Benedicto XVI, al evocar y recordar a Juan Pablo II, deja aflorar en muchas ocasiones la invitación que el papa Wojtyla lanzó durante la misa del comienzo de su pontificado, el 22 de octubre de 1978: «¡No tengáis miedo! ¡Abrid, más aún, abrid de par en par las puertas a Cristo!». Y, como si se tratara de un sello para ponérselo también a su pontificado, el papa Benedicto retoma aquel grito en la homilía con que comenzó su ministerio de sumo pontífice: «¡No tengáis miedo de Cristo!», dijo en efecto. Y lo explicó: «Él no quita nada, y lo da todo. Quien se da a Él, recibe el ciento por uno. Sí, abrid, abrid de par en par las puertas a Cristo, y encontraréis la verdadera vida». Este tema constituye el leitmotiv de su acercamiento a la persona de Juan Pablo II, un hombre que convirtió toda su existencia en una ofrenda a Cristo hasta configurarse, durante su enfermedad, «incluso físicamente a Él por los rasgos del sufrimiento y del abandono confiado en los brazos del Padre celestial».
Este libro pretende hablar de la verdad del dolor, pero no como podría hacerlo un filósofo, sino más bien un creyente cristiano. En efecto, la referencia continua que mantendremos entre nuestras manos, la estrella polar en que se fijarán nuestros ojos será siempre la Palabra de Dios. Esta Palabra no nos revela de manera integral el misterio del dolor, no hace desaparecer por completo las tinieblas ni cancela el drama, pero si abre resquicios luminosos y, sobre todo, confía el sufrimiento y el mal a Otro que está con nosotros, pero que está también por encima de nosotros.
He aquí una de las primeras experiencias de Ejercicios Espirituales a la luz de la Palabra de Dios propuestos a un grupo de obispos de la región de Emilia (Italia) por el entonces «simplemente» padre Carlo Maria Martini. A diferencia de otros ejercicios sobre los Evangelios, aquí se hace una referencia menos constante al texto de los Ejercicios ignacianos, y están más dirigidos a profundizar en las exigencias del verdadero seguimiento de Jesús nuestro Señor, siguiendo el itinerario del apóstol, del discípulo y del catecúmeno, bien ilustrado por el Evangelio de Marcos.
Gran parte de la experiencia recibida del Espíritu para la lenta configuración del carisma ignaciano se contiene en las Constituciones de la Compañía de Jesús. Es todavía un texto en el que hay que seguir profundizando para ir enriqueciendo nuestra comprensión de la espiritualidad ignaciana. No es tarea fácil. El P. André de Jaer, SJ nos ofrece un libro que integra el conocimiento histórico y el rigor textual junto con la rica experiencia de haber acompañado numerosos procesos personales de crecimiento en Cristo según la propuesta del Instituto de la Compañía de Jesús. En un lenguaje claro y directo y en un tono «sapiencial» se comenta toda la sabiduría del maestro Ignacio para ayudar a formar el sujeto ignaciano más apto para trabajar en la Viña del Señor.
La obra de San Ignacio de Loyola tiene un exponente principal en el librito de los Ejercicios Espirituales. He aquí una nueva edición, manual, práctica, que pretende servir únicamente como libro de cabecera o de ayuda rápida para hacer los Ejercicios Espirituales personales. Adjuntamos a ella, y como lectura complementaria, su Autobiografía.
Juan Pablo II ha sido el líder espiritual más respetado y querido de nuestro tiempo. En esta obra recogemos sus reflexiones más inspiradas sobre la paz, la paz del corazón, la paz mundial. Esta antología de textos escogidos nos descubre la profundidad y sencillez de su pensamiento, la hondura y fuerza de sus palabras llenas de concordia y reconciliación.
Este librito recoge lo esencial de la sabiduría pastoral de Juan Pablo II. Expone sucintamente sus pensamientos más íntimos sobre cómo podemos acercarnos a Dios y vivir como cristianos fieles y convencidos en un mundo que nos presenta muchos desafíos