Una buena apotación sobre este tema siempre abierto: ¿cómo nos ayudan el espacio y su distribución a vivir las celebraciones? Fernando López Arias (Málaga, 1982) es presbítero incardinado en la Prelatura del Opus Dei. Arquitecto por la ETS de Arquitectura de Madrid-UPM y doctor en Teología litúrgica por la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma). Actualmente desarrolla su actividad docente y de investigación en el Instituto de Liturgia de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, que compatibiliza con el asesoramiento litúrgico en proyectos de edificación de nuevos templos.
¿Quién fue realmente Jesucristo? ¿Por qué le siguen todavía millones de personas? ¿Qué dice sobre él la historia y la Biblia? ¿Era un hombre como nosotros, y además era Dios? ¿Cómo era su personalidad, su psicología, su manera de comportarse?
En este breve estudio de cristología, el autor expone los resultados de la ciencia teológica de un modo accesible y sintético, abordando el misterio de Jesucristo, su persona y su doctrina.
Antonio Ducay (Zaragoza, 1957) es sacerdote y profesor asociado de Teología Dogmática en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz. Es experto en cristología y mariología, y autor de numerosas publicaciones.
Gran conocedor de la vida y la obra de san Ireneo, el P. Antonio Orbe ahonda en este libro en su doctrina espiritual, extrayendo para ello el contenido de sus interesantes cursos leídos en la facultad de Teología de la Gregoriana. Para el autor, el hecho de querer acercar la espiritualidad del Obispo de Lyon al gran público responde a su firme convicción de que está dotada de «elementos de gran actualidad, enorme vigor y frescura, y espontánea aplicación a la vida espiritual».
El P. Antonio Orbe (1917-2003), jesuita, fue, desde 1949, profesor en la Pontificia Universidad Gregoriana. Era considerado un gran experto en el campo del gnosticismo y un extraordinario conocedor de la teología de san Ireneo, sobre quien escribió numerosas obras, algunas de ellas publicadas en la BAC.
Todos los cristianos estamos llamados a ser servidores de la misericordia en la Iglesia, que es la familia fundada por Jesús, para ser la memoria y visibilidad de su amor hacia toda la humanidad. Hemos sido tocados por el Señor y estamos llamados a compartir con todos esta misericordia: «Como yo he tenido compasión de ti» (Mt 1 8,33), La misericordia es la ternura materna de Dios, su fidelidad al pacto de amor, su. «amor eterno», porque «de su misericordia está llena toda la tierra» (Sal 33,5).
Juan Esquerda Bifet (Lérida, 1929), catedrático emérito de Misionología en la Pontificia Universidad Urbaniana y director emérito del Centro do Animación Misionera (Roma), ha escrito numerosos libros sobre temas misionológicos. Entre los publicados en la BAC destacan: Diccionario de la evangelización (1998), Introducción a la doctrina de san Juan de Ávila (2000), La misión al estilo de los Apóstoles (2004), Misionología (2008) y Aprender u creer (2013).
Tercer libro de la serie de textos que la BAC publicará con motivo del Año de la Misericordia: “Textos para el Año de la Misericordia 3”
”La música siempre estuvo presente en la vida de Manuel García Morente, era su gran afición y, sin duda, preparó su interior para un acontecimiento tan extraordinario. [...] El Señor Jesús se manifestó en su corazón a través del canto y de la música” (Carmen Bonelli García-Morente). No podemos pasar por alto el carácter testimonial que emana de este acontecimiento extraordinario. Un trabajo que merece toda nuestra gratitud de creyentes y teólogos.
Una vida fructífera y buena exige la santidad, un fortalecimiento del amor y de la unión con Dios, el reconocimiento de su misericordia en la vida del hombre. Sólo una vida religiosa, como dirá Goethe, es una vida productiva.Esta experiencia nos llevará a vivir y manifestar el amor de Dios al prójimo, sin el cual no sólo traicionaríamos nuestra más profunda naturaleza sino que incluso sería imposible cualquier ulterior santidad. Este es el sobrio diagnóstico que realiza el sacerdote, moralista y ensayista, Roberto Esteban Duque, en un texto que comienza abordando el enfoque antropológico y cultural, histórico y filosófico de la santidad, para continuar con la necesaria enfatización, realizad por el Concilio Vaticano II, de la exigencia y obligatoriedad de la llamada universal hacia la perfección como único modo de vida posible y fin absoluto del hombre a la luz de la Revelación. Después de proponer los medios generales de santificación, válidos para los cristianos de cualquier épo-ca, y considerar la unión con Cristo como criterio de santidad, el autor realiza una inspiradora sinopsis de la experiencia de varios testigos capaces de descubrir en el sufrimiento un lugar de santificación.
¿Por qué no me quita Dios este sufrimiento? Hay quien dice que Dios permite el dolor. Otros dicen que es un castigo. Incluso algunos defienden que es un regalo de Dios.
¿Cuánto hay de cierto en esto? ¿Cómo reaccionar ante el dolor? ¿Por qué me pasa eso a mí, y no a otro? Contemplamos cada cierto tiempo desastres naturales, males físicos y morales que dejan al hombre abatido y desconcertado. ¿No podía Dios haberlos evitado? ¿No podía haber construido un mundo mejor? ¿Qué explicación ofrece la fe católica?
Jorge Ordeig (Valencia, 1952) es ingeniero de telecomunicaciones (UPM, Madrid), doctor en filosofía y sacerdote. Ha trabajado en diversas instituciones educativas y actualmente es párroco de la iglesia de San Ildefonso, en Granada.
Platón aseguraba que «lo bello es difícil» pero ¿por qué? ¿Qué tiene que ver lo bello con lo verdadero y bueno? ¿Por qué nos atraen personas y acciones que sabemos no son ni buenas ni verdaderas? ¿Cómo debe comportarse uno para hacer de su vida una «obra de arte»?
Pero el principal interrogante que estas líneas afrontan, la pregunta que las vertebra es: ¿Por qué Benedicto XVI está plenamente convencido de que la belleza es un camino privilegiado para defender la fe y evangelizar al hombre del hoy?
El autor dedica el libro a todos los que un Dios sólo racional les sabe a poco, y anhelan cada día ver su rostro. Porque la razón busca, pero es el corazón el que encuentra.
Siguiendo el estilo del gran clásico La fe explicada , escrito por Leo J. Trese y publicado también en Rialp, La fe explicada hoy ofrece un desarrollo accesible y cercano al lector del siglo XXI, en especial a estudiantes y lectores jóvenes.
Dividido en seis partes, recoge las enseñanzas de la Iglesia desde siempre: qué verdades hay que creer, cómo las revela Dios, la moral cristiana, cómo orar y adorar a Dios, y qué es la persona humana.
Incluye unas breves preguntas al final de cada capítulo, y textos de la Sagrada Escritura, del Magisterio de la Iglesia -en especial del Catecismo de la Iglesia Católica-, y de conocidos santos y escritores espirituales.
Joe Babendreier es sacerdote de la Prelatura del Opus Dei, doctor en Teología por la Universidad de Navarra e ingeniero químico por la Universidad de Columbia. Durante muchos años ha trabajado como capellán en diversas instituciones educativas en Kenia.
«Antes de conocer a Jesús, Pedro podía tener toda su vida bajo control. Su casa, su familia, la pesca: era fácil gestionar su pequeño mundo. (...) Ahora, en cambio, todo era desproporcionado. Cientos, miles de personas de toda raza y lengua venían a él para pedirle lo imposible. La comunidad de los discípulos crecía cada vez más, y él era el responsable de todos. Ya no había para él día ni noche, no había posibilidad de hacer comidas ordenadas ni tiempo para dormitar en la orilla del lago. Y sin embargo se sentía tranquilo, en paz. Sentía en su interior una fuerza que no eliminaba su debilidad, sino que la utilizaba».
«Con este libro eres llevado hasta el interior de los hechos que se narran y puedes verlos con tus ojos y sentirlos con tu corazón más que si estuvieses presente». (Del Prefacio de Angelo Scola).
El autor de Simón, llamado Pedro es Mauro Giuseppe Lepori, esta publicación tiene ciento treinta y dos páginas.
La mística Adrienne von Speyr ofrece meditaciones profundas y originales en cada verso de la rica síntesis de san Pablo del sentido de la fe cristiana. El octavo capítulo de la carta a los Romanos, una cima resplandeciente y expresiva en la poderosa sinfonía de los escritos paulinos, proclama la victoria definitiva del amor de Dios, por medio de Jesucristo, en el Espíritu Santo, a los fieles unidos a la Iglesia. En esta época, que se ha enamorado de las tinieblas del hombre, Von Speyr muestra cómo el cristiano solo necesita coraje, inspiración y esperanza para recibir la luz divina, tal y como se desprende de estos escritos de san Pablo.
Adrienne von Speyr (1902-1967), convertida al catolicismo en 1940, escribió más de sesenta libros sobre espiritualidad y teología. Colaboró estrechamente con el renombrado teólogo Hans Urs von Balthasar, su confesor durante veinti­siete años y cofundador de la Comunidad de San Juan. Sus numerosas obras son reconocidas por los principales teólogos y escritores como una importante contribución a los escritos mís­ticos y espirituales de la Iglesia. Entre sus libros traducidos al español destacan El hombre ante Dios, Apocalipsis de san Juan y La esclava del Señor.
Después de haber reflexionado, en la III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos de octubre de 2014, sobre «Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización», la XIV Asamblea Gene­ral Ordinaria, que tendrá lugar del 4 al 25 de octubre de 2015, tratará el tema de «La voca­ción y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo». El largo camino si­nodal se presenta, de este modo, marcado por tres momentos íntimamente vinculados entre sí: la escucha de los desafíos de la familia, el discernimiento de su vocación y la reflexión sobre su misión. Todo el pueblo de Dios ha sido implicado en el proceso de reflexión y profundización, también gracias a la guía semanal del Santo Padre, el cual, con sus catequesis sobre la fa­milia en las audiencias generales y en otras ocasiones, ha acompañado este camino común. El renovado interés por la familia, suscitado por el sínodo, ha sido confirmado por la amplia atención que se le ha conce­dido a la misma, no solo por parte de los ambientes eclesiales, sino también de la so­ciedad civil.