
Edición preparada por Francisco Calero Calero y Marco Antonio Coronel Ramos. Revisión del texto por Javier Vergara Ciordia.
El Diálogo de doctrina chistiana tiene como finalidad la explicación de las verdades de la religión cristiana. Es una obra maestra de la dialogística española, tanto por la profundidad de su contenido como por la belleza literaria de su composición. En el Diálogo, intervienen tres personajes: Eusebio, Antronio y el arzobispo de Granada, Pedro de Alba. Fue publicado de forma anónima el año de 1529 en Alcalá de Henares. Tradicionalmente se ha atribuido la autoría a Juan de Valdés, pero en el cuerpo del presente libro se demuestra que él no pudo ser el autor porque ni la espiritualidad ni las características de la lengua ni la forma de traducir se corresponden con las Valdés. Por el contrario, coinciden a la perfección con las de Juan Luis Vives, que debe ser considerado su autor, aunque quisiera permanecer oculto.
Esta obra fue reconocida en octubre de 2010 con uno de los premios que otorga anualmente la Unión de Editoriales Universitarias, en la categoría Premio a la mejor coedición con una editorial privada. El jurado ha seleccionado esta obra que «supone la recuperación de un gran texto, obra clave de la dialogística española y un clásico en el estudio del cristianismo en Europa […] La solidez en la formación histórica, filosófica y teológica de los autores del trabajo garantizan un aparato crítico riguroso y detallado».
Vocación sacerdotal es un amplio estudio, desde la perspectiva teológica- pastoral-pedagógica), de la vocación al sacerdocio en la Iglesia actual, llevado a cabo por un grupo de especialistas en el tema. Se aborda desde la nueva situación de cambio, que representa la realidad eclesial-sociorreligiosa-cultural, con una fuerte incidencia en los nuevos planteamientos de la pastoral vocacional. Desde esta angulación se destacan: la raíz bíblica de la vocación paulina y evangélica; la vocación sacerdotal en el conjunto de los ministerios eclesiales; la complementariedad entre la experiencia interior (carisma) y la llamada eclesial (misión); las claves, en fin, de la animación pastoral. Todo ello representa un “salto cualitativo” hacia una renovada pastoral vocacional y el planteamiento de la vocación al sacerdocio en el marco de la misión de la Iglesia, contando con la imprescindible diversidad carismática y ministerial, aceptando el reto de una fascinante aventura espiritual, en búsqueda de una Iglesia más mística, fraternal y diaconal. Este es el marco hoy de la pastoral vocacional y concretamente sacerdotal
La Teología Fundamental trata de responder de manera científica a la invitación que el Apóstol dirige a los cristianos a que estén siempre dispuestos a “dar razón de la esperanza”. Partiendo de la fe en la revelación de Dios en Cristo, analiza la naturaleza de la misma revelación y del acto de fe, así como su modo de situarse en relación con la razón y la existencia humanas.
Se articula en dos partes. La primera se presenta como una teología de la revelación y de la fe, a la cual se une un examen de la teología de las religiones. La segunda, contiene un amplio estudio de la credibilidad de la revelación en sus diversos aspectos y relaciones, tanto teológicos como antropológicos. Este estudio culmina en una desarrollada exposición de los signos primordiales de la revelación que son Cristo y la Iglesia.
El conocimiento de las cuestiones abordadas proporciona una información y reflexión sobre las cuestiones fundamentales en las que se apoya la fe cristiana, así como la capacidad para establecer un verdadero diálogo de la fe, tanto con la razón y la cultura, como con los hombres religiosos en general.
La carrera teológica del cardenal estadounidense Avery Dulles abarca uno de los períodos más creativos pero también más confusos de la historia de la Iglesia católica. Tal como recoge en El oficio de la teología, los años que siguieron al Concilio Vaticano II fueron años turbulentos para la Iglesia, en los que obispos, teólogos y católicos en general intentaron aplicar e implementar las enseñanzas conciliares. En este proceso, las diversas escuelas teológicas emprendieron caminos distintos y a menudo contradictorios que resultaron en una pérdida de coherencia de la teología católica.
El empeño de Avery Dulles en este libro es, precisamente, reconstruir una comunidad de discurso para la teología, de manera que pueda compartir de nuevo un lenguaje, unos objetivos y unas normas comunes que lleven a un mayor consenso y permitan servir de manera más efectiva a la Iglesia .De ahí su hincapié en el carácter eclesial de la teología.
Dulles muestra cómo una teología «post-crítica» puede beber de la riqueza de las Escrituras y de la tradición para reflexionar sobre la fe y el papel de la Iglesia hoy en día. En El oficio de la teología Dulles aborda cuestiones como a libertad académica en la enseñanza de la teología en la universidad, y sienta las bases para un diálogo renovado de la teología con la filosofía, las ciencias y otras iglesias cristianas.
El oficio de la teología fue galardonado en Estados Unidos con el primer premio de la Asociación de la Prensa Católica en 1993.
En contadas ocasiones a lo largo de la vida, los hombres padecen injusticias que los sobrepasan o son llevados a situaciones de extrema opresión, como la pérdida radical de la libertad. Es entonces cuando algunos sacan milagrosamente de sí lo mejor que poseen.
También en las cárceles del régimen nazi hubo personas que lucharon para que no fuera definitivamente conculcada la dignidad humana. Su comportamiento y sus decisiones altruistas testifican la perenne necesidad que existe de luchar contra toda desesperanza, de reparar en lo posible las injusticias y de anticipar un futuro más humano.
Dietrich Bonhoeffer nació en 1906 en Breslau (Alemania). Fue pastor, teólogo y profesor. Miembro de la Iglesia confesante alemana, participó activamente en la resistencia contra Hitler. Encarcelado en 1943, fue ejecutado el 9 de abril de 1945.
Segundo título de nuestra "Matrología" estructurado en cuatro apartados: I. Primeras consagraciones de vírgenes y mártires. II. El período de la "Pax Romana". III. La tragedia de las Madres del período merovinglio". IV. Para finalizar con la saga de las "Madres lerinenses" y ls del "Monacato del Jura".
«Es evidente que las `cuatro cosas últimas`, que es como se suele designar en cristiano a la muerte, el juicio, el cielo y el infierno, no pueden constituir una especie de episodio añadido a la existencia humana, [sino que] repercuten ciertamente en toda la existencia temporal como explicación última de su sentido: aquí sale a la luz lo que la vida era y es».
Este libro, inédito hasta 2005 y lleno de la coherencia y riqueza verbal características de Hans Urs von Balthasar, es fruto de años de estudio sobre la materia. En él, el autor consigue diseñar una teología inconfundible, centrada en Cristo y finalizada en Dios, para ayudar al hombre contemporáneo a responder a sus preguntas sobre las cosas últimas.
Este libro es una reflexión cristiana sobre lo que significa el Misterio de Israel para la vida de la Iglesia. Tomando como punto de partida las continuas persecuciones que a lo largo de la historia ha sufrido el pueblo judío, esta reflexión se adentra en las relaciones tormentosas y fecundas entre la Iglesia universal y el pueblo de Israel La acción paciente del Espíritu Santo, el fin de la historia operando como impulso interior de la propia historia, las voces proféticas, el perdón, la expiación, la luz del Magisterio, la fuerza de la oración, el testimonio de los santos..., toda la vida que acoge y expresa la Iglesia se hace presente en esta teología de la historia que invita al reconocimiento de la fidelidad de Dios, cuyos dones son irrevocables. Sólo desde esta visión asombrosa del amor de Dios se puede entender la persistencia de Israel, «amado de Dios». También desde el Misterio de la Iglesia cobra sentido la misión de Israel en el tiempo en que, en Jesucristo, se han consumado las promesas mesiánicas.
Gerardo López Laguna (1961) es escritor y periodista radiofónico. Ha publicado Más allá de la guerra. El sueño de Isaías (2001), así como diversos artículos para la revista Verdad y Vida.
El contenido doctrinal de las cartas de San Pablo es inmenso. Pero no hay duda de que en medio de toda esta amplitud y variedad sobresalen con singular relieve ciertos elementos característicos que coinciden con lo que el mismo apóstol denominaba su evangelio. José María Bover ha organizado en este libro los principales núcleos temáticos de la predicación paulina después de haber reflexionado sobre qué método es el más adecuado para conducir al lector a una mejor comprensión de la teología de San Pablo.
El P. Bover era un profundo conocedor de San Pablo. Su método de explicar San Pablo por el mismo San Pablo tenía mucho de original: para cada frase o expresión difícil sabía encontrar en todos los escritos paulinos alusiones o duplicados que aportasen nuevos elementos para un análisis penetrante, apartar los obstáculos y desenmarañar la frase paulina, tantas veces intrincada y aun incorrecta. Un tal pasaje se iluminaba progresivamente con elementos afines, hasta que se hacía plena luz sobre el pensamiento de Pablo, siempre lógico y profundo.