"El Catecismo de la Iglesia Católica", ha señalado el Papa Francisco, "se presenta como un camino que permite captar la dinámica de la fe". Con motivo de los treinta años de publicación de este singular Catecismo, hemos seleccionado aquí siete itinerarios en ese camino de la fe. Se pueden considerar como claves o indicadores, perspectivas o pistas, luces o destellos del depósito de la fe, vivo y dinámico. También se podrían ver como ideas madres o líneas maestras del Catecismo, entre otras que cabría indicar. O como puertas para entrar en él o ventanas, para mirar desde él la realidad de la fe cristiana, que pide hacerse vida.
Hoy el sacerdocio atraviesa una profunda crisis y hay confusión sobre la tarea y función del sacerdote. Ser sacerdote no es un trabajo sino una vocación y un camino de santificación: el sacerdote es un servidor de Cristo y, por tanto, del prójimo. En este libro, el cardenal Robert Sarah aborda el problema de la decadencia moral y espiritual del clero y advierte de los peligros que existen en la Iglesia hoy: el arribismo, la mundanalidad y la notoriedad en las redes sociales. Para mantener el celo por el ministerio, en cambio, es necesaria una vida de oración, de ascetismo y un fuerte apego a la Liturgia, porque sobre todo en la celebración de la Santa Misa es posible encontrar la verdadera alegría y la razón de ser de la propia vida sacerdotal.
Cinco vía crucis para rezar en silencio. ¿Por qué cinco? ¿Por qué en silencio? Cinco, o cincuenta, o quinientos. Y es que siempre podemos acompañar de modo nuevo a Jesús cuando camina hacia el Calvario. Y en silencio, porque así se nos facilita sintonizar con el Corazón de Quien revela un Amor particular en cada estación. La práctica del Vía Crucis, de antigua raigambre cristiana, encontrará en estas páginas luces y fuegos que iluminen y enciendan la vía dolorosa de un Dios que muere por salvarnos.
Nicolas Diat aborda en este libro la cuestión del final de la vida. De una manera sensible y delicada, gracias a su admirable pluma, abriendo las abadías, nos descubre cómo afrontar la muerte en un lugar tan especial. ¿Cómo morir? ¿Cómo responder a nuestros miedos? Detrás de los muros de los monasterios, los hombres de Dios pasan sus vidas preparándose para el gran paso. ¿Pueden ayudarnos a comprender el sufrimiento, la enfermedad, el dolor y la soledad de los últimos momentos? De la abadía de Císter a Lagrasse, de la Grande Chartreuse a Solesmes, Nicolas Diat recogió las confidencias de los monjes al final de sus vidas. A través de entrevistas excepcionales en ocho monasterios con los "hijos del silencio", entendemos que sus muertes son simples, felices, hermosas y agonías brillantes, aunque en ocasiones sean lentas o dolorosas. Aunque indudablemente cada una de sus experiencias es única, a la vez, los dolores de los monjes, nos resultan familiares. Son los de todos los hombres. PREMIO CARDENAL LUSTIGER, GRAN PREMIO DE LA ACADEMIA FRANCESA, 2018.
Una sociedad que alcanzara grandes avances, que fuera protagonista de un gran desarrollo económico, científico, cultural, social... pero que fracasara en la educación de la siguiente generación... sería sin duda una sociedad fracasada. Una sociedad inteligente debe dedicar a la educación sus mejores energías, su mejor talento, sus mejores recursos y su mayor ilusión. La educación necesita un mensaje y un enfoque siempre proactivo, de esperanza, de esfuerzo, de superación. Un relato que resulte realmente inspirador para toda la comunidad educativa. Un empeño que permita atraer el mejor talento para la educación, y que haga que el compromiso por educar, tanto en la familia como en la escuela, tenga cada vez mejor consideración y reconocimiento social. Además, la educación debe hacer a la sociedad cada vez más plural, más libre, con más equidad. Una educación en la que aprendamos a convivir, a alcanzar acuerdos, a comprometernos todos en la construcción de un mundo mejor.
Estas páginas tratan sobre lo esencial: el hombre moderno parece no necesitar a Dios. Y, con semejante actitud, olvida o desprecia, consciente o inconscientemente, la idea de salvación. Quizá, tras haber palpado durante este tiempo más crudamente la propia fragilidad y, con ella, el miedo al contagio y a la muerte, esta actitud de autosuficiencia se haya mitigado y resulte más evidente que necesitamos ser salvados. El libro analiza la salvación en creyentes y no creyentes, os invita a considerar cómo la salvación que Jesús nos ofrece nos lleva más allá de nuestras necesidades físicas o materiales, de nuestras buenas obras, por supuesto... más allá de la muerte. Eduardo Camino, es licenciado en Derecho por la Universidad de Navarra. Se ordenó sacerdote en 1998 y se doctoró en Teología Moral. Durante años ejerció la docencia de Ética y Moral en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma). En el 2003 se trasladó a Zaragoza, donde actualmente colabora en la capellanía del colegio Montearagón. Es autor de varios libros. En Ediciones Palabra tiene publicados, Ven y Verás. La extraordinaria figura de Jesús, Ama y haz lo que quieras y Madre, en la puerta hay un niño.
Los salmos son las palabras que Dios introduce en la boca del hombre para enseñarle a hablar con Él, como hace un padre con su hijo. En las iglesias de Siria, al libro de los Salmos le llaman el corazón de Dios. Nuestros hermanos mayores, los judíos, y los primeros cristianos aprendieron a rezar con estas oraciones inspiradas por Dios, que el mismo Jesús empleó para orar. Estos poemas reviven las promesas salvadoras de Dios realizadas en la historia del pueblo elegido y, al mismo tiempo, apuntan hacia el Mesías que las cumplirá definitivamente. Todo el Antiguo Testamento anticipa y prepara los misterios de la Nueva Alianza realizada por Jesucristo, pero los salmos aluden de una manera continua, aunque variable, a la persona del Salvador. En este libro se comentan con detalle veintiún salmos, para ayudar a los lectores a encontrar en esas oraciones el eco de la vida y las enseñanzas de Jesucristo, de modo que las palabras de esos poemas les sirvan para escuchar a Dios y para comunicarse con Él.
"Desearía que estas páginas ayudasen a la oración e invitasen a un contacto más directo con Jesucristo", escribe Mons. Fernando Ocáriz en la presentación de este libro compuesto por 120 textos breves, que acompañan a meditar el Evangelio con actitud contemplativa y de escucha.
El autor adopta la perspectiva de quien reza como "hijo". La filiación divina del cristiano (saberse y considerarse hijos de Dios) aparece en los escritos de Mons. Ocáriz como una fuente de significados que tocan y transforman al creyente.
En la oración, el sentido de filiación, lejos de representar un eslogan repetido mil veces, llega a convertirse en un impulso y una presencia en nuestra vida cotidiana. Nos vamos identificando así con Jesús, "Hijo del Padre".
Conocer a Jesucristo y estrechar los lazos con él, desbordará en una relación más verdadera con Dios-Padre y desearemos responder como hijos a la vocación al amor a los demás, a la libertad y a la alegría.
Mons. Fernando Ocáriz (París, 1944) fue nombrado prelado del Opus Dei en 2017 por el Papa Francisco. Tras cursar los estudios universitarios en Barcelona, se trasladó a Roma para realizar los de teología. Es físico, teólogo, profesor universitario, autor de libros y artículos especializados y consultor de diversos dicasterios de la Santa Sede. En sus viajes pastorales alrededor del mundo, ha adquirido un profundo conocimiento de la Iglesia universal. En especial, goza de una visión esperanzada de la misión del laicado, esos millones de mujeres y hombres que desde las circunstancias en las que viven comparten el dicho de Pablo: "¡Ay de mí si no evangelizara!" (1 Co 9, 16).