Se ha dicho de la parábola del hijo pródigo que es un evangelio dentro del Evangelio. A través de ella, Nuestro Señor nos dirige una emotiva llamada a la conversión en nuestra vida cristiana. Ofrece tres reflexiones tomadas de los Evangelios; la primera, sobre la parábola del hijo pródigo; la segunda sobre la dracma perdida, y la tercera sobre el sentido de la frase de Jesús: "Ahí tienes a tu Madre". A la primera cuestión presta el autor máxima atención, partiendo del conmovedor relato evangélico, que se reproduce íntegramente, para después examinar los aspectos más significativos. Chevrot se muestra magistral en sus comentarios, de una sencillez asombrosa, que se introducen con suavidad dentro de la conciencia. En definitiva, una obra escrita con brevedad sorprendente, plena de matices humanos y sentido sobrenatural, que no debe faltar en ninguna buena biblioteca de libros de espiritualidad.
Presentación del card. Marc Ouellet.
La mayoría de nuestros contemporáneos lo ignoran todo acerca de la acedia. Pocos son los que saben que es a ella a la que la tradición ha identificado con el famoso «demonio del mediodía», temido por los que están sufriendo la famosa «crisis de los cuarenta». Ahora bien, aunque el término acedia haya sido olvidado, sin embargo, el problema que encubre no ha desaparecido. Bastará con que nos sumerjamos en los deliciosos textos de los primeros monjes del desierto para darnos cuenta de ello. La propia expresión de «demonio del mediodía» habría de despertar en nosotros un estado de vigilia. En efecto, por lo general, el demonio está asociado a la noche y no al pleno día. ¿No sería, precisamente, ese carácter inesperado del demonio que ataca en pleno día el aspecto que haría de la acedia un mal especialmente temible? Si bien el sol del mediodía lo baña todo con su luz resplandeciente, la acedia, como mal os­curo, invade el corazón de aquel ser humano al que ataca, en la penumbra del hastío y en la noche de la desesperanza.
Este libro, con un estilo sencillo y directo, se presenta como la entrega, a un público muy amplio, de una prolongada investigación acerca de la acedia. El autor tuvo la intuición de que la acedia no afectaba únicamente a los monjes, sino que amenazaba también a todos los estados de la vida y perjudicaba directamente a la relación del hombre con Dios. A lo largo de sus páginas, el lector se siente interpelado y comprometido a reconsiderar los aspectos que conforman lo esencial de su existencia.
Dom Jean-Charles Nault es monje de la abadía benedictina de Saint-Wandrille desde 1988. Doctor en teología por el Pontificio Instituto Juan Pablo II de Roma, recibió de manos del cardenal Joseph Ratzinger, entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el primer premio Henri de Lubac por su tesis doctoral sobre la acedia, La Saveur de Dieu (2005). Desde 2009 es padre abad de Saint-Wandrille.
Una de las tres preguntas claves de nuestra existencia es ¿para qué estamos en este mundo? o ¿cuál es nuestro destino? Sin la visión del Cielo que lo aguarda, el hombre es como un gusano de seda encerrado en el capullo y muere de asfixia. Dar testimonio de la vida eterna, que Jesús Resucitado ha traído al mundo, es la mayor obra de misericordia que puede hacerse a los hombres de hoy, que corren de acá para allá como hormigas alocadas en el gran hormiguero del mundo. Descubrir la belleza inefable del Paraíso y desear que tome el mando de nuestro corazón; entender que no hemos venido al mundo para la tierra, sino para el Cielo. Así podemos pregustar la alegría sin fin, que es la meta de nuestra vida.
A quien ha perdido a una persona querida y tiene que decirle adiós, a quien se encuentra en el proceso del duelo, le parece que la separación es también el final de su propia vida. Y, sin embargo, las vivencias ligadas a la pérdida y la despedida del ser querido pueden convertirse en fuente de esperanza, de fuerza y de vitalidad.
Puede que entonces piense qué haría él si no le quedara más que un día de vida, pero no por el deseo de morir ni por cansancio existencial, sino porque sabe que, aun cuando parezca que la noche no va a terminar nunca, llegará el alba y transformará su luto en alegría. Sabe que le aguarda el día en que «ya no habrá muerte, ni llanto ni dolor... porque el mundo viejo ha pasado» (Apocalipsis 21,4).
ANSELM GRÜN, nacido en 1945, doctor en teología y monje benedictino, es probablemente el autor cristiano más leído en la actualidad. Sal Terrae y Ediciones Mensajero (sellos editoriales del Grupo de Comunicación Loyola) han traducido y publicado más de setenta obras suyas. Su lenguaje, comprensible para todos, encuentra un eco especial en un amplísimo abanico de personas por su cercanía al ser humano concreto y a la realidad de su vida.
En Elogio de la pereza se establecen varias pautas para alcanzar la felicidad; El instante presente es una defensa de la libertad interior del hombre, donde siempre se puede recomenzar.
"¡Matadlos! ¡Matad a todas esas cucarachas, a las grandes y a las pequeñas!". Es lo que escuchaba en una habitación de tan solo un metro cuadrado, junto a siete mujeres más, Immaculée Ilibagiza, una joven que entonces tenía 22 años y que perdió a toda su familia durante la matanza de su país, Ruanda, en 1994. Los "hutus" radicales intentaron exterminar a toda la población "tutsi", en una masacre que conmovió al mundo; pero la joven Immaculée consiguió, gracias a su fe, aprender a perdonar a los asesinos de su familia.
Tras estos hechos, y con el mismo coraje y la misma determinación, la joven ruandesa marchó a los Estados Unidos para descubrir allí por qué Dios la había salvado de la barbarie de su país. Es cuando decide contar al mundo su experiencia, encontrando un sentido a la vida a través de la fe.
En este libro, Immaculée cuenta lo que sucedió después del genocidio y cuánto tuvo que luchar para mantener viva su relación con Dios. En tierras norteamericanas, descubrirá una nueva vida a pesar del sufrimiento y de los recuerdos que tanto influyeron en su empeño por seguir al lado de Dios.
"Esta historia de terror, perseverancia y perdón nos enseña que se pueden superar las barreras que alzaron personas egoístas que jamás pensaron en la humanidad". Jeannette Kagame, primera dama de la República de Ruanda.
Preparación e índices de Laureano Manrique, OSA. Traducción de Isidro Álvarez, OSA. Aparato crítico de José Manuel Guirau, OSA.
Después de más de cuatro siglos, se presenta por primera vez en edición crítica y bilingüe la obra literaria de santo Tomás de Villanueva (1482-1555), religioso agustino y arzobispo de Valencia, realizada por un equipo de investigadores agustinos de España. Santo Tomas de Villanueva sigue teniendo, sin duda, una palabra nueva y una ejemplar actitud para esta nuestra desconcertada y envejecida Europa del s. XXI.
El evangelio no exige a los seguidores de Jesús la madurez, sino la santidad, que es algo bien distinto. De hecho, no pocos de los santos de ayer y de hoy han tenido una psicología «particular», la cual no les ha impedido avanzar en el camino de la perfección evangélica. El verdadero creyente asume, además, que en las múltiples dimensiones de lo vivido siempre permanecerá un resto misterioso y aparentemente contradictorio.A lo largo de estas páginas, en las que se intenta armonizar la perspectiva psicológica y la espiritual, el autor invita a reflexionar sobre algunas experiencias vitales a partir de diez palabras significativas. Así, piensa que de la «ansiedad», la «soledad» o la «tentación» se puede obtener algo bueno para nuestro camino espiritual; y que tanto la «oración» y la «belleza», como la «visión» y la «pertenencia» pueden ser iluminadas por la experiencia de nuestra inmadurez.La imagen que se obtiene de la vocación es consoladora, aunque sin negar en absoluto la responsabilidad y el esfuerzo que requiere la misión apostólica, bajo el signo permanente de la gracia.Stefano Guarinelli (Milán 1960) es sacerdote de la diócesis de Milán y psicólogo con una larga experiencia de acompañamiento personal.