¿Cómo ayudar a los educadores en el siglo XXI a cumplir su función en el ámbito de la afectividad? La tarea educativa requiere ayudar a las personas a descubrir los propios talentos y desarrollarlos, de acuerdo con el propio carácter, con el propio modo de ser y con la naturaleza del género humano.
La afectividad es uno de los elementos que han adquirido mayor relieve en los últimos años al hablar de la tarea educativa. Todos anhelamos amar y ser amados para siempre.
Este libro pretende ayudar a los padres y educadores a desarrollar mejor su tarea y a tener análisis de primera mano sobre temas que han adquirido una relevancia pública en los últimos decenios: la educación sexual, el papel del amor humano en la búsqueda de la felicidad y la presentación en la esfera pública de la educación afectiva.
Algunas de las propuestas aquí presentadas pueden discrepar de las de personas que tengan una diversa idea antropológica sobre la sexualidad. Este libro solo desea compartir algunas reflexiones para poder pensar en estos temas con serenidad, sin intentar imponer nada a nadie. Educar no es imponer, sino orientar.
La perspectiva médica, psicológica, teológica y comunicativa ofrecida por los autores trata precisamente de ampliar los puntos de vista y recalcar la importancia de la tarea educativa.
Las crueldades padecidas por millones de seres humanos durante el siglo xx no dejan de impresionar a sucesivas generaciones: guerras civiles y mundiales, bombardeos que arrasan ciudades, sistemas políticos totalitarios, campos de exterminio, bombas atómicas, genocidios, matanzas tribales, atentados terroristas, torturas, persecuciones religiosas, etc. Los medios audiovisuales difunden noticias y reportajes sobre asesinatos, degollamientos, vilezas, aberra­ciones, atrocidades, violencia de género, que dejan a los espectadores aterrorizados, indignados, sin aliento, confusos. La contemplación de tanto dolor y sufrimiento, además de conmover, ha originado agudos interrogantes en torno al origen, causas y efectos del mal en la vida humana. Estamos ante uno de los problemas morales que, a pesar de los obstáculos, la filosofía ha de intentar esclarecer. La perspectiva ética y política predominante en esta obra, bajo el amplio título de "La maldad", busca clarificar lo que acontece en el interior del sujeto causante del mal, en la persona que realiza libremente actos crueles (de los que es responsable) con tal grado de perversidad que constituyen un escándalo de difícil comprensión, una injusticia imposible, humanamente, de perdonar y subsanar. Este libro antológico profundiza en las raíces "antropológicas de la maldad", las "implicaciones filosóficas" que ha generado en cuestiones clásicas como la libertad o la existencia de Dios, entre otras, y los "efectos socio-políticos" que ha desencadenado el mal moral en la historia, y sobre todo a lo largo del si­glo XX (cuyo trágico símbolo ha quedado fijado en Auschwitz), durante el que se han constatado tantas barbaries denigrantes para la dignidad humana.
En este pequeño gran clásico, considerado por National Review como uno de los cien mejores ensayos del siglo XX, C.S. Lewis desarrolla una concisa pero intensa reflexión sobre la sociedad, la naturaleza y los grandes retos educativos de nuestro tiempo. Con su prosa genial y aguda, el autor de Las crónicas de Narnia lleva a cabo una de las mejores defensas de la objetividad de la ley natural y de la moralidad que se hayan escrito, al tiempo que advierte contra las inhumanas consecuencias de eliminarlas de la familia, la escuela y la civilización.
Escrito en 1943, se trata, en definitiva, de un texto sorprendentemente profético, que aporta uno de los diagnósticos más lúcidos y certeros sobre lo que sucede en la sociedad actual.
La dirección o gerencia de empresas implica cierta visión del ser humano y de su lugar en de la sociedad y en el mundo. Esta visión, estrechamente relacionada con la concepción de la empresa y su finalidad, está presente, al menos de modo implícito, en todos los estudios y propuestas de dirección de empresas desde sus inicios. Sin embargo, muchos estudiosos de este tema se han centrado más en aspectos empíricos del comportamiento personal o colectivo en las organizaciones empresariales que en el conocimiento filosófico del ser humano. De este modo, se han asumido acríticamente ciertos presupuestos sobre la persona humana.
Introducción de Olivier Clément. Editado en colaboración con la Universidad Francisco de Vitoria.
El lector experto se dará cuenta de que no estamos ante una antropología teológica al uso, en el sentido de que no se trata de un manual académico, frío y aséptico, en el que se analicen y criben doctrinas varias. Sin embargo, tanto el estudioso como el lector inquieto por encontrar cauces nuevos para la reflexión acerca del hombre, sí encontrarán una antropología teológica rigurosamente confeccionada. Descubrirán en sus páginas la fecundidad de un pensamiento elaborado desde la luz que el Oriente cristiano —menos racionalista y encorsetado por rigorismos conceptualistas— aporta al Occidente postilustrado al «decir el hombre».
Marko Ivan Rupnik (Zadlog, Slovenia, 1954), jesuita, es profesor del Pontificio Instituto Oriental de Roma y de la Pontificia Universidad Gregoriana. Desde 1995 es, asimismo, director del taller de arte espiritual del Centro Aletti y, desde 1999, consultor del Pontificio Consejo para la Cultura. A su amplia actividad como artista y teólogo añade, además, la específicamente pastoral, sobre todo mediante conferencias y la dirección de numerosos ejercicios espirituales. En la BAC ha publicado también El conocimiento integral (2013) y Teología de la evangelización desde la belleza (2013).
Armas de destrucción masiva, polución, extinción demográfica: todo lo que amenaza al hombre en tanto que especie viva ya no genera duda. Pero hay factores que provienen del hombre mismo que socaban su propia humanidad. Estos factores son más difíciles de entender. El objetivo de Rémi Brague, en este sentido, es descubrirlos a través de un análisis radical de la idea de humanismo. La cuestión es saber cómo podemos promover el valor del hombre y de lo que es humano, luchando contra todas las figuras de lo inhumano. Es preciso, a partir de ahora, saber qué es necesario realmente para promover un cierto humanismo. Es el propio humanismo sobre el que se sostiene el mal. Rémi Brague advierte señales de este fenómeno reciente en tres grandes autores del siglo XX: el poeta ruso Alexander Blok y los filósofos Michel Foucault y Hans Blumenberg. No podemos engañarnos con ilusiones. Es fácil predicar un humanismo reducido a reglas de convivencia, pero ¿cómo cimentarlo? El pensamiento moderno anda corto en argumentos para justificar la existencia misma de los hombres. Buscando construir su propio armazón, excluye todo lo que trasciende lo humano. ¿Es una forma de decir que el proyecto ateo de los tiempos modernos ha fracasado? El lector lo juzgará.
Traducido de original francés (Le propre de l´homme. Sur une létimité menacée) por Leonardo Rodríguez Duplá.
La neurociencia es hoy uno de los sectores científicos más avanzados, con mucho que decir en cuestiones como el pensamiento, la conciencia, la libertad, la afectividad, antes reservadas solo a la filosofía. En este libro, el autor pretende introducir en esta área de un modo equilibrado, accesible y riguroso, planteando una filosofía de la neurociencia. En primer lugar, ofrece un panorama histórico, deteniéndose especialmente en los neurocientíficos contemporáneos que han meditado sobre cuestiones antropológicas, a veces con muy diversas interpretaciones. A continuación, se estudia la integración del cerebro y sus funciones en los diversos niveles de la persona humana, con una amplia sección dedicada a los temas de la percepción, las emociones básicas, la conciencia del propio cuerpo y la captación de los demás. Por su carácter sintético, preciso e interdisciplinar, este libro interesará a todos los que deseen profundizar en las relaciones entre la neurociencia y la antropología. Juan José Sanguineti, nacido en Buenos Aires, es Catedrático de Filosofía del conocimiento en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma). En esta colección ha publicado El conocimiento humano (2005) y Filosofía de la mente (2007).
Este es un libro de historia y compromiso creyente sobre un tema clave de la Biblia y del mismo Magisterio de la Iglesia.
Es un libro de historia que expone de un modo ordenado el despliegue y mensaje de la familia a lo largo de la Biblia, en el Antiguo y el Nuevo Testamento. No hay quizá un tema de más importancia: solo conociendo lo que fuimos, podremos proponer y buscar lo que seremos.
Es un libro de compromiso creyente, y así quiere ofrecer e impulsar un modelo fecundo de familia, en intimidad y opción social, en libertad y comunión, sabiendo que solo si "hacemos" familia podremos ser humanos y recrear nuestra historia.
En definitiva, esta ofrece una visión de conjunto de la familia en la Biblia, para responder a la tarea más urgente del momento actual: ser familia en comunión y esperanza de futuro. Esa es la respuesta que la Biblia ofrece no solo a los cristianos, sino a todos los hombres y mujeres que quieran optar por el futuro de la Vida.
Los trabajos reunidos en el presente libro están al servicio de una pregunta: la pregunta por la esencia del hombre. Este interrogante se plantea hoy con una radicalidad desconocida desde hacía mucho tiempo. Nuestro presente ve en el hombre algo enigmático. No hace todavía mucho tiempo que eran dos las respuestas definitivas con las que se contestaba a la pregunta por la esencia del hombre: la respuesta humanística de las ciencias del espíritu y la respuesta técnica de las ciencias de la naturaleza. Ambas respuestas se oponían en muchos aspectos y de modo tajante, pero ambas tenían algo de común: el que las dos creían saber lo que el hombre era. Hoy se ha desquebrajado esta ciencia ---conocer al hombre---, y con ella también la seguridad consiguiente y la angostura en el modo de tratar las cosas humanas. El hombre se ha percatado de que es otra cosa de lo que él pensaba, que es para sí una incógnita y un problema. De aquí proviene aquella radicalidad de que antes hablábamos; la pregunta por el hombre es, de nuevo, una pregunta real».<<
Francisco Suárez marcó el punto de inflexión desde la escolástica medieval al pensamiento moderno. Su obra se inserta en una tradición académica que se desarrolló en la Península Ibérica a finales del siglo XVI y comienzos del XVII, en un periodo coincidente con el Siglo de Oro de la literatura española. En realidad, al estudiar de cerca el pensamiento filosófico suareciano, aflora con más evidencia el peso de la Escolástica española en la configuración del mundo moderno. Por eso en las páginas que ahora siguen se encuentran inevitables referencias a otros autores de la tradición escolástica de las que Suárez se servirá de algún modo. En este contexto doctrinal se enmarcan los trabajos presentados en el IV Simposio de la Línea Especial de Pensamiento clásico español celebrado los días 5 y 6 de mayo de 2011 en la Universidad de Navarra bajo el título de «Fundamentos antropológicos de la ley en Suárez». Abordar las bases antropológicas presentes en las posiciones especulativas de Suárez, nos permite comprender, por ejemplo, la centralidad del problema de la justicia, la posibilidad de la actuación humana libre e imputable, la posibilidad y existencia de la ley y su obligatoriedad, etc.