La contribución de la vida y predicación de san Juan de Ávila, Doctor de la Iglesia universal, centrada en el amor misericordioso de Dios, constituye una ayuda extraordinaria para adentrarnos, como él, en las entrañas misericordiosas de Dios. Desde el siglo XVI son innumerables los que gracias al Santo Maestro han penetrado y vivido las misericordias de Dios, y las han puesto en práctica con el prójimo. Grandes santos de la Iglesia con los que él tuvo relación durante su vida no hubieran dudado en elegirlo como padre predicador de un retiro sobre la misericordia de Dios.
Francisco Javier Díaz Lorite (Torreblascopedro, 1958), sacerdote de la Diócesis de Jaén, es doctor en Teología por la Facultad de Teología San Dámaso de Madrid, y licenciado en Filosofía y Letras (Filosofía y Ciencias de la Educación). De 1999 a 2003 fue director del Secretariado de la Comisión Episcopal del Clero, co-director del Secretariado «San Juan de Ávila» y secretario de la Junta Episcopal «Pro-Doctorado de San Juan de Ávila» de la Conferencia Episcopal Española. En la actualidad es párroco de San Sebastián de Linares y profesor de Antropología Teológica en el Seminario Diocesano de Jaén.
Pertenece a la serie: «Textos para el Año de la Misericordia, 5».
Cuando han transcurrido cincuenta años de la celebración del Concilio Vaticano II, el Papa Francisco nos ha indicado que el mensaje evangélico de la misericordia anida en las notas características que le quisieron imprimir san Juan XXIII y Pablo VI: un magisterio pastoral y una espiritualidad samaritana. El Espíritu del Señor ha hablado a su Iglesia en el Concilio. Es preciso conocer sus indicaciones, sus líneas directrices, el significado del aggiornamento, las verdades que ha expresado doctrinalmente, en fidelidad a la máxima paulina: «¡No apaguéis al Espíritu!».
En esta lógica, el cuerpo central de este libro lo componen dos paneles que son dos evocaciones complementarias del Vaticano II. En la primera, con la ayuda del diario de un obispo árabe, N. Edelby, queda reconstruido cronológicamente el acontecimiento conciliar en sus cuatro períodos de sesiones. En la segunda, los apuntes del obispo belga A. M. Charue, vicepresidente de la Comisión doctrinal, sirven de base documental para reflejar el proceso de gestación de las dos constituciones dogmáticas (Lumen gentium, Dei Verbum). Por tanto, acontecimiento y decisiones doctrinales.
El Vaticano II nos ofrece pistas para avanzar en «la conversión misionera para la reforma de la Iglesia». Todo lo que hay de bueno y ya conseguido no puede dispensarnos de dar una respuesta creativa a los interrogantes inscritos en el imperativo paulino: ¿qué queremos los cristianos para los próximos años? ¿Tenemos el coraje suficiente para ocuparnos de las grandes cuestiones de hoy? ¿No son nuestra predicación y nuestro anuncio de la fe demasiado tradicionales? ¿Por dónde quiere soplar hoy en nuestra Iglesia ese Espíritu que todo lo renueva y que parece venir desde el sur?
BIOGRAFÍA
Santiago Madrigal (1960) es jesuita, profesor de Eclesiología y Teología ecuménica en la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia Comillas (Madrid). En este nuevo libro prolonga una línea de investigación centrada en el estudio del Concilio Vaticano II: Vaticano II: Remembranza y actualización. Esquemas para una eclesiología (Santander 2002); Memoria del Concilio: diez evocaciones del Vaticano II (Madrid 2005); Karl Rahner y Joseph Ratzinger. Tras las huellas del Concilio (Santander 2006); Tiempo de Concilio. El Vaticano II en los diarios de Yves Congar y Henri de Lubac (Santander 2009); Tríptico conciliar: Relato – misterio – espíritu del Vaticano II (Santander 2012); Unas lecciones sobre el Vaticano II y su legado (Madrid 2012). Es miembro de la Real Academia de Doctores de España.
Ser misericordiosos como el Padre es la vocación y misión de los cristianos. Para poder vivir esta vocación y realizar esta misión, somos llamados a redescubrir la profundidad del evangelio de la misericordia. Quien es consciente de que depende de la misericordia recibida de Dios como don siente la necesidad de ser misericordioso consigo mismo y con los demás. El tema de la misericordia se halla íntimamente relacionado con la imagen de Dios; de ahí que ocupe el centro de la fe cristiana. La riqueza y la belleza, la profundidad y la trascendencia de este misterio aparecen en su totalidad únicamente en el marco de la relación vivida con Dios. Y los creyentes podemos experimentar esta relación de una manera nueva desde que la misericordia divina se hizo carne en Jesús. Las dos primeras partes del presente libro abordan el evangelio de la misericordia desde diferentes perspectivas: bíblicas, teológicas, litúrgicas y sacramentales. A continuación, en la tercera parte, se dirige la mirada a otras religiones para ver qué luz arrojan ellas sobre este tema. Y en la cuarta y última parte se atiende a las aportaciones de la ética y el derecho canónico, prestando oído además a diferentes reflexiones sobre el espíritu de la época y sobre la comunicación interpersonal en Internet.
GEORGE AUGUSTIN, doctor en Teología, es catedrático de Teología Dogmática y Fundamental en la Escuela Superior de Filosofía y Teología de Vallendar; acompaña espiritualmente a sacerdotes en la diócesis de Rottemburgo-Stuttgart. Entre sus obras publicadas en Sal Terrae: Llamados a la alegría: el gozo de ser sacerdote / Por una Iglesia en salida con el papa Francisco / El cambio de valores: Análisis y respuestas / Para Dios y para los demás: la vida consagrada en plenitud y, en esta misma colección: El desafío de la nueva evangelización / El problema de Dios, hoy / Jesús es el Señor: Cristo en el centro / El matrimonio y la familia.
JOHANNES BRANTL, doctor en teología, es catedrático de teología moral en la Facultad de Teología de Tréveris.
MARKUS GRAULICH, SDB, doctor en derecho canónico, es subsecretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, Roma.
MARK-DAVID JANUS, CSP, doctor en psicología, es presidente y editor de Paulist Press en Mahwah, Nueva York.
KURT KOCH, doctor en teología y cardenal de la Iglesia católica, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, Roma.
FELIX KÖRNER, SJ, doctor en filosofía y teología, es catedrático de teología dogmática y teología de las religiones en la Pontificia Universidad Gregoriana, Roma.
THOMAS KRAFFT, filósofo y publicista, vive en Múnich.
PHILIPP MÜLLER, doctor en teología, es catedrático de teología pastoral en la Universidad Johannes Gutenberg de Maguncia.
INGO PROFT, doctor en teología, es colaborador científico en el Instituto de Ética y en el Instituto Cardenal Walter Kasper de la Escuela Superior de Filosofía y Teología de Vallendar.
PAUL RHEINBAY, SAC, doctor en teología, es catedrático de historia de la Iglesia en la Escuela Superior de Filosofía y Teología de Vallendar, y maestro zen en Vallendar.
THOMAS SÖDING, doctor en teología, es catedrático de Nuevo Testamento en la Universidad del Ruhr en Bochum.
El 31 de octubre de 1517 publicó Martín Lutero en Wittenberg sus 95 tesis, dando inicio al movimiento de la Reforma. La Iglesia luterana y la Iglesia católica romana –una vez firmada la Declaración conjunta sobre la Doctrina de la Justificación entre la Iglesia católica y la Federación Luterana Mundial (1999)– se preparan en la actualidad para conmemorar conjuntamente en 2017 el 500 aniversario del comienzo de la Reforma en una celebración fraterna que ayude de modo eficaz en el camino hacia la unidad. Prueba de ello es que el Papa Francisco viajará el 31 de octubre de 2016 a Suecia con el fin de conmemorar allí con los hermanos luteranos el quinto centenario.
Desde el punto de vista ecuménico, por otra parte, hemos vivido otros dos acontecimientos de suma importancia: el abrazo en 1964 del Patriarca Ecuménico de Constantinopla Atenágoras con el Papa Pablo VI y, el 12 de febrero de 2016, el encuentro fraterno en La Habana de dos obispos hermanos, el Patriarca Kiril de Moscú y Toda Rusia, y el Papa Francisco, después de casi mil años de separación (de 1054 a 2016).
El autor del presente ensayo, Justificación y santificación, es plenamente consciente de las dificultades que, pese a la mutua buena voluntad, todavía nos separan de la Federación Luterana en el tema de la justificación. No obstante, opina que, más allá de los puntos concretos en litigio, es preciso hablar de la experiencia espiritual común que nos une. La justificación gratuita de parte de Dios en Cristo establece un género de amistad, de relación con Dios, en la que nadie puede introducir subliminalmente intención alguna que no sea la pura gratuidad. Ni tan siquiera el deseo, en el fondo narcisista, de ser «más perfecto» o «más santo». Y, en segundo lugar, que aun siendo diferentes en cuanto al objeto del amor, en dicha gratuidad divina quedan íntimamente vinculados entre sí el amor a Dios y el amor al prójimo, en cuya unidad culmina la ley de la santidad (Levítico 19,2; Mateo 5,48; Lucas 6,36).
BIOGRAFÍA
Santiago Arzubialde, nacido en San Sebastián (Guipúzcoa) en 1940, entró en la Compañía de Jesús en 1958. Ordenado sacerdote en Loyola en 1970, ha dedicado la mayor parte de su ministerio sacerdotal a los Ejercicios Espirituales. Fruto de estos años de trabajo es su obra Ejercicios Espirituales de san Ignacio: historia y análisis (1991, 20092), publicada en coedición por Ediciones Mensajero y la Editorial Sal Terrae. Como docente, desde el año 1976 ha venido impartiendo la asignatura de Teología Espiritual Sistemática, primero en la Facultad de Teología de Deusto y posteriormente en la Universidad Pontificia Comillas, hasta su jubilación en el año 2011.
La presente obra es la segunda entrega de su Ensayo de Teología Espiritual Sistemática, cuyo primer volumen se publicó en esta misma colección bajo el título Humanidad de Cristo, lógica del amor y Trinidad.
¿Dónde estaba Dios durante las matanzas en Auschwitz? ¿Por qué permaneció callado? Son preguntas que reflejan el estupor del hombre ante el sufrimiento y la injusticia, los horrores de la guerra, las persecuciones y las calamidades naturales.
Con motivo del Jubileo de la Misericordia, y de manera incisiva pero siempre diáfana, el autor reflexiona sobre el acercamiento del hombre a Dios a través de la compasión. Nuestra limitación para afrontar el dolor y las contradicciones de una realidad a menudo cruel llevan al ser humano a la indignación frente a lo divino. Sin embargo, la grandeza del amor a Dios y al prójimo, manifestada en obras, únicamente puede ser expresada a través de la justicia y el perdón.
Pablo Marti del Moral (Granada) es sacerdote, licenciado en Derecho por la Universidad de Málaga y doctor en Teología por la Universidad de la Santa Cruz (Roma). Actualmente es profesor de Teología Espiritual en la Universidad de Navarra y secretario del departamento de Teología Moral. Son numerosas sus publicaciones, entre las que destaca Teología Espiritual, publicado también en Rialp.
Un libro que recoge la experiencia de sus autores como profesores y educadores durante muchos años en el ámbito educativo y catequético, y como formadores de profesores y de catequistas. En los cursos dirigidos por ellos en el Departamento de Pastoral y catequesis de la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra se han formado más de 6.000 educadores.
La páginas de este texto descubren la urgente necesidad de educar en la fe a niños, jóvenes y adultos, tanto en la familia, como en la parroquia y en la escuela. Ayudan a profesores de religión y a catequistas a utilizar las actuales aportaciones de las ciencias pedagógicas que faciliten el proceso de la educación de la fe.
Ofrecen orientaciones prácticas sobre el modo de preparar e impartir las clases de religión y los distintos programas de catequesis.
Desde muy joven, Guardini se propuso elaborar un método adecuado a la transmisión de la fe cristiana a unas gentes muy probadas y jóvenes desconcertados por un entorno convulso. A esa tarea consagró sus grandes dotes y una voluntad a prueba de sacrificios. Por eso el tema de la es uno de sus predilectos. Sobre la vida de la fe, Conocimiento de la fe, Existencia creyente, Solo quien conoce a Dios conoce al hombre... son algunas de l obras dedicadas a describir la experiencia creyente.
En este libro se agrupan varios de eso escritos relativos a la fe. En los primeros intenta Guardini pespuntear lo que habrá sido la experiencia religiosa en los albores de la historia de las religiones. Con fina sensibilidad nos ayuda a experimentar los primeros latidos del sentimiento religioso al contemplar la naturaleza y sus sorprendentes fenómenos de luz y sombras, invierno y primavera, el día y la noche...
Edición y revisión de la traducción por Alfonso López Quintás.
Traducido del original alemán (Religiöse Erfahrung und Glaube) por Roberto H. Bernet.
Romano Guardini (Verona, 1885 - Múnich, 1968) fue un hombre muy vinculado a la educación de la juventud, como sacerdote y como profesor en las universidades de Berlín y Múnich. Sus obras y sus enseñanzas alcanzaron el reconocimiento de muchos. Pablo VI le ofreció ser cardenal, pero no lo aceptó. De su amplia bibliografía, pueden destacarse los volúmenes publicados en la BAC: El contraste. Ensayo de una filosofía de lo viviente-concreto (1996), Ética: lecciones en la Universidad de Múnich (2010) y La existencia del cristiano (2010).
El padre Marco Rupnik, sj, no necesita presentación en el mundo de habla hispana. Se han traducido ya decenas de obras suyas. En este libro nos ofrece una Lectio divina de la parábola del «hijo pródigo»; parábola que podría llevar por título también El Padre misericordioso; o quizás mejor, Los dos hermanos: uno que se convirtió en siervo, porque acabó sometido a un amo que le hacía cuidar sus cerdos; y otro que vivía como un siervo, porque se quedó en la casa del Padre, pero nunca llegó a conocerle, vivió siempre como un asalariado. En este entramado se desarrolla el libro: un Padre que se alegra porque el hijo vuelve a casa y un hermano que se enfada y no quiere entrar en la fiesta. Son las tensiones que Lucas ha recogido en esta parábola y que el padre Rupnik, magistralmente, nos enseña a reconocer y a aplicar en nuestra vida.
Traducido del original italiano ("Gli si gettò añ collo". Lectio divina sulla parabola del padre misericordioso) por Pablo Cervera Barranco.
Solo es posible alcanzar la plenitud de «lo divino» en la medida en que nos empeñamos por lograr la plenitud de «lo humano»; únicamente podemos llegar a ser «más divinos» haciéndonos «más humanos». Esta propuesta tiene que invadir e impregnar la vida y la actividad toda de la Iglesia: su teología, su sistema organizativo, su moral, sus leyes, su presencia en la sociedad y, sobre todo, en la vida y la espiritualidad de los cristianos.
Es una propuesta que brota del centro mismo de la fe cristiana: el Dios del cristianismo es el «Dios encarnado». Es decir, el «Dios humanizado», que se dio a conocer en un ser humano, Jesús de Nazaret. Pero ocurre que, en la historia del cristianismo, el hecho de la humanidad de Jesús y sus consecuencias ha resultado más difícil de aceptar que la divinidad de Cristo. Esta dificultad lleva derechamente a tener que afrontar esta pregunta: ¿Quién ocupa en realidad el centro de la vida de la Iglesia, Jesús y su Evangelio o san Pablo y su teología? No se trata de la vieja cuestión sobre quién fundó la Iglesia. La Iglesia tiene su origen en Jesús. La Iglesia tiene, por tanto, su centro en Jesús, el Mesías, el Señor, el Hijo de Dios. Pero, todo esto supuesto, no se puede soslayar esta apremiante pregunta.
A partir de ella, se concretan otros interrogantes: ¿De dónde o de quién se han tomado los grandes temas que se proponen y explican en la teología católica? ¿En qué o cómo se justifican el culto, los ritos y, en general, la liturgia que se celebra en nuestros templos? ¿Desde quién y desde qué argumentos se legitima el modo de gobierno que se ejerce en la Iglesia? ¿Qué forma de presencia en la sociedad debe tener la Iglesia? ¿Por qué el cristianismo aparece más como una religión y mucho menos como la presencia del Evangeliode Jesús en nuestro mundo? Mientras la Iglesia no afronte estas cuestiones, y les dé la debida respuesta, no podrá recuperar su identidad ni cumplir su misión en el mundo.
El hombre tiene una gran «sed» de infinito, pero vive prisionero de su finitud. ¿Quién le librará de esta condición?
Partiendo de esta experiencia paradójica, presente en los hombres de todo tiempo y cultura, y de la pregunta radical que surge de ella, Angelo Scola, Arzobispo de Milán, nos presenta de forma sencilla y directa cuál es el corazón de la propuesta cristiana y de qué modo desafía nuestra cultura actual, «en la que se cree que podemos salvarnos por nosotros mismos o que podemos acomodarnos tranquilamente en la finitud».
«El autor de esta obra, rigurosa en su contenido y muy cuidada en la forma, quiere formular la experiencia religiosa de modo que resulte seductoramente inteligible por nuestros contemporáneos y, especialmente, por los jóvenes universitarios» (Del prólogo de Monseñor Osoro).
Angelo Scola nació en Malgrate, Italia, en 1941. Obtuvo su doctorado en filosofía con su tesis sobre filosofía cristiana en 1967 en la Universidad Católica del Sacro Cuore de Milán. Posteriormente estudió teología en los seminarios de Saronno y de Venegono, doctorándose por la universidad suiza de Friburgo. Fue ordenado sacerdote en 1970. Fue director del Instituto de Estudios para la Transición de Milán, y miembro del comité ejecutivo de la edición italiana de Communio. También colaboró con la Congregación para la Doctrina de la Fe desde 1986 hasta 1991. En 1991 fue ordenado Obispo de Grosseto, pasando en 1995 a ser rector de la Pontificia Universidad Lateranense. En 2002 fue nombrado Patriarca de Venecia por Juan Pablo II, quien le creó Cardenal en 2003. Desde 2011 es Arzobispo de Milán. Entre sus obras más importantes publicadas en castellano destacan Identidad y diferencia; Hans Urs von Balthasar: un estilo teológico; La cuestión decisiva del amor: hombre-mujer; Eucaristía, encuentro de libertades; Luigi Giussani: un pensamiento original; Una nueva laicidad y Buenas razones para la vida en común, todas ellas publicadas por Ediciones Encuentro.
¿Se ha puesto de moda la misericordia? Pues sí, la verdad. Gracias a Dios, sin duda. Pero gracias también al papa Francisco, que quiere arrastrar a la Iglesia del siglo XXI por el tobogán de la misericordia.
Para ello, nada menos que ha convocado un Jubileo de la Misericordia, todo un año especial para desentrañar y experimentar la grandeza del perdón de un Dios que es Padre y vuelca en sus hijos la abundancia de su amor clemente y misericordioso.
El sacramento del Perdón, de la Reconciliación y de la Penitencia es la expresión máxima de la Misericordia de Dios. Nuestro Señor Jesucristo, que lo instituyó durante su paso redentor por esta tierra, ordenó su dispensación a la Iglesia, Madre y Maestra, espejo fiel del Corazón Misericordioso de Jesús.
He aquí un subsidio para la oración persola y comunitaria con ocho propuestas para la adoración eucarística sobre las obras de misericordia espirituales, para contemplar la misericordia de Dios y asumirla como estilo de vida propio:
1. Misericordiosos como el Padre
2. Dar consejo al que lo necesita
3. Enseñar al que no sabe
4. Corregir al que yerra
5. Consolar al triste
6. Perdonar las ofensas
7. Soportar con paciencia a las personas molestas
8. Rogar a Dios por los vivor y difuntos
Cada esquema se desarrolla en cuatro momentos:
1. Llamados y acogidos por ti
2. A la escucha de tu Palabra
3. Te alabamos y te damos gracias
4. Testigos de tu misericordia