Los grandes místicos remiten a una experiencia particular de Dios que trasformó su vida. El suyo es un conocimiento experimental, no especulativo; no deductivo, sino inmediato; una unión personal con Dios en la que el sujeto percibe intensamente la presencia divina de manera intelectiva, afectiva y fruitiva. Esta acción de Dios llega tan a las raíces de su ser que trastoca el ejercicio de sus funciones normales y puede conllevar sentimientos de felicidad extrema o de extremo dolor y amor.
El cristianismo se ha referido siempre a la palabra de los profetas y a la historia de Jesús, no a experiencia extraordinaria alguna. En el siglo XVI, en un sentido, y en el siglo XX, en otro, ha aparecido sin embargo el concepto de experiencia como igualmente esencial a la fe y, con ello, la mística ha vivido un renacimiento. Este libro pregunta si Jesús era un místico y cómo une el cristianismo obediencia a la palabra de Dios y experiencia del hombre. Al estudiar el lugar de la mística en la historia de Occidente y su redescubrimiento en el siglo XX, analiza las distintas formas de experiencia mística y la relación entre mística y filosofía.
La cultura occidentale ha avuto origine da due voci congiunte: quella di Socrate, che ha dato l’impulso a cercare la verità, la giustizia e la pietà conoscibili da tutti gli uomini, e quella di Gesù, che ha reso possibile riconoscere Dio come grazia piuttosto che come legge, e invocarlo prima come Padre che come Potere. A differenza di altre religioni, il cristianesimo non propone la sua particolare rivelazione divina come programma di politica umana, ma consegna il mondo all’intelligenza dell’uomo, affinché, alla luce della natura che è fuori di lui, della coscienza personale e dell’esperienza storica, tutti lo conoscano.
Il libro si accosta a una questione antica quanto la stessa umanità: Dio costituisce un interrogativo radicato da sempre nel cuore dell’uomo e tale da richiedere la ricerca di una risposta, oppure è una risposta data da chi crede senza che esista previamente un tale interrogativo, o desiderio o attesa nel cuore dell’uomo? Il canto, il tratto di pittura in una grotta, il simbolo in una sepoltura e l’invocazione di Dio nascono simultaneamente, sono contemporanei. Una volta proferita, non possiamo dimenticare questa parola divina, perché è la radice della nostra prima origine, il fondamento della nostra libertà personale e l’àncora della nostra speranza definitiva.
Dio non è il limite della nostra libertà o il freno alle nostre conquiste storiche, ma il garante della loro durata, la sentinella che denuncia le loro dissimulazioni e il giudice che non lascerà impunite le loro trasgressioni.
Jesús de Nazaret fue acreditado por Dios con palabras y milagros, con la resurrección y el don del Espíritu. Su historia, mensaje y destino engendraron la fe en quienes lo reconocieron como Mesías de Israel, Salvador del mundo, Señor de la Iglesia y del cosmos, Hijo de Dios. La cristología es el origen histórico, el fundamento permanente y el principio generador de todos los demás tratados teológicos. Con ella están en pie o caen la fe, la iglesia y la teología. Cristo es el pionero y consumador de la fe; el fundamento, la forma y el futuro del cristianismo. Él es la esperanza del mundo. Este manual de cristología aborda en sus tres partes la cristología bíblica, la histórica y la sistemática. A ellas añade el autor una notable conclusión en que desarrolla conceptos como cristofanía y cristoterapia.
Este libro quiere ser una palabra y una pregunta a la vez que un testimonio agradecido ante Dios. Todo ello supone que la invocación orante ocupe siempre el fondo y la distintas reflexiones y argumentos que caracterizan a la teología se muevan en un segundo plano.
Sin ser exhaustivo, sabiendo que el tema es imposible de agotar, los diferentes capítulos de esta obra son otras tantas aproximaciones y evocaciones para no quedar aprisionados en el silencio; son una invitación a contemplar el misterio desde distintos ángulos.
«Dios mío» (cap. 1) hace referencia a la actitud primera que es posible tener ante Dios y que no es otra que la invocación y la adoración. «Dios divino» (cap. 2) subraya la trascendencia de Dios, donde su majestad, santidad y gloria impiden al hombre reducirlo y manipularlo según sus propias categorías humanas. «Dios real » (cap. 3) descubre un Dios en sí como gracia y salvación para el hombre también en sus necesidades intramundanas. Por último, «Dios histórico» (cap. 4) presenta a Dios en el tiempo y en la historia concreta de los hombres como un Dios vivo y de vivos que comparte su destino con cada uno de ellos.
El cristianismo histórico es decisión de razón, confesión de fe y praxis de vida. En los tres casos incluye la inteligencia que reclama sentido, la voluntad que demanda motivos y el corazón que necesita potencias sustentadoras para vivir. La teología es el órgano que en la Iglesia tiene como misión indagar las razones que abren la inteligencia a la fe a la vez que las razones que llevan la fe a la inteligencia; y ambas al amor y a la praxis. Una inteligencia que siempre es a la vez abertura trascendental al Misterio y atenimiento riguroso a la historia. Este libro es una meditación sobre la teología y la Iglesia en España, con la mirada puesta en Europa como trasfondo permanente, en la medida en que estas cuatro realidades están implicadas unas en otras y se han condicionado durante los últimos cincuenta años. Olegario González de Cardedal (Lastra del Cano, Avila 1934) es sacerdote. Estudió en Munich, Oxford y Washington. Es catedrático de Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca y miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas. Sus últimos libros son Cristología (2001), Dios (2004), Historia, hombres, Dios (2005), Fundamentos de cristología I-II (2005-2006), El quehacer de la teología. Génesis, Estructura, Misión (2008).
Este libro responde al imperativo bíblico: «Santificad a Cristo y dad razón de vuestra esperanza» Para ello hace memoria de sus hechos, discernimiento de su verdad y propuesta de su sentido. «Fundamentos» dice principios originarios y cimientos permanentes. El subtítulo de este segundo volumen «Meta y misiones» presupone la razonabilidad de la fe en Cristo y se adentra en la exposición de lo creído, en la lógica interna que lo anima, en la interacción entre los hechos históricos originadores del cristianismo y la experiencia interior resultan-te de sus diversos niveles de ejercicio: la celebración litúrgica, la acción misionera, la reflexión teológica, el testimonio martirial, las decisiones conciliares, el diálogo crítico con la razón y la colaboración con la conciencia histórica.
OLEGARIO GONZÁLEZ DE CARDEDAL, sacerdote, es catedrático de Teología en la Univ. Pontificia de Salamanca. De sus libros destacamos: "Jesús de Nazaret" (1993). "Cristología" (2001). "La entraña del cristianismo" (2003). "Y Dios" (2004)
El teólogo da razón de su esperanza, para que el no creyente pueda entender la palabra del evangelio, cumpliendo así una misión especial de todo apóstol: ser colaborador de la alegría de sus hermanos, especialmente en tiempos de perplejidad o desesperanza.