Todas las instituciones, incluso aquellas que están bien dirigidas y gozan de buena salud económica y reputacional, pueden sufrir crisis: empresas públicas y privadas, organizaciones sin ánimo de lucro, partidos políticos y sindicatos, instituciones culturales o religiosas… Nadie es inmune.
Las universidades no son la excepción: en los últimos años, universidades antiguas y jóvenes se han visto afectadas por accidentes con víctimas, catástrofes naturales, controversias relacionadas con la libertad de expresión y de cátedra, mal gobierno corporativo, plagios, acoso sexual y un largo etcétera.
En la mayoría de esos casos, el perjuicio económico ascendió a millones de euros, dejaron heridas profundas en las relaciones con profesores, estudiantes y antiguos, y la recuperación no requirió meses sino años. Tres motivos relevantes para que rectores, decanos y autoridades educativas dediquen atención a cómo actuar en una crisis y, sobre todo, a cómo prevenirlas.
Este libro ofrece tres instrumentos para la mejora de la actividad de gobierno y de comunicación en instituciones de educación superior: casos de estudio, buenas prácticas de prevención y de gestión, y un modelo de manual que oriente la respuesta institucional en caso de crisis.
La colección de casos refleja de manera elocuente que son muchos los riesgos que amenazan a una institución universitaria, y pretende incentivar el deseo de prepararse para enfrentarse a esos desafíos. A continuación, se sistematizan las enseñanzas de esos casos y de otros muchos en quince buenas prácticas, para antes de la crisis (prevención), durante la crisis (gestión) y después de la crisis (recuperación). La tercera parte ofrece un guion para que cualquier universidad pueda hacer su manual de crisis por su cuenta, adaptado a sus circunstancias, o bien confiarlo a expertos, pero con un encargo bien preciso, que ahorre tiempo y dinero.
La comunicaciòn corporativa opera en un entorno cada vez màs complejo y exigente. Las presiones desde el entorno de la organizaciòn implican nuevas rendiciones de cuentas, compromiso con los grupos de interés, aumento del cinismo pùblico y un nuevo ecosistema comunicativo. Internamente, también aumenta la presion por demostrar el retorno de la inversion, junto a requerimientos para entrenar y aconsejar a los directivos expuestos a estas presiones del entorno.
Este contexto requiere profesionales capaces de articular y demostrar claramente cuàl es su contribuciòn a la generaciòn de valor. Este Libro presenta un marco de trabajo para poder hacerlo, asì como una lista de las capacidades esenciales que deben adquirir y demostrar aquellos profesionales que quieran situarse en las esferas màs influyentes de cualquier organizaciòn.
Se trata de un texto breve; perfecto para quienes aspiran a mejorar la pràctica profesìonal, MBAs y otros programas de posgrados, especialmente para aquellos estudiantes y profesionales que desean perseguir una carrera exitosa, capaces de trabajar estrategicamente en la alta direcciòn de organizaciones excelentes.
nmersos como estamos en un mundo digital del que aún no imaginamos ni de lejos cuánto ha de cambiar nuestra cultura y nuestras sociedades, el autor trata de descubrir cuáles son las mejores coordenadas que la Iglesia tiene a su disposición para anunciar la buena noticia, buscando sin descanso el cobalto de la comunicación, es decir, la fórmula, el tono, el modo de comunicar el Evangelio que responda a la novedad permanente del lenguaje de la fe y al no menos cambiante código de esta cultura global
Fin dai tempi di Alberto Cavallari che intervistò per il Corriere della Sera l'allora Papa Paolo VI, ancora oggi il massimo delle aspirazioni per un giornalista resta "sentire" l'opinione di un Papa. Con il moltiplicarsi dei viaggi pontifici poi, si è anche sviluppata una sorta di intervista collettiva favorita anche dal fatto che un buon numero di giornalisti "accreditati" fa il viaggio sullo stesso volo del Pontefice. Il presente volume raccoglie in ordine cronologico le interviste rivolte a papa Francesco e riconosciute e pubblicate come tali su L'Osservatore Romano e da altre testate. Le interviste nel loro insieme rivelano la ricchezza del messaggio di Papa Francesco, la sua attenzione ai bambini, ai giovani, agli anziani; la misericordia e la tenerezza di Dio; la sua passione per la gente, l'incontro ed il dialogo interreligioso.
Con este cuarto volumen, la colección «Crónica Blanca» de la Editorial Ciudad Nueva responde por fin a uno de sus principales objetivos: ofrecer la reflexión de una nueva generación de comunicadores que quieren re-pensar y re-actuar un nuevo periodismo de rostro humano, capaz de ofrecer la «crónica blanca» de la actualidad, de ser «voz de los sin voz» y no olvidar cuál es la gran noticia de todos los tiempos: el acontecimiento cristiano.Esteban Pittaro, excepcional ejemplo de esta nueva generación, doctor en periodismo, profesor y periodista en ejercicio, nos ofrece en este libro las claves de un giro prometedor, a la vez introspectivo y prospectivo, para la comprensión y el ejercicio de la información religiosa. Y lo hace en línea y a la vanguardia de la reflexión sobre información religiosa de los papas contemporáneos. Para mostrar el interés por la lectura de este libro, me sirvo de una peculiar definición de la información religiosa de otro joven periodista, Álvaro Real: «La información religiosa no es la que cuenta lo que los hombres dicen de Dios, sino más bien la que cuenta lo que Dios dice a través de los hombres».
Motores de búsqueda, teléfonos inteligentes, aplicaciones, redes sociales: la tecnología digital ha entrado en nuestra vida cotidiana no solo como una herramienta externa que simplifica la comunicación y la relación con el mundo, sino como un espacio antropológico nuevo que cambia nuestra forma de pensar y de conocer la realidad, así como las relaciones humanas.
¿Toca la revolución digital de alguna manera la fe? ¿Cómo debe pensar y enunciar el cristianismo este nuevo paisaje? Según Spadaro, es momento de considerar la posibilidad de una ciberteología, entendida como comprensión de la fe —intellectus fidei— en tiempos de la red. No se trata de buscar nuevos instrumentos de evangelización o de emprender una reflexión sociológica sobre la religiosidad en la red, sino de encontrar puntos de contacto y de interacción fructífera con el pensamiento cristiano. El objetivo es «no detenerse ante los prodigios de la técnica […] evitar la ingenuidad de creer que [las tecnologías] están a nuestra disposición sin que modifiquen en absoluto nuestro modo de percibir la realidad. La tarea de la Iglesia, como la de todas las distintas comunidades eclesiales, es acompañar al hombre en su camino, y la red forma parte integrante del recorrido humano de un modo irreversible».
Esta obra es parte de un ecosistema de reflexiones en el que conviven pontífices como Juan Pablo II y Benedicto XVI, teólogos como Tomás de Aquino y Teilhard de Chardin, poetas como Walt Whitman y T. S. Eliot, el jazz, Marshall McLuhan y la ética hacker. Spadaro ha buscado socializar el debate con el blog Cyberteologia.it, la página en Facebook Cybertheology, una cuenta en Twitter (@antoniospadaro) y otras iniciativas.
En El Cairo, unos islamistas han atacado a los fieles que salían de los oficios en la catedral de San Marcos, lanzando piedras y cócteles molotov desde lo alto de los edificios vecinos. Las fuerzas del orden presentes no han intervenido.
En Irak, un granjero cristiano es secuestrado. El rescate supone 60.000 dólares. Sus captores le han dado a elegir: si él y su familia se convierten al islam, no tendrá que pagar… Y pagó.
En Gojra, Pakistán, mientras una multitud histérica pretenden linchar a los cristianos que huyen de sus casas incendiadas, muchas familias musulmanas les ofrecen la suya como refugio, arriesgando así sus vidas.
Doscientos millones de cristianos –uno de cada seis- carecen de libertad para practicar su fe. Son perseguidos, discriminados y, algunos de ellos, asesinados. Creer en Dios supone un riesgo, a veces muy alto, pero hay muchas razones para la esperanza.
Marc Fromager dirige Ayuda a la Iglesia Necesitada en Francia. Nació en Nouméa y es padre de seis hijos. Es redactor jefe de la revista L’Église dans le Monde, autor de numerosos artículos sobre los cristianos perseguidos, cronista en emisoras de radio y conferenciante sobre asuntos relacionados con la presencia de la Iglesia en el mundo.
El hombre mediático es un saltimbanqui. Picotea información paseando por las redes sociales. Lee opiniones dubitativas en blogs digitales y prensa convencional, escucha las voces en ráfagas de la radio y curiosea el mosaico triturado del espectáculo audiovisual. Vive el ecosistema del tardoperiodismo en que se busca el entretenimiento, el esgrima de las ideas encrespadas, la contextualización del cotilleo. Atrapado en la opacidad de una telaraña que reconstruye la realidad con los cohetes multicolores del simulacro, está perplejo o domesticado. Se comunica sincrónicamente, sin tiempo reflexivo, ubicado en un espacio sin distancias. Vive en el ciberespacio y la blogesfera, inmerso en la interactividad e hipertextualidad, olvidando que no es lo mismo información que comunicación, que sin periodistas no hay periodismo y que el proceso de encapsulamiento de los medios es irreversible.
«Es un error escribir sobre alguien con quien no se ha compartido al menos un tramo de la vida.» Es uno de los temas centrales de Los cínicos no sirven para este oficio, un libro «conversado» sobre el trabajo del periodista, sobre sus dificultades y sus reglas, sobre la responsabilidad de los intelectuales que, hoy en día, se dedican a la información. ¿Cómo contar la pobreza, el hambre, las guerras? ¿Es imprescindible tener motivaciones éticas para ser un buen periodista? ¿Qué relación existe entre realidad y narración? ¿Cómo moverse entre la investigación de la verdad y los condicionamientos del poder? El libro incluye una entrevista de A. Semplici con el escritor acerca de los acontecimientos que llevaron a la emancipación de África del dominio colonial, y un diálogo con el narrador y crítico de arte John Berger sobre el «ver, comprender y contar».