Tercera edición de este libro que comprende tres apartados. Después de una definición de la teología moral y un rápido recorrido por este campo, estudia esta ciencia bajo sus dos principales aspectos: su dimensión humana puesta en relación con las ciencias del hombre y su dimensión cristiana.
En la segunda parte expone la historia de la sistematización de los tratados de teología moral a lo largo de los siglos.
Y en la tercera parte examina los fundamentos del edificio moral en el hombre: la libertad y la ley.
A juicio de muchos, corren malos tiempos para la moral, sobre todo para la moral católica. Son "tiempos inciertos". A pesar de ello, o precisamente por eso, cobra mayor importancia la reflexión ética en estos momentos. El presente libro tiene el coraje de replantear los valores evangélicos para una cultura de la secularidad y para una sociedad guiada por el principio de la laicidad. En esta nueva obra, el prof. Marciano Vidal presenta un cuadro completo de la ética teológica y dentro de él aborda las cuestiones morales más candentes: la eutanasia, la ética sexual, la homosexualidad, los divorciados vueltos a casar, la corrupción, la globalización, etcétera.
Bien sea porque se ha insertado de un modo casi exclusivo el clásico tratado De Deo creante en la antropología teológica (con la consiguiente mengua de una suficiente reflexión ontológica sobre el mundo), bien sea porque los teólogos de oficio, generalmente poco familiarizados con la literatura concerniente a la imagen física del mundo, se lo piensan dos veces antes de internarse en un territorio poco transitado por ellos y enseñoreado -al menos así se cree comúnmente- por una consmovisión monista-materialista, lo cierto es que, tras el auge que conoció la temática de "la creación" en la teología de los años 50 y 60 (evolucionismo, Teilhard, "Humani generis", etc.), el pasado decenio asiste a su eclipse del horizonte teológico. Parece como si los teólogos se hubiesen apropiado del título de una célebre novela contemporánea: "El mundo es ancho y ajeno". Y eso no es bueno. Después de todo, el primer artículo del Creado se refiere precisamente a la fe en Dios "creador del cielo y de la tierra"; lo cual pone de manifiesto que no se puede plantear la cuestión de Dios (la cuestión teo-lógica por excelencia) sin plantear la cuestión del mundo. O a la invesa: que la cuestión del mundo es uno de los aspectos de la cuestión de Dios.
Tras un profundo y concienzudo repaso a la teología bíblica del Antiguo y el Nuevo Testamento, a la historia de la doctrina y a la reflexión teológica sobre el tema (1ª Parte del libro), el autor aborda en la 2ª Parte lo que él llama las "cuestiones fronterizas", tratando de recoger los problemas que la realidad plantea a la visión cristiana de la propia realidad, esto es, a la fe en la creación. Y el primer problema es, indudablemente, la existencia del mal: ¿Cómo puede ser creación de Dios una realidad que sufre y hace sufrir?
Viene despues una cuestión que ha cobrado en los últimos años candente actualidad: la crisis ecológica. La habitabilidad del mundo en que vivimos está amenazada, y ello representa una interpelación de primer orden a la fe en la creación. Será difícil encontrar un tratamiento teológico más profundo y apasionante de este tema.
Hay, por último, una amplia gama de cuestiones que suelen agruparse bajo el rótulo común de "diálogo fe-ciencia". Sobre ella versan los tres últimos capítulos del libro.
Si algo queda claro tras la lectura de este libro, es que nos hallamos ante uno de los pocos teólogos que han abordado ese "diálogo fe-ciencia" con absoluta seriedad y en un plano de igualdad con los científicos interesados en dicho diálogo. Nos atrevemos a afirmar que es éste uno de los libros más importantes escritos en los últimos veinte años.
Continuando el proyecto iniciado con su Teología de la creación, el autor nos ofrece ahora una "antropología teológica fundamental" cuyo objetivo consiste en dar razón de la visión cristiana del hombre al nivel de sus estructuras básicas. Qué es el hombre, quén es el hombre...: éstas son, en definitva, las cuestiones abordadas en este libro.
El punto de partida es la categoría bíblica "imagen de Dios" y la concepción antropológica en ella implicada. La exposición sistemática estudia seguidamente el problema alma-cuerpo; el carácter personal, libre y social del ser humano, investido de un valor absoluto y de una dignidad inviolable; su capacidad para modelar creativamente la realidad mediante el trabajo, la técnica y la cultura; su índole de criatura de Dios.
En el desarrollo de esta amplia temática se presta especial atención a los planteamientos hoy vigentes y al intenso diálogo interdisciplinar que están generando: el debate mentes-cerebros-máquinas, la crisis de la idea de persona, las actuales negaciones de la libertad, el obligado paso de la "teología de las realidades terrenas" a las "teologías de lo político" (que recuperan para la noción de "progreso" los necesarios ingredientes ético-sociales), las lecturas de lo humano en clave exclusivamente biológica,etc.
La redacción del libro ha estado presidida por una preocupación de fondo: lo único que, a fin de cuentas, le interesa a la fe cristiana cuando afronta el enigma de la condición humana es saber cómo ha de tratar el hombre al hombre y por qué. Y la respuesta la encuentran los creyentes en el hecho de la encarnacion de Dios: cada hombre ("imagen de Dios") tiene que ser tratado como el propio Dios, porque éste ha querido ser y dejarse tratar como hombre.
La maternidad siempre se ha asociado a la mujer que ha llevado en sus entrañas un nuevo ser y lo ha dado a luz. Pero es mucho más que eso. Hasta los hombres pueden ser madres. La propuesta de la fe a cada creyente es dar la luz del Evangelio a los demás y favorecer su crecimiento «en cristiano». También el Padre amó con un corazón maternal. Merece la pena detenerse a meditar el significado de una vocación tan universal.
El lector se encuentra con un texto original, porque la reflexión teológica apenas se ha ocupado de la experiencia de la maternidad, en la que, sin embargo, Dios se muestra especialmente elocuente. Ése es el objetivo logrado de la autora, que al mismo tiempo evita hacer una exaltación de la madre o de la mujer. Pretende más bien llamar la atención sobre la asombrosa cercanía de Dios a la humanidad, expresada de modo singular en ellas y realizada de forma extraordinariamente radical en María. Un lugar hacia el que todos podemos dirigir la mirada y en el que es posible descubrir el corazón materno de todo cristiano, de la Iglesia y del mismo Dios.
MARÍA DOLORES LÓPEZ GUZMÁN (Pamplona, 1965), madre de familia. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid y en Teología por la Universidad Pontificia Comillas, es profesora de Teología del Laicado y Teología Espiritual en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas a Distancia «San Agustín». Autora del libro Cuando vayas a orar. Guía y ayuda para adentrarse en la oración (2005), escribe habitualmente sobre teología y espiritualidad en revistas de pensamiento cristiano como Sal Terrae (de cuyo Consejo de Redacción forma parte), Misión Joven, Catequistas, Crítica, Razón y Fe y Estudios Eclesiásticos. Ha sido coordinadora, desde su fundación, de la Escuela de Oración de las CVX de Madrid y da Ejercicios Espirituales a laicos y a religiosos.
Ante el cristiano que se interroga por el futuro de la fe y por su porvenir liberador, Moltmann plantea este futuro como cuestión teológica, pues la escatología no afecta sólo al «último día», sino a la totalidad de los días: la fe se hace esperanza.
Veintitantos años después de que Aristóteles replantease en sus mejores términos el problema socrático de la relación entre el conocimiento de lo moralmente correcto y la moralidad del cognoscente, Dietrich von Hildebrand intenta en esta obra salir por fin del círculo vicioso al que ese problema ha conducido siempre a la filosofía: que, para ser moralmente bueno es preciso saber cómo se debe obrar, pero, para saber cómo se debe obrar, es preciso, a su vez, ser moralmente bueno. Y en su intento descubre al mismo tiempo la mejor explicación conocida hasta hoy del singular fenómeno de la ceguera para los valores.
Este libro responde al imperativo bíblico: «Santificad a Cristo y dad razón de vuestra esperanza» Para ello hace memoria de sus hechos, discernimiento de su verdad y propuesta de su sentido. «Fundamentos» dice principios originarios y cimientos permanentes. El subtítulo de este segundo volumen «Meta y misiones» presupone la razonabilidad de la fe en Cristo y se adentra en la exposición de lo creído, en la lógica interna que lo anima, en la interacción entre los hechos históricos originadores del cristianismo y la experiencia interior resultan-te de sus diversos niveles de ejercicio: la celebración litúrgica, la acción misionera, la reflexión teológica, el testimonio martirial, las decisiones conciliares, el diálogo crítico con la razón y la colaboración con la conciencia histórica.
OLEGARIO GONZÁLEZ DE CARDEDAL, sacerdote, es catedrático de Teología en la Univ. Pontificia de Salamanca. De sus libros destacamos: "Jesús de Nazaret" (1993). "Cristología" (2001). "La entraña del cristianismo" (2003). "Y Dios" (2004)
El autor, en esta obra, subraya siempre la imprevisibilidad de la vida y la singularidad del proceso místico cristiano: iniciativa del Dios personal, conocido y alcanzado ante todo a través del amor, exento de todo intento de una presentación sistemática de la vida mística.
Por otra parte aunque el P. Bernard ha limitado voluntariamente su estudio en esta obra "a la mística reconocida por la Iglesia Católica", la lucidez de sus análisis le permite hacer numerosas referencias esclarecedoras al Oriente cristiano y a los místicos nos cristianos.