La presente obra ha alcanzado una enorme popularidad en Alemania desde su primera publicación en 1981. Su impacto ha sido tal que ha trascendido el espacio académico de la universidad y de la enseñanza secundaria, donde es un texto de referencia, para entrar a formar parte de la cultura general, convirtiéndose en libro de cabecera de directivos, agentes comerciales, trabajadores sociales y profesores, entre otros.
A través del modelo del cuadrado de la comunicación, Friedemann Schulz von Thun nos muestra cómo toda expresión humana despliega su energía en cuatro niveles: el contenido objetivo, la automanifestación, la relación y la incitación. El mero conocimiento de los mismos no hará que mejoremos nuestra comunicación, pero si desarrollamos una sensibilidad hacia este «acorde de cuatro notas», mejoraremos nuestro «sentido musical» en cuanto a la comunicación interpersonal se refiere. Y esto nos dará la oportunidad de convertirnos en buenos compositores de una música con el timbre de nuestra propia personalidad.
Este es un ensayo filosófico sobre la experiencia del olvido. Se trata de un tema de largo alcance que, al prolongarse en el tiempo, afecta a varias generaciones, a las familias y a los individuos, a cada uno de nosotros en primera persona. Es una cuestión difícil relacionada con el dolor, con el sufrimiento y la pérdida, con los pensamientos que no nos dejan conciliar el sueño.
El lector encontrará en estas páginas un recorrido por lo extraño y contradictorio del recuerdo que huye de sí mismo y se hunde en el olvido. Un día nos damos cuenta de que no se puede vivir así y advertimos que solo una frontera entre un antes y un después permitirá fundar un presente del ahora. Más allá de esa frontera, abandonada la huida, se encuentra el verdadero olvido, aquel que cumple una función de verdad para cada sujeto.
El presente texto no está destinado solo a los especialistas en temas bíblicos, sino que pretende servir de ayuda para una lectura más inteligente del Antiguo Testamento. Por este motivo, se multiplican las referencias al texto de la Biblia y se evitan las discusiones demasiado técnicas. Roland de Vaux, sacerdote, arqueólogo e historiador, expone con un estilo claro las costumbres nómadas y la organización de las tribus, y estudia las instituciones familiares, civiles, políticas, militares y religiosas.
Los padres perfectos no existen. De hecho, no es la perfección lo que se busca en las relaciones afectivas, en particular en las relaciones entre padres e hijos. Todos tenemos en ocasiones comportamientos erróneos o irracionales. Somos seres humanos, cada cual con sus deseos y sus necesidades, que pueden entrar en conflicto con los de las personas a las que queremos. No hay nada malo en ello, y hay que aceptar el hecho de que toda convivencia supone algún que otro conflicto y alguna negociación. Sin embargo, hay límites que no se deben traspasar en la relación con los demás: los hijos deben aprender a reconocerlos, porque es para ellos una ocasión para crecer y madurar, y los padres deben enseñarlos.
Jesper Juul muestra cómo conjugar de un modo equilibrado proximidad y distancia, y ayuda a clarificar el proceso educativo en una sociedad en la que se han derrumbando muchas de las antiguas certezas en el terreno de la pedagogía y muchos padres tienen dificultades para dosificar autoridad e igualdad, respeto y responsabilidad.
El presente texto nace del profundo respeto hacia una generación de padres que trata de desarrollar su rol paterno de dentro hacia fuera, partiendo de sus propios pensamientos, sentimientos y valores, porque ya no hay ningún consenso cultural y objetivamente fundado al que recurrir; una generación que al mismo tiempo ha de crear una relación paritaria de pareja que tenga en cuenta tanto las necesidades de cada uno como las exigencias de la vida en común.
Jesper Juul nos muestra que, en beneficio de todos, debemos definirnos y delimitarnos a nosotros mismos, y nos indica cómo hacerlo sin ofender o herir a los demás, ya que debemos aprender a hacer todo esto con tranquilidad, sabiendo que así ofrecemos a nuestros hijos modelos válidos de comportamiento. La obra no trata de la necesidad de imponer límites a los hijos, sino que se propone explicar cuán importante es poder decir no, porque debemos decirnos sí a nosotros mismos.
La obra que el lector tiene en sus manos analiza esa experiencia que solemos denominar locura, esquizofrenia o psicosis, la cual se halla presente en todas las sociedades y, hasta donde alcanza nuestro conocimiento, en todas las épocas, ya que la tendencia de la mente a desviarse de lo que una sociedad determinada considera «normal» y aceptable, junto con la propensión del resto de los miembros de dicha sociedad a sancionar estas desviaciones, es uno de los aspectos centrales de la naturaleza humana.
Sin subestimar la importancia de las manifestaciones del fenómeno –las alucinaciones, las ideas delirantes y los trastornos cognoscitivos–, Jim Geekie y John Read abordan en esta obra las experiencias subjetivas, una cuestión fundamental y tradicionalmente relegada por los estudios, ya que consideran que los individuos que experimentan la locura están capacitados para realizar comentarios únicos sobre dicha experiencia y pueden ofrecer una contribución importante a nuestra comprensión de la misma.
El sentido de la locura es una lectura esencial para los profesionales de la salud mental, así como para los pacientes y para sus familiares.
¿Están Oriente y Occidente, como se insiste en muchas ocasiones, condenados a no encontrarse jamás? ¿Es el diálogo entre ambas culturas imposible? Jacques Scheuer trata de responder a estas cuestiones a través de doce exploraciones, en otros tantos capítulos, que trazan un movimiento de ida y vuelta. No encontrará el lector aquí una exposición académica de la historia del budismo y de sus diferentes ramas ni una comparación entre dos productos, budismo y cristianismo, puestos a disposición del consumidor, sino que en cada exploración, una palabra, una parábola, una imagen o un personaje de la tradición budista nos invitarán a descubrir este mundo espiritual.
El autor acerca al lector a la esencia del mensaje budista, cuyo riguroso análisis de la condición humana y cuya búsqueda profunda del despertar y de la liberación distan mucho de la imagen distorsionada de una doctrina nihilista que nos ofrecen algunos clichés recurrentes. El objetivo de Scheuer es que este descubrimiento del otro se convierta en un viaje de ida y vuelta hacia una compresión siempre inacabada del camino espiritual que nos propone la fe cristiana, hacia una hospitalidad entre ambas culturas que haga madurar el fruto del reconocimiento.