A Edith Stein le toca trazar un puente de diálogo entre el mundo del pensamiento moderno y la espiritualidad cristiana, una tarea que ella mismo emprendió desde el momento de su conversión. Tantas experiencias vivida desde ángulos tan diversos como los de judía, filósofa, atea, convertida, carmelita y mártir, la otorgan una posición privilegiada para su testimonio y magisterio.