La palabra «diaconía» no es corriente en español. No obstante, tiende a caracterizar una dimensión esencial de la vida cristiana subrayada actualmente por nuestras Iglesias. Una primera parte del presente Cuaderno (capítulos 1 a 3) amplía las necesarias definiciones de las palabras para una reflexión sobre las consecuencias concretas de la doble salvación narrada por las Escrituras: el fin de la servidumbre en Egipto según la Torá, por una parte; y el don de la vida en Cristo según Pablo, por otra. La segunda parte (capítulos 4 a 7) invita a leer cuatro textos fundamentales, de géneros muy diferentes, donde brilla la figura de Cristo servidor: 2 Corintios 8-9, Marcos 10,35-45, Hechos 6,1-7 y Juan 13,1-30.
Las relaciones hombre/mujer son actualmente una cuestión debatida. La Biblia, en particular el Antiguo Testamento, ofrece respuestas. Se resumen en tres palabras y una fórmula: «amor», «fecundidad», «alianza» y «metáfora nupcial». Desde las primeras páginas de la Biblia a las de la Sabiduría encontramos a Adán y Eva y los amantes del Cantar de los Cantares, Abrahán y Sara, David y Betsabé, Oseas y Gómer, etc. Sus historias, frecuentemente felices, a veces escandalosas, nos ayudan a comprender, el uno por el otro, a la pareja hombre/mujer y la pareja Dios/Israel.
Traducir la Biblia. «Traducción/traición», se oye decir con frecuencia. Pero, ¿cómo puede entrar un lector no biblingüe en las obras de Shakespeare, de Dante o de Dostoievski? ¿Cómo podría un creyente, judío o cristiano, escuchar la verdad de la Palabra de Dios en las Sagradas Escrituras si no sabe hebreo y griego? Una primera reflexión sobre el diálogo de las lenguas lleva a señalar los puntos fuertes de las traducciones antiguas (Setenta, Vulgata, Lutero) y a hacer un breve repaso de las principales ediciones en español. El «taller del traductor» se abre entonces a las grandes cuestiones del paso entre la lengua fuente y la lengua término, a las relaciones entre el texto y el «paratexto», a la comunidad de lectura que se establece.
Desde el siglo XVII, la investigación crítica sobre la Biblia no ha dejado de interesarse por el Pentateuco, su contenido, sus paradojas y su historia. Ha elaborado muchas hipótesis de composición, rechazándolas unas tras otras. ¿Dónde nos encontramos ahora? Después de presentar los desarrollos más recientes y las adquisiciones de los trabajos contemporáneos, este Cuaderno ofrece algunas claves para entrar en la teología de un texto fundacional cuya influencia ha sido decisiva en el Nuevo Testamento.
Al abrir el libro de "plegarias bíblicas" nos encontramos con textos humanos, hechos de carne y de sangre, "espejos de nuestras rebeldías y nuestras fidelidades". Son plegarias de hombres que se encuentran con su Dios, que se enfrentan con El en todas sus pasiones y todas sus miserias. Y entramos en la plegaria de todo un pueblo. La autora nos invita a entrar guiados por ella.
He aquí once obras literarias producidas por la sociedad judaica mientras se elaboran los escritos del Nuevo Testamento. Están puestas bajo la autoridad de grandes profetas (Elías, Isaías, Jeremías, Baruc, Ezequiel, Sofonías) o de sabios (Esdras, Job, Salomón). Junto con las obras presentadas en el CB n. 152 constituyen la “cultura a priori del primer cristianismo”.
He aquí trece obras literarias surgidas del judaísmo entre el siglo III o II a. C. y el II d. C. No se conservaron en la Biblia judía, pero son como el mantillo del Nuevo Testamento. Hablan de (o hacen hablar a) Adán y Eva, Henoc, Abrahán, Moisés, etc., figuras ilustres de los tiempos fundacionales mencionados en el Pentateuco. Demasiado ignorados por el gran público, estos numerosos escritos se nos ofrecen como firmes caminos de acceso tanto a la literatura del judaísmo antiguo como a la cultura escrita de las Iglesias cristianas, desde la Antigüedad hasta la Edad Media, y desde Oriente a Occidente
76. La violencia en la BibliaGuerras, asesinatos, personas sacrificadas: esta violencia que se considera típica del Antiguo Testamento, no está ausente del Nuevo, ni de nuestra actualidad de cada día, como demuestran nuestros periódicos. La Biblia ilumina elocuentemente los caminos de la violencia en Israel, esos caminos que convergen hacia el calvario, desde donde Jesús nos llama a otra violencia: la del amor.
Las cartas de Pablo reflejan sus apasionadas relaciones con las comunidades griegas. Una teología de la Iglesia se construye al hilo de sus situaciones. En una relectura de las cartas a los Gálatas, a los Tesalonicenses y a los Corintios (del propio Pablo), y después de las cartas a los Colosenses y a los Efesios (redactadas por sus discípulos), destacan elementos cuya actualidad no escapará a nadie: llamada de Dios, comunidad cuya vida es modelo para los paganos, reunión en torno a la palabra de la cruz, nociones de “templo” de Dios, “cuerpo” de Cristo animado por el Espíritu Santo...