Este libro ofrece una serie de ensayos de teología práctica, relacionados con la misión eclesial, con el servicio que las Iglesias están llamadas a prestar a la humanidad. Algunos ensayos se refieren a las alarmas actuales que suenan más fuertemente en la Iglesia y a los desafíos pastorales más urgentes para construir una Iglesia más participativa. Otros tratan sobre el ministerio de la verdad como compromiso fundamental de la misión eclesial. Otros, finalmente, se refieren al amplio campo de la evangelización, tarea prioritaria de la misión eclesial. Es el gran desafío que la Iglesia tiene ante sí: ¿cómo transmitir la fe en un mundo secular y en una cultura laica? ¿Cómo traducir y hacer significativo el mensaje cristiano en un nuevo contexto cultural?
Durante los cuatro años que duró su celebración, el concilio Vaticano II cautivó a las audiencias televisivas con sus espléndidas y elegantes ceremonias públicas, al tiempo que sus debates ofrecieron noticias de fuerte impacto a un ritmo casi semanal. Para muchos, se trata indudablemente del acontecimiento religioso más importante del siglo XX, con repercusiones que se dejaron sentir mucho más allá de la Iglesia católica. Habría que destacar que este es el primer libro, sólidamente basado en documentación oficial, que ofrece un relato breve, ameno e históricamente preciso del desarrollo del concilio desde el momento en que el papa Juan XXIII anunció su celebración, en enero de 1959, hasta su conclusión, el 8 de diciembre de 1965.
«El Padre O’Malley ha escrito uno de los libros mejores y más necesarios acerca del concilio Vaticano II... La forma en que los obispos se hicieron cargo de los asuntos que constituían el orden del día del concilio y orientaron su rumbo es una historia de audaces confrontaciones, choques de personalidades y maniobras hechas en la sombra, que el autor consigue narrar en un estilo vivo, colorista y lleno de suspense» (de la reseña de Peter S. Steinfels en el New York Times).
JOHN W. O’MALLEY, actualmente profesor del departamento de teología de la Universidad de Georgetown, es un historiador de la Iglesia especializado en la Europa de los siglos XVI y XVII. Entre sus obras más conocidas se cuentan Trent and All That y Four Cultures of the West. Con su obra Los primeros jesuitas, traducida a diez idiomas y publicada en español por la Editorial Sal Terrae, obtuvo el premio Jacques Barzun de historia de la cultura y el premio Philip Schaff de historia de la Iglesia. John W. O’Malley fue elegido miembro de la American Academy of Arts and Sciences en 1995, y de la American Philosophical Society en 1997. Fue presidente de la American Catholic Historical Association y de la Renaissance Society of America. El padre O’Malley, sacerdote católico y miembro de la Compañía de Jesús, ha recibido también premios a la obra de toda una vida, tanto por parte de la Renaissance Society of America como de la Society for Italian Historical Studies. La Editorial Sal Terrae ha publicado también su libro Historia de los papas: desde Pedro hasta hoy.
Hoy el tiempo parece fluir como un líquido, ser un tejido sin trama, carecer de forma. Sin embargo, a lo largo de la historia su vivencia no ha resultado problemática para el hombre, a pesar de las rupturas que en él ha experimentado.
Cuando en la actualidad se aborda el tema del tiempo desde una perspectiva teológica, cobra especial importancia la búsqueda de una sabiduría que permita vivirlo humanamente y sea capaz de responder a varias cuestiones problemáticas. ¿Existe algún modelo capaz de integrar con éxito el pasado, el presente y el futuro? ¿Es posible mezclar sin confusión los siglos y la eternidad? ¿Puede el discurrir cotidiano desembocar en lo eterno sin perder su consistencia? ¿Tiene Dios alguna posibilidad de dirigir la historia sin apabullar la libertad de las personas ni arruinar el misterio y la novedad del porvenir?
El tiempo, lejos de ser mero límite de la condición terrena, úlcera por la que se desangra el existir humano, es puerta que abre a nuevos encuentros y horizontes, además de sacar de su aislamiento al sujeto ensimismado y de encaminarlo a la plenitud de su vocación.
Tras el discurso eucarístico de Cafarnaúm, el apóstol Pedro dirigió a Jesús estas palabras: «Nosotros creemos y conocemos que tú eres el Santo de Dios» (Jn 6, 69). La fe, en efecto, otorga ya un hondo conocimiento de la verdad revelada, pero al mismo tiempo mueve a querer saber más de ella, lo que se traduce en un deseo de conocer mejor la doctrina y la moral católicas, de captar asimismo con más intensidad las riquezas de la liturgia de la Iglesia y, en fin, de entrar más hondamente en la vida de oración. Creemos y conocemos, pero queremos profundizar más. Eso es lo que nos ofrece la lectura atenta y motivada –el estudio, en realidad– del Catecismo de la Iglesia Católica. Este libro está pensado, con ese propósito, para servir de ayuda a los lectores del Catecismo y a cuantos se ocupan de enseñarlo a los demás.
Esta obra es un estudio sobre la liturgia y los sacramentos en Santo Tomás de Aquino. Recurriendo a la doctrina tomista de las cuatro causas se ofrece una definición completa de la liturgia. Seguidamente se presenta un tratado de los sacramentos, atendiendo de manera particular al de la Eucaristía. También se atiende a la enseñanza de Santo Tomás en relación con la Liturgia de las Horas y que está dispersa en diferentes obras. El estudio se cierra con una parte dedicada al culto a la Virgen María, los santos y algunos aspectos particulares de la celebración litúrgica.
Indicazioni pastorali per l'Anno della Fede, in lingua spagnola.
Preparación e índices de Laureano Manrique, OSA. Traducción de Isidro Álvarez, OSA. Aparato crítico de José Manuel Guirau, OSA.
Después de más de cuatro siglos, se presenta por primera vez en edición crítica y bilingüe la obra literaria de santo Tomás de Villanueva (1482-1555), religioso agustino y arzobispo de Valencia, realizada por un equipo de investigadores agustinos de España. Santo Tomas de Villanueva sigue teniendo, sin duda, una palabra nueva y una ejemplar actitud para esta nuestra desconcertada y envejecida Europa del s. XXI.
Edición bilingüe y crítica de las Conciones y otros escritos de Santo Tomás, que consta de 10 tomos (cf. Complemento). ISBN o.c.: 978-84-220-1511-6.
En esta obra el autor se propone un objetivo imposible. En esquema, se formulan cuatro preguntas acerca de Occidente: ¿de dónde procede, ¿cuál es la situación actual de la cultura occidental?, ¿hacia dónde va?, ¿adónde debe orientarse? Al responder a estas cuestiones se corre el riesgo de deslizarse hacia opiniones personales carentes de razón. Para evitarlo, el autor procura ofertar datos que avalan sus juicios. Otro riesgo es presentar un panorama catastrofista a la vista de los cambios novedosos que se suceden. Es cierto que, tal como se expresa el filósofo Habermas, asistimos un «descarrilamiento» de la denominada cultura atlántica. No obstante, tampoco conviene silenciar los nuevos valores emergentes que permiten situar el tren de nuevo en la vía. Ante tal disyuntiva, el autor fija su objetivo en esta sentencia de Wittgenstein: «Escribir es la manera efectiva de poner el vagón derecho sobre los raíles».
Aurelio Fernández cursó filosofía en la Universidad de Münster (Alemania) y teología en Friburgo, disciplinas en las que se doctoró. Ha sido profesor de filosofía en el Seminario de Oviedo, de teología en la Facultad de Burgos y profesor invitado en la Univrsidad de Maguncia (Alemania).
Jesús de Nazaret fue acreditado por Dios con palabras y milagros, con la resurrección y el don del Espíritu. Su historia, mensaje y destino engendraron la fe en quienes lo reconocieron como Mesías de Israel, Salvador del mundo, Señor de la Iglesia y del cosmos, Hijo de Dios. La cristología es el origen histórico, el fundamento permanente y el principio generador de todos los demás tratados teológicos. Con ella están en pie o caen la fe, la iglesia y la teología. Cristo es el pionero y consumador de la fe; el fundamento, la forma y el futuro del cristianismo. Él es la esperanza del mundo. Este manual de cristología aborda en sus tres partes la cristología bíblica, la histórica y la sistemática. A ellas añade el autor una notable conclusión en que desarrolla conceptos como cristofanía y cristoterapia.
Si la teología es hablar de Dios, conjugando la búsqueda y el anhelo del hombre con la palabra y la revelación de Dios, el tratado sobre el misterio trinitario constituye su centro y fundamento. Pero no se trata de hablar de un dios cualquiera, ni siquiera de él como Misterio sin más, sino del Dios que se ha revelado en su Hijo y se nos ha dado en el Espíritu. La fe trinitaria no es un enigma indescifrable, un jeroglífico irresoluble, un dogma sinsentido. La teología trinitaria tiene como tarea pensar a fondo esta revelación y comunicación de Dios. ¿Cómo es posible que Dios sin dejar de ser él pueda entrar en el corazón mismo de la vida humana en historia y trascendencia ofreciendo a la realidad mundana la comunión definitiva con él? ¿Cómo es ese Dios desde toda la eternidad para que su revelación histórica sea de esta manera? La teología cristiana responde a estas preguntas afirmando que Dios es aquel que es y ha querido revelarse para siempre como el Dios-con-nosotros: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Ángel Cordovilla Pérez (Salamanca 1968) es sacerdote. Estudió en Salamanca, Roma y Múnich. Profesor de teología dogmática en la Universidad Pontificia Comillas. Entre sus obras cabe destacar Gloria de Dios y salvación del hombre (Salamanca 1997); Gramática de la encarnación. La teología de Karl Rahner y Hans Urs von Balthasar (Madrid 2004); El ejercicio de la teología (Salamanca 2007); Crisis de Dios y crisis de fe. Volver a lo esencial (Santander 2012).
Mi intención ha sido escribir un libro directo y sencillo, que acompañe en su itinerario espiritual a todos aquellos que sufren por la inseguridad de su fe; un libro que ayude a recuperar o alcanzar la fe en el Dios de Jesucristo a quienes la perdieron o no la han tenido nunca. No es, por tanto, un catecismo ni una introducción al cristianismo, sino una presentación de la fe cristiana que evoque su función decisiva en los planes de Dios y en el acertado desarrollo de la vida humana.
Este estudio, por tanto, no se centra de manera principal en lo que creemos por la fe, sino en la fe misma, la fe en cuanto acto y hábito personal, don de Dios y camino de salvación.
El lector está invitado a acompañarme en esta meditación teológica sobre la fe cristiana, nacida de mi experiencia personal y pastoral. Pero sobre todo a experimentar y celebrar gozosamente aquello que es posible formular sobre la fe en Cristo y en el Dios que nos salva.