«La nonna di Cappuccetto Rosso forse oggi presiede il consiglio di amministrazione di una multinazionale. Oppure ha deciso di trasferirsi a vivere in una zona residenziale meno pericolosa della casetta in mezzo al bosco». Oggi la terza età ha in effetti mutato le proprie caratteristiche e già si parla di quarta età, distinta dalla precedente per un diverso grado d'indipendenza e di autonomia delle persone.
Si dice che si comincia a invecchiare quando si comincia a guardare indietro. Il cristiano sa di poter continuare a guardare avanti, perché il fulcro della sua vita è oggetto di speranza.
Redatto secondo lo schema vedere-giudicare-agire, il testo disegna, nella prima parte, gli orizzonti della vecchiaia nella società contemporanea. Prosegue poi raccogliendo i passi fondamentali sulla vecchiaia presenti nella rivelazione biblica e nel magistero recente della Chiesa. Torna quindi a volgere lo sguardo verso la realtà per collaborare ad aprire a Dio e ai fratelli il cuore che vive la sua terza o quarta età. Una ulteriore parte è dedicata alla confessione di fede nel Dio di Israele e Gesù: essa tenta di chiarire il senso della vecchiaia cristiana.
JOSÉ-ROMÁN FLECHA ANDRÉS, sacerdote della diocesi di León, in Spagna, è professore emerito di teologia morale alla Pontificia Università di Salamanca; ha pubblicato nel settore di sua competenza diversi manuali di studio nonché riflessioni bibliche e pastorali, tra cui Cercatori di Dio, figure bibliche. Dal 1995 vive nella residenza per anziani delle Piccole sorelle dei poveri di Salamanca.
La moral cristiana no puede olvidar a Jesucristo. Una presentación puramente negativa de la moral cristiana ignora con frecuencia su constitutiva orientación positiva. Jesús no es Catón. No puede ser imaginado como un implacable fustigador de vicios. Con su misma presencia, con sus gestos y palabras, Jesús revelaba el rostro misericordioso de Dios y ofrecía a las gentes la posibilidad de vivir sabiéndose y sintiéndose amadas por Él. Esa certeza de ser objeto del amor de Dios ha de generar un dinamismo ético marcado precisamente por el amor, es decir, por el ejercicio de la misericordia.
José-Román Flecha Andrés es sacerdote de la diócesis de León y profesor de Teología Moral en la Universidad Pontificia de Salamanca. En la BAC ha publicado Teología moral fundamental; Moral de la persona. Amor y sexualidad; Las bienaventuranzas, caminos de felicidad, y El respeto a la creación.
Pertenece a la serie: «Textos para el Año de la Misericordia, 4».
Las bienaventuranzas son un evangelio dentro del evangelio. Antes de ser leídas como un código ético, tendrían que ser escuchadas y meditadas como una revelación sobre Dios y sobre Jesús. Son, por eso mismo, un mensaje sobre el ser humano y sus anhelos de felicidad. En el corazón de toda persona, creyente o no creyente, están bullendo las bienaventuranzas. Basta hacer silencio para escuchar su clamor. Tras una introducción de tipo académico, este libro presenta una reflexión pastoral sobre cada una de las felicitaciones de Jesús a aquellos con los que ha querido identificarse.
José-Román Flecha Andrés es sacerdote de la diócesis de León y profesor de Teología Moral en la Universidad Pontificia de Salamanca. En la BAC ha publicado Teo logía moral fundamental, un volumen dedi cado a la teología moral de la persona, y El respeto a la creación.
"Bioética en Europa y Derecho de la Persona". Organizado por el Instituto Superior de Estudios Europeos y Derechos Humanos el congreso pretendio centrarse un poco más en una ciencia actual, y cada vez más importante y urgente: la Bioética. Una ciencia relativamente nueva y definida como “el estudio sistemático de la conducta humana en el campo de las ciencias de la vida y del cuidado de la salud, en cuanto que esa conducta es examinada a la luz de los valores y principios morales" (...)
EDIBESA inicia con esta obra una serie de libros sobre convertidos, que comienza con "San Pablo y convertidos de la Biblia" y terminará con "Charles de Foucauld y Edith Stein". El profesor José-Román Flecha Andrés aborda en este libro, con la maestría que le caracteriza especialmente en los personajes bíblicos, la figura gigantesca de San Pablo, cuya conversión da nombre a la serie "El Camino de Damasco". También están los personajes bíblicos, antes y después de Pablo, desde el rey y profeta David y otros convertidos del Antiguo Testamento, hasta Mateo, la Samaritana y otros del Nuevo Testamento. La conversión a Dios siempre ha acompañado la vida de todo hombre que busca la Verdad, la Vida, el Amor y la Felicidad.
Ante el deterioro de nuestro planeta son muchas las voces que se alzan pidiendo un gesto de responsabilidad. Estas páginas recorren, a grandes zancadas, la historia cristiana, entreviendo entre sus pliegues los signos de un respeto a la creación que viene exigido por la misma fe cristiana. Esos signos son innumerables y tan sólo unos pocos han podido ser recogidos aquí. Nuestra reflexión, explícitamente creyente, es una invitación a colaborar en la tarea de conservar para el futuro el mundo creado que nos ha sido concedido como hogar. También, estas páginas quieren tender un puente, sencillo y «ecológico» entre la contemplación y la acción. El mundo creado es para los cristianos un libro en el que nos habla Dios, pero es también un interlocutor que nos dirige algunas urgentes demandas éticas.
Seguramente la cuestión moral más debatida en el ámbito académico es la justificación del juicio ético, que centra de lleno la Teología Moral Fundamental. Pero las cuestiones que más preocupan al hombre de la calle se encuentran en el ámbito de la Teología Moral de la Persona. Las relativas al origen y el fin de la vida, así como al respeto que merece, son estudiadas hoy por la Bioética. Otras plantean los eternos interrogantes del amor y la sexualidad.
A estos temas se acerca el presente manual. Elaborado y revisado una y otra vez a lo largo de muchos años, ofrece un resumen de la doctrina cristiana sobre estos temas eternos. Su estudio se acerca con ánimo dialogante a las ciencias humanas, escucha la voz de las tradiciones bíblicas y presta una sincera atención a la doctrina reciente del Magisterio de la Iglesia católica. Sobre esas bases se trata de ofrecer los criterios para la elaboración de un juicio ético sobre el comportamiento humano en relación con la sexualidad. Esta es entendida, en clave personalista, como el lenguaje privilegiado del compromiso del amor.
Lejos de caer en el manido tópico de las restricciones, este manual ofrece, en su parte central y más importante, una cuidada reflexión antropológica sobre los cuatro valores que fundamentan y articulan la moral de la sexualidad: el cuerpo y el placer, el amor y la fecundidad