
En numerosas ocasiones, a lo largo de su prolongada vida de teólogo, a Hans Küng le han formulado la siguiente pregunta: «Con toda sinceridad, señor Küng, ¿en qué cree usted personalmente?». Ahora, en este libro construido sobre el conjunto de su obra y de su experiencia, Hans Küng elabora su respuesta.
Se trata de la confesión personal de fe de alguien que ha transformado de manera profunda el pensamiento teológico en el mundo entero. Pero, si se dejan a un lado la erudición científica, el lenguaje cargado de fórmulas teológicas y el ingenioso edificio de la teoría, ¿qué queda entonces como núcleo de la fe? ¿Qué necesito para mi vida?, se pregunta a su vez Küng. ¿Qué considero irrenunciable?
Hans Küng escribe sobre la «confianza en la vida», la «alegría de vivir», el «sentido de la vida» y el «sufrimiento vital», ofreciendo con ello una summa de su propia existencia y de su más íntima esperanza. De este modo, la completa visión religiosa del mundo de este pensador y teólogo universal queda concentrada en las preguntas esenciales que toda persona se hace: ¿qué puedo creer?, ¿en qué puedo confiar?, ¿qué puedo esperar?, ¿cómo puedo configurar mi vida?
Ningún recurso tan eficaz como este soberbio diccionario para acercarnos con fiabilidad y rapidez a cuanto supone la VIDA, la OBRA y el INFLUJO de este "Genio de la hUmanidad" a través de la historia. Un trabajo de 150 especialistas en estudios clásicos, históricos, filosóficos, teológicos y de ciencias políticas plasmado en más de 500 artículos y completado por abundante bibliografía actualizada. Un libro que terminará siendo de consulta obligada, y hsta de amena lectura, para estudiosos, profesores y alumnos, y hasta para los admiradores y devotos del Santo en general
En estos treinta y dos sermones, John Henry Newman vuelve a poner de manifiesto su fuerza, frescura y audacia. Fuerza en la verdad de su mensaje, que es el mensaje de Dios; frescura en la palabra, con un lenguaje cercano y familiar que se aleja del empleado en sus estudios teológicos; y audacia para acercar al hombre a lo verdaderamente esencial del cristianismo. En este segundo volumen de la serie completa de los Sermones parroquiales, un clásico de la espiritualidad cristiana, Newman demuestra nuevamente la coherencia de su trayectoria, que comenzó con su ordenación como pastor anglicano en 1825 y terminó, tras su conversión en 1845, como cardenal de la Iglesia católica.
La misión del sacerdote se dirige a que toda la humanidad se convierta en Eucaristía, acción de gracias y alabanza, culto a Dios y caridad hacia el prójimo. El Papa actual ha aludido, en este contexto, a san Juan Crisóstomo cuando relaciona el sacramento del altar con el «sacramento del hermano» necesitado o del pobre, como dos aspectos del mismo misterio. El sacerdocio es como un don inmenso que pide humildad, caridad universal y servicio infatigable y generoso. No obstante, para hablar del sacerdote hay que hablar primero de Cristo, y luego –como ha señalado el Cardenal Walter Kasper– ante todo del sacerdocio común de los bautizados. El servicio de los sacerdotes a los cristianos y a todos los hombres, radica, según Benedicto XVI, en su pertenencia a Cristo: «Precisamente porque pertenece a Cristo, el sacerdote está radicalmente al servicio de los hombres: es ministro de su salvación, de su felicidad, de su auténtica liberación…». El sacerdote –escribía el entonces Cardenal Karol Wojtyla en un importante texto sobre la santidad sacerdotal– se encuentra, por así decirlo, en el centro mismo del misterio de Cristo, que abraza constantemente a toda la humanidad y al mundo, más aún a toda la creación visible e invisible.
El libro recorre la historia de esta revelación describiendo cuidadosamente sus etapas, coherentes y siempre nuevas, en tres momentos: el momento de la “promesa” (Antiguo Testamento), el de la “plenitud de los tiempos” (Jesucristo), el del camino eclesial en compañía con la historia humana “hacia la verdad toda entera” (dogma, teología, pero también vida de la Iglesia, espiritualidad, con los impulsos de los retos del pensamiento y de los problemas de la sociedad de nuestro tiempo). Resulta así un mosaico armonioso y vivo, en el que las numerosas teselas diseñan el centro de la fe cristiana como propuesta creíble e incisiva para hoy: «Nosotros hemos creído al amor de Dios; quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él».
Piero Coda nació en Cafasse (Turín) en 1955. Sacerdote de la diócesis de Frascati. Doctor en filosofía y en teología. Es profesor de teología trinitaria en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma. Consultor de la Conferencia Episcopal Italiana. Participó como teólogo en la Asamblea Ecuménica de Basilea (1989) y en el Sínodo de Obispos para Europa (1991). Es el director del Instituto Universitario Sophia, de Loppiano (Italia), centro de estudios del Movimiento de los Focolares nacido por iniciativa de Chiara Lubich. Colabora en numerosas revistas científicas y culturales. Entre sus muchas publicaciones, caracterizadas todas ellas por una fuerte huella trinitaria, señalamos otra obra editada por el Secretariado Trinitario: Acontecimiento pascual. Trinidad e historia, 1994.
La presente obra pretende ayudar a la pastoral -rutinaria y osificada a veces- a dejarse encaminar con urgencia y unción hcia unas nuevas e insospechadas posibiliddes; perspectivas que se lograrán en tanto en cuanto el Espíritu Santo sea el auténtico Protagonista de nuestra tarea evangelizadora. ¿Cómo dejarse influir por esta brisa suave o viento impetuoso? De ello tratan estas páginas
La relación de la iglesia con el mundo juvenil es una constante en la reflexión pastoral de las últimas décadas. Esta obra ofrece un marco que facilita el replanteamiento de esta relación por parte de las diversas comunidades cristianas.
Una praxis cristiana con jóvenes, que quiera mantenerse a la altura de los tiempos que corren, ha de colocarse sobre los carriles de la búsqueda de sentido a fin de presentar una identidad humana y cristiana que sepa vivir y proponer la fe sin tener que renunciar al estado de conciencia de la mujer y del hombre contemporáneos.
No se puede hablar de una fundamentación o justificación bíblica de la vida consagrada, sino más bien de que la vida consagrada tiene sus fundamentos y su inspiración en la Sagrada Escritura. El Prof. Ángel Aparicio, catedrático de Vida Religiosa de la Universidad de Salamanca y prestigioso biblista nos hace ver cómo en la categoría de Alianza y en su correlativo neotestamentario "Mandamiento principal" encuentra la vida consagrada su más genuina fundamentación e inspiración bíblica.
Ángel Aparicio Rodríguez
Misionero Claretiano. Doctor en teología y Licenciado en ciencias bíblicas. Catedrático del Instituto Teológico de Vida Religiosa (Universidad Pontificia de Salamanca) de Madrid; Profesor del Estudio Teológico Claretiano (Universidad Pontificia «Comillas»); profesor invitado de la facultad teológica «San Dámaso» (Madrid); profesor en la Escuela «Regina Apostolorum» (Madrid). Miembro del consejo de redacción de las revistas «Estudios Bíblicos» y «Ephemerides Mariologicae». Profundo conocedor de la Sagrad Escritura, muy especialmente del Antiguo Testamento, es autor y editor de varios libros en nuestra editorial, sobre todo de carácter bíblico, con un particular interés por la presencia de la Palabra de Dios en la vida y en la oración del religioso.