Hombre y mujer participan juntos en la vocación profunda del ser humano, la vocación al amar. Jun Pablo II describió este camino del amor por donde todos podemos llegar hasta Dios -esposos, padres, hijos, cada hombre y cada mujer, también los consagrados. Este libro ayuda a entender este tema crucial de la vida cristiana. Ojalá llegue a las manos de muchos padres, sacerdotes, educadores, cristianos y no cristianos. Necesitamos esta visión del amor para el futuro de la sociedad y de la Iglesia en España
Un simposio de estudio y sensibilización para afrontar la «herida abierta» de la violencia sexual por parte de miembros del clero, organizado por la Pontificia Universidad Gregoriana entre el 6 y el 9 de febrero de 2012, con la presencia de representantes de Conferencias Episcopales de todo el mundo, 35 superiores generales de congregaciones religiosas y un público internacional de 220 personas, son elementos que indican por sí solos el carácter excepcional del acontecimiento.
Estos fueron los objetivos asignados al Simposio:
• dar voz a las víctimas de tal tipo de violencia e indicar honestamente las carencias, los pecados y los delitos cometidos por representantes de la Iglesia;
• favorecer una cultura de la escucha y el aprendizaje, para trabajar conjuntamente en el futuro en la búsqueda de soluciones a semejante problema;
• colaborar con los medios de comunicación y dar a conocer qué es lo que puede hacerse para proteger de tal violencia a los más débiles.
Los ponentes provenían de muy diversos países (Filipinas, México, Brasil, Estados Unidos, Malta, Sudáfrica, Argentina, Bélgica, Alemania, Irlanda e Italia), lo cual manifiesta claramente que el problema no afecta tan solo a los países occidentales, sino al resto de países, constituyendo por tanto un desafío a los cristianos y a la sociedad en general en todo el mundo.
Todos en la Iglesia hemos de promover una actitud de compromiso en la aceptación de las responsabilidades por el pasado y en la colaboración en orden a asegurar un mejor futuro.
CHARLES J. SCICLUNA, de nacionalidad maltesa, nombrado en octubre de 2002 promotor de justicia de la Congregación para la Doctrina de la Fe, es profesor invitado en la Universidad Gregoriana de Roma.
HANS ZOLLNER es vicerrector académico y Director del Instituto de Psicología de la Universidad Gregoriana de Roma y fue presidente del Comité organizador del Simposio cuyas ponencias se recogen en la presente obra.
DAVID J. AYOTTE es profesor en la Facultad de Misionología de la Pontificia Universidad Gregoriana y fue administrador del referido Simposio.
No es de hoy la pregunta sobre cómo debe ser el comportamiento de todos los ciudadanos —gobernantes y gobernados—en los asuntos comunes públicos. Por esa razón, la primera parte de este libro recoge la reflexión milenaria sobre estos temas nacida en el seno de la Iglesia, desde el Nuevo Testamento hasta nuestros días.
Pero estos interrogantes se siguen planteando hoy, cuando la política se ha hecho más compleja dentro de cada Estado y a nivel mundial.
Por eso, este Manual de Moral política tiene dos partes: histórica y sistemática. En la primera aparecen las reflexiones de muchos pensadores y jerarcas de la Iglesia, enmarcadas en el contexto en el que surgieron, con frecuencia en diálogo con otras visiones y con diferencias dentro de la Iglesia. En la segunda se pasa revista a las cuestiones generales que nos planteamos actualmente.
Todo ello en el marco de lo que es la doctrina social de la Iglesia: principios de reflexión, criterios de juicio y orientaciones para la acción
«”¿Es usted proabortista o antiabortista?, ¿contrario o favorable a la eutanasia?, ¿partidario de informar al paciente o de engañarle?”. Tal forma de preguntar conlleva planteamientos dilemáticos y respuestas disyuntivas (sí o no, blanco o negro). Cuando los medios airean semejantes cuestiones, dividida la opinión pública en extremismos por presiones ideológicas de índole política o religiosa, resulta difícil tratar los problemas con seriedad científica y ética. El intento de hacerlo se expone a los tiros desde ambos frentes: para unas críticas parecerá progresismo a ultranza; para otras, conservadurismo disimulado.
Asumiendo ese riesgo, a petición de personas interesadas en su lectura, he retocado la forma y matizado el fondo de los ensayos agrupados en la presente compilación de conversaciones en torno al tema del cuidado de la vida. Proceden de dos fuentes diversas de escritos, elaborados en gran parte durante la última década. Unos, de artículos o ponencias especializadas; otros, de conferencias, columnas de prensa y charlas de sobremesa […] Deseo que una lectura crítica pueda prolongar, mediante el diálogo, las conversaciones originales.»
A comienzos del siglo XXI cobran fuerza la neuroética y la neuropolítica, empeñadas en descubrir las bases cerebrales de la conducta humana en lo moral y en lo político. Contando con la ventaja de conocer mejor el cerebro, se plantean de nuevo las grandes preguntas de la filosofía: ¿existen unos códigos morales inscritos en nuestro cerebro que nos permiten eliminar los códigos filosóficos y religiosos admitidos hasta ahora?, ¿apoyan los resultados de las neurociencias la construcción de sociedades democráticas abiertas, o más bien la formación de sociedades cerradas, que sólo internamente viven de la ayuda mutua?, ¿es posible descubrir los perfiles neurobiológicos de demócratas, republicanos, PSOE, PP, izquierdas, derechas, como promete el neuromarketing electoral?, ¿somos libres o estamos determinados a actuar por nuestro cerebro, un cerebro que según un buen número de autores funcionaría de forma tan mecánica como un reloj?, ¿es posible hablar con sentido de cosas tan importantes para la vida humana como responsabilidad y autonomía, bien y mal, o todo eso no es más que una ilusión? Y, por último, ¿qué se seguiría para la educación de las respuestas que pudiéramos dar a estas preguntas? El presente libro trata de responder a estas cuestiones críticamente, es decir, intentando discernir hasta dónde llegan las aportaciones positivas y dónde empiezan los límites.
El desmedido afán de lucro que gobierna nuestra sociedad, aunque ha estimulado notablemente el progreso material, también ha provocado considerables sufrimientos a los más débiles: los contratos basura, la corrupción, la especulación, etc. Este libro se propone analizar las consecuencias humanas de las políticas neoliberales, pero no desde una perspectiva económica, sino ética, y más concretamente desde la ética cristiana. Esa perspectiva implica reflexionar sobre la economía "a la luz del Evangelio y de la experiencia humana", y una tendencia a ver el mundo desde abajo, desde la perspectiva de los más necesitados. El autor, tras analizar el modelo económico imperante, indica el camino a seguir para hacer posible lo que él llama "una economía al servicio del hombre", promoviendo reformas y pequeñas experiencias que mantengan viva la esperanza de una economía más humana.
Antropología para inconformes es un libro para lectores rebeldes, que no se conforman con las respuestas políticamente correctas, sino que buscan soluciones de fondo a las grandes cuestiones relacionadas con la persona. Por eso, ni su elenco temático ni el modo de abordar los temas siguen los patrones vigentes. Y también por eso, más que un manual, es un diálogo personal con cada lector.
Juan Fernando Sellés, Doctor en Filosofía por la Universidad de Navarra, es profesor de Antropología en dicha institución universitaria, y lo ha sido y lo es en diversas universidades americanas. Es también Máster en Matrimonio y Familia del Instituto de Ciencias para la Familia de la U. de Navarra.
Ha publicado más de 20 libros, ha sido editor de otros 6, y sus artículos en revistas especializadas llegan casi a 70.
La ética tiene muchos temas que abordar en la actualidad, pero si hay uno que genera posiciones muy radicalizadas, ése es el de la objeción de conciencia en el contexto de la sanidad. Generalmente, su análisis se realiza desde posturas que buscan más la defensa de una posición previamente asumida que profundizar en las razones y sinrazones de la misma. Es más fácil, sin duda, colocarse en las orillas del «a favor» o «en contra» que bucear en el océano de la búsqueda. Pisar sobre seguro puede ser una garantía para la supervivencia, pero también puede ser síntoma de un terrible miedo o una gran pérdida de nuevos y extraordinarios lugares que a simple vista no se atisban. Bucear en las profundidades, por su parte, tiene sus riesgos, pero permite abrir dimensiones ocultadas por la superficie. Lo que el lector tiene en sus manos es más un intento de bucear en la objeción de conciencia que situarse en tierra firme.
Lo hemos querido hacer atendiendo a diferentes perspectivas. La primera, amplia y como aproximación, la desarrollo yo mismo. Poner el texto en el contexto parece que es necesario. Lo realizo atendiendo a cuatro vectores: la maduración de la conciencia como un largo proceso de maduración, las figuras precedentes de la objeción que se han dado en la historia, el contexto actual y el ámbito de la éticas profesionales y de la sanitaria en particular. El profesor Diego Gracia desarrolla, en un segundo momento, la historia de la objeción de conciencia. El lector descubrirá en su reflexión histórica, jurídica y ética que la objeción de conciencia, tal y como la entendemos, es una figura bastante joven, fruto de las sociedades liberales. En un tercer momento, Francisco Oliva trata de responder a una pregunta fundamental: ¿es la objeción de conciencia un derecho constitucional? Para ello, recorre magistralmente la doctrina del Tribunal Constitucional, la jurisprudencia del Tribunal Supremo y las sentencias de los Tribunales Superiores de Justicia. Enrique Bravo trata de encontrar las sentencias concretas y presentar los casos, en el penúltimo capítulo, que sirvan de referencia para abordar problemas concretos. Finalmente, Eduardo López Azpitarte, uno de los teólogos moralistas de referencia en España y en el extranjero, reflexiona desde las creencias religiosas. En su texto, afirma: «Habría que dejar muy claro, por tanto, que lo que se permite o tolera en una legislación civil, como signo de respeto y tolerancia al pluralismo vigente, no tiene que ser defendido y aceptado por una conciencia que aspira a mayores exigencias. De ahí, que exista la posibilidad de que una ley concreta pueda chocar contra las exigencias éticas o religiosas de un ciudadano determinado. Se defiende a los que demandan su tolerancia para vivir de acuerdo con su propia ideología. Pero ha de respetar también el derecho que tienen los que no desean aceptarla por razones éticas o religiosas».
Mi más sincero agradecimiento a todos por sus aportaciones en la esperanza de que sirvan también al lector.
El autor, siguiendo las orientaciones historiográficas actuales, hace un redescubrimiento de la moral durante el largo periodo de la Cristiandad medieval (ss. VIII-XIV). Ha puesto particular énfasis en subrayar la conexión entre moral y espiritualidad, llevando esa conexión al mismo título general del volumen. La consideración propiamente teológica se ve enriquecida con abundantes referencias a las manifestaciones literarias, artísticas y simbólicas del éthos medieval. Es también de destacar la presencia de la perspectiva de género en la hermenéutica de la vida y de los textos relacionados con la moral.
La exposición de la moral medieval se desarrolla por medio de una introducción, cinco secciones y una conclusión general:
- Introducción: intereses e instrumentos culturales de la Edad Media.
- De Alcuino de York a Anselmo de Aosta (ss. VIII-XI). - La moral de las "escuelas" (s. XII).
- Madurez epistemológica del discurso teológico (s. XIII). - El reino del nominalismo (s. XIV).
- Temas transversales y perspectivas complementarias.
- Conclusión: temas emergentes en la Teología Moral medieval.
La Edad Media es un periodo decisivo para la constitución del discurso moral. Aparece la Ética filosófica como disciplina independiente. Y la Ética teológica adquiere el mismo estatuto epistemológico del saber teológico general.
«¿Existen valores morales objetivos capaces de unir a los hombres y procurarles paz y felicidad? ¿Cuáles son? ¿Cómo reconocerlos? ¿Cómo realizarlos en la vida de las personas y de la comunidad? Estos interrogantes de siempre en torno al bien y al mal, son hoy más urgentes que nunca, en la medida en que los hombres son más conscientes de formar una sola comunidad mundial (…) Surge así la conciencia de una solidaridad global, que encuentra su fundamento último en la unidad del género humano. Y se traduce en una responsabilidad planetaria (…) En este contexto, la búsqueda de valores éticos comunes vuelve a estar de actualidad.» (COMISIÓN TEOLÓGICA INTERNACIONAL, En busca de una ética universal: un nuevo modo de ver la ley natural, n. 1)