La ocasión para esta publicación es el 40 aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II. Se reúnen aquí textos de trece autores que reflexionan desde el mensaje conciliar sobre la vocación y misión de los fieles laicos. A los laicos les corresponde "contribuir a la santificación del mundo desde dentro" ( Lumen Gentium, n. 31), es decir, desde su inserción nativa en la dinámica del mundo.
El libro consta de tres partes. La primera presenta la figura del laico en el marco eclesiológico del Concilio Vaticano II. La segunda parte gira en torno a los trabajos del Sínodo de Obispos sobre "la vocación y misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo" (1987). La tercera parte expone elementos fundamentales de la existencia cristiana en el mundo, desde la experiencia y mensaje de San Josemaría Escrivá, de tanta significación sobre nuestro tema.
Los autores son: Jutta Burggraf (Universidad de Navarra); Arturo Cattaneo (Instituto de Derecho Canónico San Pío X. Venecia); Leo Elders (Instituut voor Wijsbegeerte en Theologie Rolduc. Holanda); Mary Ann Glendon (Universidad de Harvard, y Presidente de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales); José Luis Gutiérrez-Martín (Universidad de Navarra); Julián Herranz (Presidente del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos y de la Comisión Disciplinaria de la Curia Romana); José Luis Illanes (Universidad de Navarra); Raúl Lanzetti (†) (Universidad de Navarra, y Pontificia Universidad de la Santa Cruz. Roma); Lucas F. Mateo Seco (Universidad de Navarra); Fernando Ocáriz (Pontificia Universidad de la Santa Cruz. Roma); Ramiro Pellitero (Universidad de Navarra); Pedro Rodríguez (Universidad de Navarra), y José Ramón Villar (Universidad de Navarra).
La presente obra del joven Joseph Ratzinger, hoy Benedicto XVI, exhaustivo tratado de eclesiología, se abre con un importante estudio sobre su historia, donde se establecen, los fundamentos de la pertenencia a la iglesia y se bosqueja la doctrina del primado. En la sección destinada a estudiar la Iglesia y sus oficios, se empieza viéndola en sus orígenes, remontándose para ello a la institución divina y examinándola luego a la luz de la teología paulina, como signo y misterio de fe. Se estudia más a fondo el problema de la pertenencia a la Iglesia, tomando como base los documentos del Magisterio, hasta llegar al concilio Vaticano II con su valiosa aportación a este respecto. Bajo nueva luz, Ratzinger, ahonda en los conceptos de primado y episcopado, y hace hincapié en la doctrina conciliar sobre la colegialidad de los obispos e implicaciones de esta doctrina. El destacado teólogo, entonces catedrático de Dogmática en la universidad de Ratisbona, establece las bases de una verdadera reforma en la Iglesia, comenzando por aquello que es esencial a toda auténtica reforma: la renovación interna del reformador, en este caso de cualquier cristiano. En suma, el libro aborda, con plena responsabilidad cristiana, las doctrinas que más impacto han causado sobre la estructura de la Iglesia y sus más urgentes adaptaciones.
ÍNDICE: Capítulo I: La significación teológica y jurídica del fiel Capítulo II: Los derechos de los fieles en el ordenamiento canónico Capítulo III: Bases para el estatuto jurídico común de todos los fieles Capítulo IV: La noción jurídica del laico Capítulo VI: El derecho canónico y los no bautizados
D. Grasso, estudia en esta obra un tema vivo y actual, los carismas en la Iglesia: su acepción bíblica, su naturaleza y finalidad y su permanencia a lo largo de los siglos, desde Pablo, a quien se debe4 el término, hasta el momento actual. Carisma es un don especial concedido por el Espíritu para el bien común, como el del apostolado, la profecía, obrar milagros o hablar lenguas. Con ellos se encontró Pablo en Corinto, produciéndole con el tiempo no pocos sinsabores por los abusos a que dieron lugar. Por eso transcurren en penumbra hasta el gran papa Juan el Concilio. Al renacer la eclesiología y con ella la realidad del pueblo de Dios, se crea un nuevo espíritu carismático que ha hecho vibrar las más íntimas fibras de la comunidad cristiana.
En este libro se ofrece un serio estudio del tema y sus consecuencias prácticas y pastorales.
El autor fue, antes del Concilio, un profundo renovador de la teología, y asesor permanente del episcopado francés durante las sesiones conciliares. Se le puede considerar como un autor clásico, y muy recomendable para una introducción a la eclesiología. En este libro traza un estudio bíblico, histórico y ecuménico. El “Pueblo Mesiánico” es el pueblo portador del mensaje de Salvación y liberación para el hombre, el que prolonga a lo largo de los siglos el mensaje de Jesús el Mesías.
Estas lecciones forman en su conjunto una «breve eclesiología» articulada en torno a tres grandes preguntas: ¿de dónde viene la Iglesia, ¿qué es la Iglesia?, ¿adónde va la Iglesia?
Este libro representa un hito decisivo para captar la comprensión conciliar de la Iglesia según Henri de Lubac. Éste pone de relieve la importancia de la teología de los Padres de la Iglesia en la renovación que representa el Vaticano II.
Tras mostrar que es precisamente a través de la constatación de las paradojas de la Iglesia como podemos introducirnos en su misterio, De Lubac propone un estudio en filigrana de la aportación de la patrística a la comprensión de la Iglesia como misterio y como pueblo de Dios, a su perspectiva escatológica y a la relación entre la Iglesia y María.
De gran actualidad se presenta la cuestión de las religiones y su relación con el cristianismo. Finalmente, la perspectiva de la paradoja abre fecundos caminos hacia un planteamiento actual de la credibilidad de la Iglesia.
Henri de Lubac (1896-1991), jesuita francés, fue unos de los promotores de la renovación de la teología a partir de las fuentes patrísticas. Participó como perito en el concilio Vaticano II. En 1983 fue creado cardenal por Juan Pablo II.