¿Qué valor histórico poseen los Evangelios? ¿Tenía Jesús conciencia de ser el Hijo de Dios y el Mesías? ¿No será más bien una invención de la primitiva comunidad cristiana? ¿Hay alguna explicación para los milagros, la Resurrección o las profecías?
El autor da respuesta a muchas preguntas frecuentes, y muestra de un modo didáctico y atractivo los contenidos más esenciales de la fe cristiana: la Encarnación, el pecado, la salvación, el sentido de la pasión y muerte de Jesucristo, su resurrección y ascensión, la venida del Espíritu Santo…
Joseph Grifone, profesor de Matemáticas en la Universidad de Toulouse, ha publicado varios libros y artículos en revistas científicas de su especialidad. Desde su juventud se interesó por la exégesis bíblica, y ha impartido numerosos cursos y conferencias sobre esta materia. Es también autor de una introducción a la lectura de las cartas de San Pablo.
Lo que conocemos del cristianismo primitivo son sobre todo las cuestiones teológicas, los personajes ilustres y los acontecimientos más llamativos. Este libro amplia nuestra mirada a un campo todavía por descubrir: la vida cotidiana de los primeros cristianos. ¿Cómo vivían?, ¿qué problemas tenían para conciliar su realidad con el Evangelio?
Para ello, nada mejor que servirnos de un concepto básico en la Antigüedad: la casa-familia. Una casa-familia que vivía su fe con carácter inclusivo, procurando eliminar toda división; una casa-familia que acogía a los más necesitados dando sentido a sus vidas; una casa-familia donde se compartía lo que se era y lo que se tenía (limosna); y una casa-familia abierta al mundo en que vivía.
Dada la innegable importancia de los primeros siglos de la era cristiana para la fijación del credo y la constitución de la Iglesia, se analiza la cristología patrística hasta el año 451 (concilio de Calcedonia), que constituye una auténtica historia de fe.
I. El nacimiento de la cristología; II. Las primeras interpretaciones teológicas de la persona de Jesucristo desde Orígenes hasta el concilio de Efeso; III. Kerigma-Teología- Dogma: Efeso y Calcedonia.
En algún momento, los historiadores de la religión, los estudiosos de la Biblia y los teólogos de la fe cristiana se han visto urgidos a responder una pregunta enormemente compleja y, sin embargo, crucial: ¿Cómo, cuándo y por qué surgió la devoción a Jesús? O dicho con otras palabras, ¿a partir de qué momento se comenzó a rendir culto a Jesús por considerarlo ya una persona divina?
El monumental estudio de Larry Hurtado aporta un arsenal de datos y, sobre todo, una nueva perspectiva en este tema tan delicado. Así, dejando en un segundo plano la preocupación por la cuestión del Jesús histórico, se plantea de forma exhaustiva la función que desempeñó Jesús en la religión de los primeros creyentes cristianos.
Para llevar a cabo esta empresa, la investigación no rehúye ninguna de las fuentes antiguas: desde la Escritura y los escritos de figuras como Ignacio de Antioquía o Justino, hasta textos apócrifos como el Evangelio de Tomás y el Evangelio de la verdad. Con todo, el interés mayor reside en la búsqueda y el esclarecimiento de las primeras confesiones de fe cristianas sobre Jesús, las oraciones dirigidas a él, el uso de su nombre en los exorcismos, bautismos y curaciones, la invocación ritual de Jesús como «Señor», el martirio y otros fenómenos menos conocidos, como las posturas usadas al orar o la curiosa práctica de los nomina sacra.
La aparición de Señor Jesucristo inaugura, sin duda, una nueva etapa de la investigación de la cristología primitiva y de los estudios sobre el primer cristianismo.
El poder inquebrantable de irradiación y atracción de Jesús de Nazaret alcanza mucho más allá de las fronteras del cristianismo. Este libro ofrece la exposición magistral de su mensaje y de su historia de la mano de un acreditado experto en Nuevo Testamento. Joachim Gnilka ilumina la figura de Jesús por todos los lados accesibles hoy a la investigación histórica. La sitúa en el contexto del mundo político, religioso y social de su tiempo. Tanto de la afinidad como de las tensiones respecto de su pueblo, Gnilka extrae la personalidad y la autoridad de Jesús, que encendieron el conflicto mortal con las autoridades políticas y religiosas de su tiempo.
Este libro cautiva a cualquier lector interesado por la historia y la religión: las informaciones sobre el trasfondo histórico y la fuerza liberadora del mensaje de la vida de Jesús se enlazan en una unidad viva que proyecta una nueva luz para el lector de hoy sobre la actuación de Jesús en su tiempo y tiende un puente que une el mensaje original de Jesús con las experiencias del ser cristiano hoy.
El autor quiere ofrecer con esta cuidadosa y sugerente investigación un impulso para repensar cuestiones fundamentales de la fe. Analiza las afirmaciones de los cuatro Evangelios sobre la persona de Jesucristo en sus diferencias y semejanzas, y pone de relieve que todos pretenden transmitir el testimonio de una misma fe. Una obra de orientación fundamental para estudios de teología, al servicio de la predicación, de la Iglesia y de la parroquia.
El presente ensayo trata de aproximar la figura y las comunidades del apóstol Pablo a los lectores de nuestros días, pero no desde una perspectiva tradicional-teológica, sino histórico-contextual.
A la hora de abordar las cartas paulinas, la mayoría de los autores han centrado sus esfuerzos en los contenidos religiosos que aquellas transmitían, obviando la importancia del ambiente greco-romano que las está condicionando.
Conviene tener en cuenta, no obstante, que el culto al emperador configuraba de manera absoluta aquella sociedad y las relaciones políticas, económicas, religiosas y culturales existentes. Hasta el punto de determinar en gran medida a Pablo y a las comunidades cristianas que recibieron sus escritos.
"El Imperio romano y el Nuevo Testamento" familiariza al lector con los aspectos políticos, económicos, sociales, culturales y religiosos de la dominación romana y pone de manifiesto cómo el Nuevo Testamento permitió a sus primeros lectores afrontar con éxito su omnipresente contexto imperial. Breve en su presentación, pero amplio en su enfoque, el texto de Warren Carter es una excelente introducción al mundo en el que nació el cristianismo primitivo.