a conocer los hitos más importantes de su vida; se incluye una extensa y vibrante crónica de los primeros días de su pontificado, además de los discursos y homilías más importantes desde el 19 de marzo hasta el Domingo de Resurrección. Pero, sobre todo, los editores aspiran y desean que, fruto de la lectura de los valiosos testimonios en primera persona que se recogen en su interior y de la contemplación de las fotos de este libro, los lectores experimenten una cercanía mayor hacia el Papa, y aumenten -si cabe- el cariño por la figura del Santo Padre. En estas páginas podrá encontrar: o Una semblanza del Papa Francisco. o La crónica del inicio del Pontificado. o Los discursos y homilías desde su elección hasta el Domingo de Pascua. o Testimonios en primera persona de: - Mons. Mariano Fazio, vicario regional del Opus Dei en Argentina. - Federico Wals, portavoz del Arzobispado de Buenos Aires. - Juan Pablo Cannata, periodista. - Pedro Carlos Velasco, capellán del Colegio Buen Suceso (Buenos Aires).
Este libro recoge una serie de conversaciones emitidas por televisión en las que intervinieron, junto al actual papa Francisco, el rabino Abraham Skorka, rector del Seminario Rabínico Latinoamericano, con quien comparte una larga amistad de casi veinte años, y el doctor Marcelo Figueroa, miembro de la Iglesia presbiteriana San Andrés y ex presidente de las Sociedades Bíblicas de Argentina. Estas interesantes conversaciones, en las que se abordan temas de «diálogo interreligioso» en tomo a la fe y la razón, la dignidad, la oración y la solidaridad, permiten acceder a algunas de las grandes intuiciones del nuevo Pontífice sobre diversos temas sustanciales.
La fumata blanca que el 13 de marzo de 2013 apareció sobre el techo de la Capilla Sixtina auguraba una sorpresa que conmovió a la cristiandad y al mundo. El nuevo papa, que no había entrado en las quinielas ni de los más conspicuos vaticanistas, no era italiano, ni siquiera europeo. El sustituto de Benedicto XVI era el jesuita argentino Jorge Bergoglio, de 76 años, que ya había sido candidato al anillo de San Pedro justamente en el cónclave que eligió como máximo rector de la Iglesia Católica al teólogo alemán Joseph Ratzinger. El cardenal Bergoglio, ahora el papa Francisco, primer pontífice latinoamericano, ha desatado una ola de profunda simpatía con sus primeras comparecencias, refractarias al protocolo intocable a que nos tenía acostumbrados el Vaticano, y ha abierto una expectativa de cambio y regeneración en la Iglesia que muchos estaban esperando. Pero, más allá de estos gestos y de este nuevo estilo abierto, ¿quién es Jorge Bergoglio?, ¿cuál es su verdadera historia?, ¿cuáles son los hitos de su dilatada hoja de servicios a la Iglesia?, ¿fue o no fue adecuada su actuación frente a la cruel dictadura argentina?, ¿cómo y por qué un argentino y jesuita ha logrado ocupar la silla de Pedro, por primera vez en 2.000 años?, ¿cuáles son sus planes para la Iglesia del siglo XXI? Estas y otras cuestiones pondrá en claro el autor de esta primera gran biografía de Francisco, el papa del pueblo.
En este libro recogemos las catequesis de Francisco sobre la esperanza cristiana, dadas entre el 7 de diciembre de 2016 y el 25 de octubre de 2017.
Con su estilo cercano, Francisco anima al pueblo de Dios a dar razón de la esperanza «no solo con palabras, sino sobre todo con el testimonio de la vida. Si Cristo está vivo y vive en nuestro corazón, debemos dejar que se haga visible y que actúe en nosotros. Esto significa que el Señor Jesús debe convertirse cada vez más en nuestro modelo de vida». «El Espíritu Santo –dice Bergoglio–nos hace capaces no solo de tener esperanza, sino también de ser sembradores de esperanza, de ser paráclitos, es decir, consoladores y defensores de los hermanos, sembradores de esperanza».