A sangre y fuego es la primera novela de la trilogía de Sienkiewicz, que abarca, en las tres novelas, el periodo que va desde 1648 a los últimos años del siglo XVII, con el reinado de Juan III (Juan Sobieski). El autor, siguiendo el ejemplo de Alejandro Dumas Sr., complementa una colorida y rica narrativa con un marcado sentimiento patriótico.
En 1647 los cosacos se sublevan en contra del poder de la nobleza polaca. Los campesinos ucranianos rebeldes se unirán al ejército cosaco, y estos se alían con los eternos enemigos de Polonia: las terroríficas hordas tártaras del Este. Las brasas de los viejos resentimientos inflamarán una brutal avalancha de violaciones, pillajes y asesinatos dispuesta a tomar el corazón del reino, Varsovia, justo en el momento que la muerte del rey produce un vacío de poder.
En medio de este épico conflicto, Juan Kretuski, comandante de los caballeros del príncipe, se enamora de la bella Elena, y al poco tiempo su amada es secuestrada por los cosacos. Así, las próximas batallas no se librarán solo por la supervivencia de Polonia; serán la búsqueda de Kretuski y sus fieles caballeros de Elena, el símbolo de lo que Polonia fue y ahora quiere seguir siendo.
A sangre y fuego, junto con El diluvio y Un héroe polaco, constituyen la trilogía polaca de Henryk Sienkiewicz. Estas dos últimas novelas serán también publicadas por Ciudadela en octubre y noviembre.
Héroes, espectaculares batallas, amistades eternas y muertes heroicas en una epopeya homérica considerada como uno de los grandes relatos épicos de todos los tiempos, que aúna las grandes pasiones, la intriga y una acción vertiginosa con una amplia visión histórica sobre uno de los momentos decisivos en el proceso de configuración política de Europa.
Cuando Rogelio escucha de su mujer la propuesta de irse a vivir a Chile con toda la familia, se queda anonadado, y aunque acabará dejándose convencer como otras muchas veces, tendrá que ser ella misma, Violeta, la que se encargue de poner todo en marcha, desde el ánimo de su marido hasta la mudanza que los ha de llevar al país de los Andes. Una vez allí, Rogelio se ve desbordado ante la repentina realidad de tener que cuidar de sus siete hijos, que aunque colaboran en lo que pueden, no eliminan el trabajo normal de tamaña aventura.
Las dificultades de adaptación al nuevo país, el descubrimiento de un mundo tan diferente, el acostumbrarse a una Naturaleza que de pronto se revela agresiva, y la vida de los diversos miembros de la familia en cuestión son expuestos con un gran equilibrio narrativo e indudable belleza literaria que hace de lo cotidiano casi lo excepcional.
Un argumento aparentemente sencillo, pero intenso por la gran calidad con que está desarrollado, y por la indudable emoción de los aconteceres, hace de esta novela una obra de infrecuente fuerza creadora.
El autor:
Blanca García-Valdecasas (Granada, 1936) es una de las grandes escritoras contemporáneos en lengua española.
Entre otros galardones, ha obtenido el Premio Fastenrath, que cada cinco años otorga la Real Academia Española a la modalidad de narrativa, y ha sido condecorada con la orden de Gabriela Mistral por su aportación a la cultura hispanoamericana. Además, le fue concedido el Premio de narrativa Ramón Gómez de la Serna, que otorga el Ayuntamiento de Madrid.
Prólogo del Cardenal D. Antonio Cañizares.
La civilización occidental nos ha dado el milagro de la ciencia moderna, la riqueza de la economía libre, la seguridad del imperio de la ley, un sentido único de los derechos humanos y de la libertad, la caridad como virtud, un espléndido arte y música, una filosofía fundada en la razón y otros innumerables regalos que la hacen la civilización más rica y poderosa de la historia.
Pero, ¿cuál es la fuente última de todos esos regalos? El autor de varios best-sellers y profesor universitario Thomas E. Woods, Jr. nos brinda la respuesta: La Iglesia católica.
En Cómo la Iglesia construyó la civilización occidental usted podrá descubrir:
Por qué la ciencia moderna surgió de la Iglesia católica.
Cómo los sacerdotes católicos desarrollaron la idea del libre mercado quinientos años antes que Adam Smith.
Cómo la Iglesia católica inventó la universidad.
Por qué todo lo que usted ha oído sobre el affaire Galileo es falso.
Cómo la Iglesia católica humanizó Occidente insistiendo en la sacralidad de toda vida humana.
Ninguna institución ha hecho más para dar forma a la civilización occidental que los dos mil años de la Iglesia católica, y en modos que muchos de nosotros hemos olvidado o nunca sabido.
"La "crisis litúrgica" que siguió al Concilio Vaticano II ha causado un cisma, con excomuniones latae sententiae incluidas. Ha provocado malestar, polémicas, sospechas, acusaciones recíprocas. Ahora bien, podrá parecer extraño pero, en lo que a mí me toca, semejante tempestad no ha disminuido sino que, al contrario, ha aumentado mi confianza en la Iglesia […] La confianza en que llegarían tiempos como los que en este libro describe, con el debido realismo, más con gran esperanza, don Nicola Bux".
De la introducción de Vittorio MESSORI.
- La reforma de Benedicto XVI cuenta con un prólogo de Cardenal Cañizares y una introducción del famosos periodista italiano Vittorio Messori.
- D. Nicola Bux es consultor de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe y de la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice.
- La reforma de Benedicto XVI ha cosechado un gran éxito en Italia y, según los expertos, es el libro clave para entender los cambios litúrgicos que se están emprendiendo durante el actual Papado.
Cuando en julio de 2007 el Motu Propriode Benedicto XVI restableció la celebración de la Misa en latín, desde muchas partes se elevaron resonantes voces de protesta. El temor difundido era –y es– que el papa Ratzinger finalmente se había quitado la máscara, revelándose aquel reaccionario defensor de la tradición que la mayoría lo acusaba de ser ya desde los tiempos en que era Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, o sea, el ex Santo Oficio. A estas objeciones, Benedicto XVI replicó mostrando cómo el retomar el rito latino no es un “paso atrás”, un retorno a los tiempos precedentes al Concilio Vaticano II, sino un mirar adelante, retomando de la tradición pasada lo más bello y significativo que ella puede ofrecer a la vida presente de la Iglesia. Lo que el papa Ratzinger quiere hacer en su paciente obra de reforma es renovar la vida del cristiano –los gestos, las palabras, el tiempo de lo cotidiano– restaurando en la liturgia un sabio equilibro entre innovación y tradición. Haciendo con esto emerger la imagen de una Iglesia siempre en camino, capaz de reflexionar sobre sí misma y de valorar los tesoros de los que es rico su cofre milenario.
Nicola Bux, sacerdote de la archidiócesis de Bari, ha estudiado y enseñado en Jerusalén y Roma. Docente de Liturgia Oriental y de Teología de los Sacramentos en la Facultad Teológica Pugliese, ha sido perito en el sínodo de obispos sobre la Eucaristía. Es consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe y para la Causa de los Santos y consejero de la revista teológica internacional Communio. Recientemente ha sido nombrado consultor de la Oficina de las Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice.
La autora, médico y experta en el tema, refleja muy bien, a través del comentario de casos, la situación de los adolescentes americanos.
El mensaje central del libro es la influencia de la familia en el proyecto de vida de los jóvenes. Se considera esencial la presencia educativa del padre en el hogar y su dedicación de tiempo a los hijos. Quizá el contenido se centre excesivamente en el mundo afectivo y sexual de los adolescentes y en algunas alteraciones de su comportamiento, como los trastornos de la alimentación. El planteamiento de fondo es cristiano y los mensajes están cargados de sentido común. La lectura de este libro puede ayudar a las familias españolas que, de algún modo, van siguiendo la tendencia de la sociedad americana. La autora aporta unas estadísticas muy interesantes que hacen ver al lector la importancia que tiene la ejemplaridad y autoridad de los padres. Denuncia la ausencia de muchos padres en el hogar y la absoluta trivialización del sexo, separado del amor y de la procreación, que produce desencanto y descentramiento en muchos jóvenes. Aporta soluciones que no están en los anticonceptivos, sino en la educación y comunicación familiar más intensa y en una sólida formación en valores de los hijos.