
La presente obra se cuenta entre las mejores cristologías publicadas en español después del Vaticano II. En octubre de 1976, en la desaparecida revista Incunable, A. González Montes, profesor entonces en Salamanca y actual obispo de Almería, entrevistaba a González Faus a propósito de La Humanidad Nueva, e introducía el diálogo con estas palabras: «Es todo menos un teólogo de gabinete… Ha publicado hace bien poco una obra magnífica por muchos conceptos, cuyo título “La Humanidad Nueva” es ya de por sí significativo. Un trabajo pensado con el corazón y apasionadamente creyente, puesto en las dificultades del hombre para creer hoy en Jesucristo como Dios y Señor nuestro, liberador del hombre todo y de la humanidad entera». Años más tarde, en 1987, la revista Iglesia Viva, en su número 132, preguntaba en una encuesta a diez teólogos del momento, cuáles serían las tres obras teológicas más significativas de los últimos veinte años. Entre ellas La Humanidad Nueva obtenía el primer puesto. Por estas razones, la Editorial Sal Terrae ha pensado que valía la pena una edición renovada, y ha pedido al autor una revisión del texto, más un Prólogo y un Epílogo nuevos. Creemos, como decía la contracubierta de la sexta edición, prestar así al cristiano de hoy el necesario servicio de «una reflexión teológica (no solo histórica y exegética) sobre Jesucristo. Reflexión que atiende de un modo especial a las preguntas que actualmente se plantean acerca de Jesús, la fundamental de las cuales es la significación del acontecimiento Cristo para el hombre. Pregunta perenne, pero ahora intensamente reformulada, a la que el autor responde con el sugerente enfoque de una Humanidad Nueva, que es la humanidad de Cristo, santificada por su unión con la Palabra de Dios, y universalizada por la Resurrección», para abrir así el espacio a una nueva humanidad. Se intenta además responder no desde un desconocimiento olímpico de la tradición creyente, sino desde una reinterpretación, crítica y creadora a la vez, de esa tradición. Es cierto que algunas de las ultimísimas preguntas las ha tratado el autor en escritos posteriores, a los cuales remite esta edición. Pero el fundamento de esas últimas respuestas se halla en esta obra que (después de una tesis doctoral sobre la cristología de san Ireneo) puso en marcha toda la trayectoria teológica de González Faus.
JOSÉ IGNACIO GONZÁLEZ FAUS SJ
Profesor emérito de la Facultad de Teología de Cataluña, enseñó Cristología en Barcelona y Antropología Teológica en la Universidad Centroamericana (UCA) de El Salvador. Ex director de la revista Selecciones de Teología y miembro del área teológica del Centro «Cristianisme i Justícia», colabora habitualmente en diversos medios escritos de la prensa nacional y en revistas especializadas. Además de su último libro: Utopía y espiritualidad (Ediciones Mensajero), entre sus obras publicadas en Sal Terrae destacan: Proyecto de hermano: Visión creyente del hombre; Calidad cristiana: Identidad y crisis del cristianismo, El rostro humano de Dios: De la revolución de Jesús a la divinidad de Jesús (Nueva edición revisada y aumentada), Otro mundo es posible… desde Jesús, Confío: Comentario al Credo cristian y ¿El capital contra el siglo XXI? Comentario teológico al libro de Thomas Piketty.
Ser misericordiosos como el Padre es la vocación y misión de los cristianos. Para poder vivir esta vocación y realizar esta misión, somos llamados a redescubrir la profundidad del evangelio de la misericordia. Quien es consciente de que depende de la misericordia recibida de Dios como don siente la necesidad de ser misericordioso consigo mismo y con los demás. El tema de la misericordia se halla íntimamente relacionado con la imagen de Dios; de ahí que ocupe el centro de la fe cristiana. La riqueza y la belleza, la profundidad y la trascendencia de este misterio aparecen en su totalidad únicamente en el marco de la relación vivida con Dios. Y los creyentes podemos experimentar esta relación de una manera nueva desde que la misericordia divina se hizo carne en Jesús. Las dos primeras partes del presente libro abordan el evangelio de la misericordia desde diferentes perspectivas: bíblicas, teológicas, litúrgicas y sacramentales. A continuación, en la tercera parte, se dirige la mirada a otras religiones para ver qué luz arrojan ellas sobre este tema. Y en la cuarta y última parte se atiende a las aportaciones de la ética y el derecho canónico, prestando oído además a diferentes reflexiones sobre el espíritu de la época y sobre la comunicación interpersonal en Internet.
GEORGE AUGUSTIN, doctor en Teología, es catedrático de Teología Dogmática y Fundamental en la Escuela Superior de Filosofía y Teología de Vallendar; acompaña espiritualmente a sacerdotes en la diócesis de Rottemburgo-Stuttgart. Entre sus obras publicadas en Sal Terrae: Llamados a la alegría: el gozo de ser sacerdote / Por una Iglesia en salida con el papa Francisco / El cambio de valores: Análisis y respuestas / Para Dios y para los demás: la vida consagrada en plenitud y, en esta misma colección: El desafío de la nueva evangelización / El problema de Dios, hoy / Jesús es el Señor: Cristo en el centro / El matrimonio y la familia.
JOHANNES BRANTL, doctor en teología, es catedrático de teología moral en la Facultad de Teología de Tréveris.
MARKUS GRAULICH, SDB, doctor en derecho canónico, es subsecretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, Roma.
MARK-DAVID JANUS, CSP, doctor en psicología, es presidente y editor de Paulist Press en Mahwah, Nueva York.
KURT KOCH, doctor en teología y cardenal de la Iglesia católica, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, Roma.
FELIX KÖRNER, SJ, doctor en filosofía y teología, es catedrático de teología dogmática y teología de las religiones en la Pontificia Universidad Gregoriana, Roma.
THOMAS KRAFFT, filósofo y publicista, vive en Múnich.
PHILIPP MÜLLER, doctor en teología, es catedrático de teología pastoral en la Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia.
INGO PROFT, doctor en teología, es colaborador científico en el Instituto de Ética y en el Instituto Cardenal Walter Kasper de la Escuela Superior de Filosofía y Teología de Vallendar.
PAUL RHEINBAY, SAC, doctor en teología, es catedrático de historia de la Iglesia en la Escuela Superior de Filosofía y Teología de Vallendar, y maestro zen en Vallendar.
THOMAS SÖDING, doctor en teología, es catedrático de Nuevo Testamento en la Universidad del Ruhr en Bochum.
El 31 de octubre de 1517 publicó Martín Lutero en Wittenberg sus 95 tesis, dando inicio al movimiento de la Reforma. La Iglesia luterana y la Iglesia católica romana –una vez firmada la Declaración conjunta sobre la Doctrina de la Justificación entre la Iglesia católica y la Federación Luterana Mundial (1999)– se preparan en la actualidad para conmemorar conjuntamente en 2017 el 500 aniversario del comienzo de la Reforma en una celebración fraterna que ayude de modo eficaz en el camino hacia la unidad. Prueba de ello es que el Papa Francisco viajará el 31 de octubre de 2016 a Suecia con el fin de conmemorar allí con los hermanos luteranos el quinto centenario.
Desde el punto de vista ecuménico, por otra parte, hemos vivido otros dos acontecimientos de suma importancia: el abrazo en 1964 del Patriarca Ecuménico de Constantinopla Atenágoras con el Papa Pablo VI y, el 12 de febrero de 2016, el encuentro fraterno en La Habana de dos obispos hermanos, el Patriarca Kiril de Moscú y Toda Rusia, y el Papa Francisco, después de casi mil años de separación (de 1054 a 2016).
El autor del presente ensayo, Justificación y santificación, es plenamente consciente de las dificultades que, pese a la mutua buena voluntad, todavía nos separan de la Federación Luterana en el tema de la justificación. No obstante, opina que, más allá de los puntos concretos en litigio, es preciso hablar de la experiencia espiritual común que nos une. La justificación gratuita de parte de Dios en Cristo establece un género de amistad, de relación con Dios, en la que nadie puede introducir subliminalmente intención alguna que no sea la pura gratuidad. Ni tan siquiera el deseo, en el fondo narcisista, de ser «más perfecto» o «más santo». Y, en segundo lugar, que aun siendo diferentes en cuanto al objeto del amor, en dicha gratuidad divina quedan íntimamente vinculados entre sí el amor a Dios y el amor al prójimo, en cuya unidad culmina la ley de la santidad (Levítico 19,2; Mateo 5,48; Lucas 6,36).
BIOGRAFÍA
Santiago Arzubialde, nacido en San Sebastián (Guipúzcoa) en 1940, entró en la Compañía de Jesús en 1958. Ordenado sacerdote en Loyola en 1970, ha dedicado la mayor parte de su ministerio sacerdotal a los Ejercicios Espirituales. Fruto de estos años de trabajo es su obra Ejercicios Espirituales de san Ignacio: historia y análisis (1991, 20092), publicada en coedición por Ediciones Mensajero y la Editorial Sal Terrae. Como docente, desde el año 1976 ha venido impartiendo la asignatura de Teología Espiritual Sistemática, primero en la Facultad de Teología de Deusto y posteriormente en la Universidad Pontificia Comillas, hasta su jubilación en el año 2011.
La presente obra es la segunda entrega de su Ensayo de Teología Espiritual Sistemática, cuyo primer volumen se publicó en esta misma colección bajo el título Humanidad de Cristo, lógica del amor y Trinidad.
En este año de la misericordia, convocado por el papa Francisco, ofrecemos estas reflexiones sobre el perdón de los pecados y el sacramento de la conversión como expresión de la misericordia de Dios. Esperemos que sirvan para crecer en conciencia de la belleza y fuerza de la fuente de misericordia que renueva a la Iglesia con el fin de que, como señala el propio papa en la bula Misericordiae vultus: «La palabra del perdón pueda llegar a todos y la llamada a experimentar la misericordia no deje a ninguno indiferente» (n.19).
Juan José Pérez-Soba (Madrid, 1964), sacerdote diocesano de Madrid, es profesor ordinario del Pontificio Instituto Juan Pablo II en Roma y profesor invitado en la Universidad Eclesiástica San Dámaso de Madrid.
Presentación de Jesús Sanz Montes, Arzobispo de Oviedo.
La semilla humilde de un grano de trigo puede germinar fecundamente en un fruto deseado mirando el mañana, verdadera parábola de lo que debe ser la pastoral de la esperanza. La sociedad, la familia, la Iglesia y el sacerdocio nos reclaman las razones que hemos de estar dispuestos a dar para hacer creíble y amable en este rincón de la historia nuestra esperanza. Es de agradecer que el cardenal Gerhard Ludwig Müller nos haya trazado este itinerario para responder con el papa Francisco a los desafíos que tenemos en este momento de la historia» (Fr. Jesús Sanz Montes, ofm. Arzobispo de Oviedo).
Gerhard Ludwig Müller (Maguncia, Alemania, 31-12-1947), creado cardenal el 22 2-2014, fue obispo de la diócesis de Ratisbona entre 2002-2012. Desde julio de 2012 es Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe y Presidente de la Pontificia Comisión «Ecclesia Dei», de la Comisión Teológica Internacional y de la Pontificia Comisión Bíblica. Durante dieciséis años (1986-202) fue profesor de Teología Dogmática en la Universidad Ludwig-Maximilian de Múnich. Ha sido el encargado de la publicación de las Obras completas (16 volúmenes) de Joseph Ratzinger-Benedicto XVI en alemán, que ahora edita en español la BAC.
¿Dónde estaba Dios durante las matanzas en Auschwitz? ¿Por qué permaneció callado? Son preguntas que reflejan el estupor del hombre ante el sufrimiento y la injusticia, los horrores de la guerra, las persecuciones y las calamidades naturales.
Con motivo del Jubileo de la Misericordia, y de manera incisiva pero siempre diáfana, el autor reflexiona sobre el acercamiento del hombre a Dios a través de la compasión. Nuestra limitación para afrontar el dolor y las contradicciones de una realidad a menudo cruel llevan al ser humano a la indignación frente a lo divino. Sin embargo, la grandeza del amor a Dios y al prójimo, manifestada en obras, únicamente puede ser expresada a través de la justicia y el perdón.
Pablo Marti del Moral (Granada) es sacerdote, licenciado en Derecho por la Universidad de Málaga y doctor en Teología por la Universidad de la Santa Cruz (Roma). Actualmente es profesor de Teología Espiritual en la Universidad de Navarra y secretario del departamento de Teología Moral. Son numerosas sus publicaciones, entre las que destaca Teología Espiritual, publicado también en Rialp.
Un libro que recoge la experiencia de sus autores como profesores y educadores durante muchos años en el ámbito educativo y catequético, y como formadores de profesores y de catequistas. En los cursos dirigidos por ellos en el Departamento de Pastoral y catequesis de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra se han formado más de 6.000 educadores.
La páginas de este texto descubren la urgente necesidad de educar en la fe a niños, jóvenes y adultos, tanto en la familia, como en la parroquia y en la escuela. Ayudan a profesores de religión y a catequistas a utilizar las actuales aportaciones de las ciencias pedagógicas que faciliten el proceso de la educación de la fe.
Ofrecen orientaciones prácticas sobre el modo de preparar e impartir las clases de religión y los distintos programas de catequesis.
Desde muy joven, Guardini se propuso elaborar un método adecuado a la transmisión de la fe cristiana a unas gentes muy probadas y jóvenes desconcertados por un entorno convulso. A esa tarea consagró sus grandes dotes y una voluntad a prueba de sacrificios. Por eso el tema de la es uno de sus predilectos. Sobre la vida de la fe, Conocimiento de la fe, Existencia creyente, Solo quien conoce a Dios conoce al hombre... son algunas de l obras dedicadas a describir la experiencia creyente.
En este libro se agrupan varios de eso escritos relativos a la fe. En los primeros intenta Guardini pespuntear lo que habrá sido la experiencia religiosa en los albores de la historia de las religiones. Con fina sensibilidad nos ayuda a experimentar los primeros latidos del sentimiento religioso al contemplar la naturaleza y sus sorprendentes fenómenos de luz y sombras, invierno y primavera, el día y la noche...
Edición y revisión de la traducción por Alfonso López Quintás.
Traducido del original alemán (Religiöse Erfahrung und Glaube) por Roberto H. Bernet.
Romano Guardini (Verona, 1885 - Múnich, 1968) fue un hombre muy vinculado a la educación de la juventud, como sacerdote y como profesor en las universidades de Berlín y Múnich. Sus obras y sus enseñanzas alcanzaron el reconocimiento de muchos. Pablo VI le ofreció ser cardenal, pero no lo aceptó. De su amplia bibliografía, pueden destacarse los volúmenes publicados en la BAC: El contraste. Ensayo de una filosofía de lo viviente-concreto (1996), Ética: lecciones en la Universidad de Múnich (2010) y La existencia del cristiano (2010).
La publicación de este libro, que es un compendio de homilías y discursos del arzobispo Karol Wojtyła, nos sitúa en un momento de hace más de cuarenta años. El autor muestra su actitud al explicar apasionadamente el significado del Concilio y su magisterio. Preparaba, de este modo, el terreno para la futura aplicación del Concilio Vaticano II en la archidiócesis de Cracovia. Más tarde, durante los veintisiete años de su pontificado, Juan Pablo II aplicaba el magisterio del Concilio en la vida de la Iglesia universal.
Edición y estudio preliminar de Gabriel Richi Alberti. Coordinación y revisión de la traducción por Marek Raczkiewicz.
Traducción del original polaco (Odnowa kościoła i świata. Reflexksje soborowe) por Elżbieta Teresa Święcka y Marek Raczkiewicz.
Edición publicada en colaboración con la Universidad Eclesiástica San Dámaso y el Centro de Documentación y Estudios del Pontificado de Juan Pablo II de la Fundación Juan Pablo II
El padre Marco Rupnik, sj, no necesita presentación en el mundo de habla hispana. Se han traducido ya decenas de obras suyas. En este libro nos ofrece una Lectio divina de la parábola del «hijo pródigo»; parábola que podría llevar por título también El Padre misericordioso; o quizás mejor, Los dos hermanos: uno que se convirtió en siervo, porque acabó sometido a un amo que le hacía cuidar sus cerdos; y otro que vivía como un siervo, porque se quedó en la casa del Padre, pero nunca llegó a conocerle, vivió siempre como un asalariado. En este entramado se desarrolla el libro: un Padre que se alegra porque el hijo vuelve a casa y un hermano que se enfada y no quiere entrar en la fiesta. Son las tensiones que Lucas ha recogido en esta parábola y que el padre Rupnik, magistralmente, nos enseña a reconocer y a aplicar en nuestra vida.
Traducido del original italiano ("Gli si gettò añ collo". Lectio divina sulla parabola del padre misericordioso) por Pablo Cervera Barranco.
El Papa Francisco ha convocado a toda la Iglesia a celebrar el jubileo de la misericordia: ''hay momentos en los qiue un modo mucho más intenso estamos llamados a tener la mirada fija en la misericordia para poder ser también nosotros mismos signo eficaz del obrar del Padre. Es por esto que he anunciado un Jubileo Extraordinario de la Misericordia como tiempo propicio para la iglesia, para que se haga más fuerte y eficaz el testimonio de los creyentes.
Solo es posible alcanzar la plenitud de «lo divino» en la medida en que nos empeñamos por lograr la plenitud de «lo humano»; únicamente podemos llegar a ser «más divinos» haciéndonos «más humanos». Esta propuesta tiene que invadir e impregnar la vida y la actividad toda de la Iglesia: su teología, su sistema organizativo, su moral, sus leyes, su presencia en la sociedad y, sobre todo, en la vida y la espiritualidad de los cristianos.
Es una propuesta que brota del centro mismo de la fe cristiana: el Dios del cristianismo es el «Dios encarnado». Es decir, el «Dios humanizado», que se dio a conocer en un ser humano, Jesús de Nazaret. Pero ocurre que, en la historia del cristianismo, el hecho de la humanidad de Jesús y sus consecuencias ha resultado más difícil de aceptar que la divinidad de Cristo. Esta dificultad lleva derechamente a tener que afrontar esta pregunta: ¿Quién ocupa en realidad el centro de la vida de la Iglesia, Jesús y su Evangelio o san Pablo y su teología? No se trata de la vieja cuestión sobre quién fundó la Iglesia. La Iglesia tiene su origen en Jesús. La Iglesia tiene, por tanto, su centro en Jesús, el Mesías, el Señor, el Hijo de Dios. Pero, todo esto supuesto, no se puede soslayar esta apremiante pregunta.
A partir de ella, se concretan otros interrogantes: ¿De dónde o de quién se han tomado los grandes temas que se proponen y explican en la teología católica? ¿En qué o cómo se justifican el culto, los ritos y, en general, la liturgia que se celebra en nuestros templos? ¿Desde quién y desde qué argumentos se legitima el modo de gobierno que se ejerce en la Iglesia? ¿Qué forma de presencia en la sociedad debe tener la Iglesia? ¿Por qué el cristianismo aparece más como una religión y mucho menos como la presencia del Evangeliode Jesús en nuestro mundo? Mientras la Iglesia no afronte estas cuestiones, y les dé la debida respuesta, no podrá recuperar su identidad ni cumplir su misión en el mundo.