ÍNDICE: Capítulo I: La significación teológica y jurídica del fiel Capítulo II: Los derechos de los fieles en el ordenamiento canónico Capítulo III: Bases para el estatuto jurídico común de todos los fieles Capítulo IV: La noción jurídica del laico Capítulo VI: El derecho canónico y los no bautizados
D. Grasso, estudia en esta obra un tema vivo y actual, los carismas en la Iglesia: su acepción bíblica, su naturaleza y finalidad y su permanencia a lo largo de los siglos, desde Pablo, a quien se debe4 el término, hasta el momento actual. Carisma es un don especial concedido por el Espíritu para el bien común, como el del apostolado, la profecía, obrar milagros o hablar lenguas. Con ellos se encontró Pablo en Corinto, produciéndole con el tiempo no pocos sinsabores por los abusos a que dieron lugar. Por eso transcurren en penumbra hasta el gran papa Juan el Concilio. Al renacer la eclesiología y con ella la realidad del pueblo de Dios, se crea un nuevo espíritu carismático que ha hecho vibrar las más íntimas fibras de la comunidad cristiana.
En este libro se ofrece un serio estudio del tema y sus consecuencias prácticas y pastorales.
El autor fue, antes del Concilio, un profundo renovador de la teología, y asesor permanente del episcopado francés durante las sesiones conciliares. Se le puede considerar como un autor clásico, y muy recomendable para una introducción a la eclesiología. En este libro traza un estudio bíblico, histórico y ecuménico. El “Pueblo Mesiánico” es el pueblo portador del mensaje de Salvación y liberación para el hombre, el que prolonga a lo largo de los siglos el mensaje de Jesús el Mesías.
Estas lecciones forman en su conjunto una «breve eclesiología» articulada en torno a tres grandes preguntas: ¿de dónde viene la Iglesia, ¿qué es la Iglesia?, ¿adónde va la Iglesia?
Este libro representa un hito decisivo para captar la comprensión conciliar de la Iglesia según Henri de Lubac. Éste pone de relieve la importancia de la teología de los Padres de la Iglesia en la renovación que representa el Vaticano II.
Tras mostrar que es precisamente a través de la constatación de las paradojas de la Iglesia como podemos introducirnos en su misterio, De Lubac propone un estudio en filigrana de la aportación de la patrística a la comprensión de la Iglesia como misterio y como pueblo de Dios, a su perspectiva escatológica y a la relación entre la Iglesia y María.
De gran actualidad se presenta la cuestión de las religiones y su relación con el cristianismo. Finalmente, la perspectiva de la paradoja abre fecundos caminos hacia un planteamiento actual de la credibilidad de la Iglesia.
Henri de Lubac (1896-1991), jesuita francés, fue unos de los promotores de la renovación de la teología a partir de las fuentes patrísticas. Participó como perito en el concilio Vaticano II. En 1983 fue creado cardenal por Juan Pablo II.