En las sucesivas ediciones de este clásico, Gustavo Gutiérrez ha aprovechado para subrayar lo importante, salir al paso de algunas interpretaciones, precisar y revisar formulaciones, dejar lo roído por el tiempo e indicar nuevos y prometedores temas.
ENGLISH
"A Theology of Liberation"
“Our purpose is not to rewrite a new texts like those of this book in light of our current concerns and perspectives. Yet, we consider it important and useful to stress the essential points, to counter misinterpretations, to revise and clarify expressions…” (Gutiérrez)
Las principales aportaciones de Jürgen Moltmann al panorama teológico actual ya están presentes en dos de sus libros iniciales: Teología de la esperanza (1966) y El Dios crucificado (1972). La frescura y radicalidad que aportaron aquellas primeras y mejores intuiciones del autor alemán ha hecho de ambas obras auténticos clásicos de la teología del siglo XX.
Si en el primer volumen la «esperanza» constituye la clave interpretativa, en este segundo el protagonismo lo asume «la cruz de Cristo». Dicha categoría no sólo sirve para fundamentar y criticar toda teología cristiana, sino que ayuda a iluminar la crisis de la teodicea actual desde la solidaridad amorosa de Dios hacia el orden sufriente de lo creado. El objetivo perseguido es elaborar una doctrina sobre Dios en su relación con el mundo, pero no de cualquier Dios, sino de aquel que se revela trinitariamente en los acontecimientos de la encarnación y de la muerte y resurrección de Cristo.
Esta teología de la cruz, que desborda el plano teórico o racional (revolución en el concepto de Dios), posee una clara intención política y liberadora (teología práctica) al asumir de forma axiomática la lucha contra el sufrimiento injusto de los inocentes.
¿Qué es una comunidad cristiana?¿Sobre qué está fundada? ¿Cómo pueden sus integrantes vivir una vida plenamente cristiana?
Bonhoeffer (1906-1945), teólogo y pastor de la Iglesia confesante de Alemania, desde su fe, testimoniada por el martirio, ha buscado las enseñanzas y las reglas que nos da la palabra de Dios para nuestra vida comunitaria: cómo rezar, leer la Biblia, recitar salmos, cantar juntos, vivir cada jornada, escuchar, ayudar, aceptar a los otros, servir a Dios.
Gustavo Gutiérrez es la figura más destacada y rigurosa de la teología de la liberación latinoamericana. Sin embargo, este pensador peruano también ha dedicado gran parte de sus esfuerzos a la divulgación espiritual. Un buen ejemplo de ello es este libro, en el que intenta reflexionar sobre la realidad de los pobres a partir de la figura bíblica de Job y su peripecia existencial.
Tres grandes partes estructuran la presente serie de meditaciones sobre Job: su opción radical, su lenguaje profético, su actitud contemplativa. Por medio de ellas el autor invita al lector a realizar un viaje que parte de la realidad concreta, dominada por la pobreza y la injusticia, y termina en la contemplación más elevada. La antropología y el compromiso ético se redimen mirando más allá.
ENGLISH
"On Job, God-Talk and Suffering of the Innocent"
In this book, the famous Peruvian theologian reflects on poverty in the light of Job’s life. The author invites the reader to journey from the concrete situation, ridden with poverty and injustice, to the highest contemplation.
El autor se esfuerza en pensar históricamente la Trinidad (narrada, confesada y razonada), dinamismo de amor en la unidad del misterio, y en pensar trinitariamente la historia, leyendo el origen, el presente y el futuro del mundo en la Trinidad santa.
1. Trinidad e historia; 2. La Trinidad en la historia; 3. La Trinidad como historia; 4. La historia en la Trinidad; 5. La historia que continúa.
Adolphe Gesché ha elaborado en los últimos años una extensa y sugerente dogmática titulada Dios para pensar.
Si Gesché hubiera sido un autor clásico, habría comenzado su reflexión teológica abordando una de estas tres cuestiones: la naturaleza, el hombre o Dios. Sin embargo, por ser un intelectual contemporáneo, no ha podido sustraerse a la pregunta escandalosa que el mal provoca en el hombre de hoy, auténtica piedra de toque y enigma que ha de ser iluminado coherentemente para poder hablar del resto de las cuestiones esenciales.
Cinco capítulos presentan otras tantas perspectivas de este tema perenne: 1. Tópicos sobre la cuestión del mal; 2. Dios en el enigma del mal; 3. El pecado original y la culpabilidad en Occidente; 4. Las teologías que ofrecen liberación al hombre y el mal; 5. El reto que el mal supone para la reflexión sobre Dios (teodicea).
La resurrección de Jesús es uno de los temas nucleares del cristianismo. El profesor Brambilla se ocupa en este extenso estudio de mostrar la exactitud de esta tesis explicando la resurrección como un díptico. En la primera tabla se representa la génesis de la fe en la resurrección de Cristo (cristología); en la segunda se aborda el misterio de salvación que dicha resurrección significa para cada hombre y cada creyente (soteriología).
El autor dialoga con los grandes teólogos contemporáneos que han reflexionado sobre la resurrección para concluir con una mirada sintética sobre la misma. Así, partiendo de la fe pascual, el autor pone de manifiesto que la resurrección de Jesús de Nazaret es la que ofrece una posibilidad real a todo hombre para participar en ella.
El presente libro es un manual de teología trinitaria desde una perspectiva sistemática. Las dos categorías más originales que utiliza en su reflexión son la correspondencia y la paradoja aplicadas a Dios.
Consta de cuatro partes bien diferenciadas: 1) Los múltiples lenguajes para hablar sobre Dios, comenzando por los bíblicos: el profeta, el salmista, el sabio, el historiador, el sacerdote… 2) La dualidad entre analogía y dialéctica, la tensión entre correspondencia y paradojas. 3) La circularidad hermenéutica existente entre Hombre-Dios-Cristo. 4) La relación dialéctica que une el relato, remitiendo a la historia que nos precede, con la reflexión que mira al fundamento de posibilidad de donde nace la doble lectura que recibe cada gran tema, coimplicadas siempre como consecuencia la sección narrativa y la sección sistemática.
Cada una de estas partes tienen a Jesús de Nazaret como referente, pero su conjunto siempre trata de ser entendido desde la Trinidad eterna.
En los primeros tiempos del cristianismo, el término «parroquia» hacía referencia a la comunidad de cristianos que habitaban en un lugar determinado, como otro grupo más de ciudadanos. Con todo, vivir entre los hombres nunca les hizo perder su condición de «peregrinos».
Con el tiempo, la parroquia ha pasado a convertirse en una estructura fundamental para la Iglesia: gracias a ella la Iglesia de Dios se hace presente en un lugar concreto, en su seno somos engendrados a la fe, en ella aprendemos a ser cristianos en medio de la vida cotidiana, ella es presencia evangelizadora entre los hombres.
Pero tanto las circunstancias actuales como la propia exigencia de ser fiel a su identidad y misión hacen que la parroquia deba adaptarse y renovarse. Y para ello no es necesario inventar nada, sino sobre todo profundizar con sencillez en sus rasgos fundamentales: la celebración de la liturgia y la escucha de la Palabra, la comunión, el testimonio y el servicio a todos aquellos que lo necesitan.
ENGLISH
"Parish"
Bianchi’s reflection on the parish leads us to perceive the need for renewal. This requirement arises both from the current situation and the need to be faithful to its deepest identity.
Las páginas que integran El quehacer de la teología ofrecen una fundamentación y una invitación al estudio de esta materia, exponiendo su génesis y su ejercicio, su técnica y su alma a lo largo de su historia.
Simplemente reflexionando sobre su etimología, el término «teología» expresa la manifestación y la donación que Dios hace de sí al hombre para que, participando de su misma vida, pueda llegar a ser conocido Él y sus designios. Esta revelación divina contiene, por otra parte, la capacitación para poder responder a Dios desde la acogida, la confianza y la correspondencia plena, es decir, desde la fe.
La teología afecta, además, a las relaciones sociales que se establecen entre los hombres. Así, una cultura que no busca fuentes de sentido y de orientación última, que se cierra pragmáticamente en lo verificable inmediato, termina conduciendo a relaciones de violencia y desesperación, tanto con uno mismo, como con los demás y con el resto de las cosas y criaturas que componen la realidad.
Teología es reflexión, argumentación y adoración. A lo largo de la historia, los momentos fundamentales de la vida de Jesús han constituido el territorio privilegiado para llevar a cabo esta disciplina. No en vano, desde el principio del cristianismo se contempla a Cristo en su itinerario terreno a fin de rastrear las huellas de Dios y los rasgos constitutivos de todo ser humano.
Según esta lógica, el tiempo y el espacio cobran una especial relevancia. No es posible hablar hoy de Dios sin que Él se haga presente en el aquí y ahora disponibles para los hombres y mujeres vivientes. Pero resolver semejante paradoja –la trascendencia en la inmanencia, la eternidad en el tiempo, el espíritu en la carne, lo divino en lo humano– es la tarea que ha de emprender la teología para cumplir con su finalidad primera: dar sentido a la existencia humana y ofrecer esperanza transmundana, es decir, salvación.