En nuestra época domina más la impaciencia por tener que la paciencia de ser. Y sin embargo, aquel que lo «tiene» todo no necesariamente «es» el más importante. En este sentido, aunque la metafísica se interesa por las cuestiones reales, más aún lo hace por la profundidad de nuestros pensamientos y de nuestras decisiones, es decir, por el «ser».
Las páginas de este libro muestran que, incluso en las comunicaciones más anodinas, toda persona se guía por paradigmas propios que suelen pasarnos desapercibidos. El término «ser» expresa tales paradigmas; su sentido revela ante todo la libertad y la diversidad, el don, su acogida y su respuesta. Por otra parte, el «ser» pone de relieve la aceptación de los unos y los otros. Así, la analogía, como tema central de la metafísica, se explica a partir de este marco de la comunicación libre, donde tiene lugar el «ser del lenguaje».
En todo caso, el «ser» no es simple fruto del acuerdo alcanzado entre las personas. Los seres humanos viven juntos porque ello les ha sido dado como don previamente. Los trascendentales de la metafísica (la unidad, la bondad, la verdad, el bien, y la santidad) significan este don y constituyen el «lenguaje del ser».
«Insight» es la obra maestra de Bernard Lonergan. Su propósito es ayudar a comprender lo que es comprender, destacando el momento en el que el lector singular descubre gozosamente que por fin algo se hace claro y comprensible para él. «Insight» se ocupa de los grandes temas de la epistemología, pero ante todo persigue el autodescubrimiento de las capacidades cognoscitivas del propio lector.
Para Lonergan un acto de intelección (insight) sobre lo que es un acto de intelección es la fuente de las ideas claras y distintas. Este «insight» añade a lo meramente dado una unificación explicativa (organización), una filosofía. Más aún, permite unificar y organizar lo que es conocido en las matemáticas, en las ciencias y en el sentido común; es, por tanto, la base de una metafísica verificable.
I. El acto de intelección en cuanto actividad: 1. Los elementos; 2. Las estructuras heurísticas del método empírico; 3. Los cánones del método empírico; 4. La complementariedad de las investigaciones clásicas y estadísticas; 5. El espacio y el tiempo; 6. El sentido común y el sujeto; 7. El sentido común en cuanto objeto; 8. Las cosas; 9. La noción del juicio; 10. La comprensión refleja.
II. El acto de intelección en cuanto conocimiento: 11. La autoafirmación del sujeto cognoscente; 12. La noción del ser; 13. La noción de la objetividad; 14. El método de la metafísica; 15. Los elementos; 16. La metafísica en cuanto ciencia; 17. la metafísica en cuanto dialéctica; 18. La posibilidad de la ética;
19. El conocimiento trascendente general; 20. El conocimiento trascendente especial.
En filosofía, ni se puede retroceder a antes de Heidegger ni es posible dar por buena su barbarie. La ardua tarea del filósofo consiste en aprovechar para la nueva filosofía lo que aquél no ha logrado integrar sabiamente en su enseñanza y que sigue vivo y lleno de porvenir en Platón, Descartes, Husserl y, desde luego, en el monoteísmo bíblico, entendido como fuente de sentido para la razón.
Lo primero a recuperar es el nombre mismo del tema central del pensamiento y de la vida espiritual entera: el ser humano (no el Dasein o el Ultrahombre). Pero sucede que la responsabilidad y el afán por definirlo sólo son comprensibles desde el trascender, la trascendencia, que se experimenta como deseo: deseo de lo otro, de lo absolutamente otro; anhelo activo de salir de la monotonía de uno mismo para ascender a la paz, al bien perfecto.
La trascendencia, entendida como acontecimiento, no es la plena realización de sí mismo. Es la bondad. Pero ésta no brota espontáneamente de mí (Mismo), sino que viene santamente ordenada por el mandamiento y la presencia del otro (Otro). El hombre cerrado sobre sí Mismo sólo se abrirá a la trascendencia cuando su deseo de alteridad absoluta sea despertado por la irrecusable expresión de Otro, que se insinúa en la dualidad del amor y se suscita plenamente en la fecundidad de este amor.
«Homo viator» agrupa una serie de conferencias, estudios y escritos inéditos que fueron pensados y redactados durante la ocupación nazi de Francia. En sus páginas, sin embargo, no existe rastro de desánimo y abatimiento, sino una gozosa esperanza fundada en ese «vivir soñando» que ya comenzaba a anticipar la ansiada liberación.
Gabriel Marcel considera que el ser humano está siempre en camino; por tal motivo la peregrinación se le revela como el único modo de responder a los diferentes interrogantes que se van planteando a lo largo de la existencia: el otro, la familia, la inmortalidad, los valores, la salvación, la experiencia del espíritu. Cada uno de estos temas tiene sentido si no se pierde de vista otra afirmación fundamental: el valor sagrado de la vida. Su reivindicación hace posible la verdadera esperanza.
Obra maestra del gran filósofo alemán de la hermenéutica. Pocos textos contemporáneos de alta erudición han influido tanto en la filosofía, el arte y el pensamiento como este Verdad y método.
El fenómeno de la comprensión y la correcta interpretación de lo comprendido no es sólo un problema especifico de la metodología de las ciencias del espíritu- Ya desde su origen histórico el problema de la hermenéutica va más allá de las fronteras impuestas por el concepto de método de la ciencia moderna. Comprender e interpretar textos no es sólo una instancia científica, sino que pertenece con toda evidencia a la experiencia humana del mundo. Su objetivo es rastrear la experiencia de la verdad allí donde se encuentre e indagar su legitimidad. De este modo las ciencias del espíritu viene a confluir con las formas de la experiencia que quedan fuera de la ciencia; con la experiencia de la filosofía, con la del arte, con la de la misma historia. Formas de experiencia en alas que se expresa una verdad que no puede ser verificada con los medios de que dispone la metodología científica.
«Verdad y Método» intenta cumplir esta exigencia vinculando lo más estrechamente posible los planteamientos de la historia de los conceptos con la exposición objetiva de su tema. La meticulosidad de la descripción fenomenológica, que Husserl convirtió en un deber, la aplitud del horizonte histórico en el que Dilthey ha colocado todo su filosofar, así como la interpretación de ambos impulsos en la orientación recibida de Heidegger dan la medida que el autor desea aplicar a su trabajo.
Escribe Gadamer: «Ha llegado el momento de examinar, en su consistencia global, el esbozo teórico de Verdad y método, que recogía investigaciones en torno a la unidad de un todo filosófico, y averiguar si se advierten grietas en la coherencia del conjunto».
Etica y religión: 1. La moral exige no dejar pendiente el tema religioso; 2. Conocer en profundidad el tema religioso; 3. Definición de religión; 4. Existencia de Dios e historia de las religiones; 5. Opción por la confianza vital; 6. Constatación histórico-salvífica; 7. Coherencia moral.