Javier Echevarría, prelado del Opus Dei, nos ofrece un libro para la oración. Tomando como base la Pasión de Cristo, se centra en el huerto de Getsemaní, cuando Jesús, sabedor de lo que ha de acontecer, se recoge en un momento íntimo de oración que sirve de ejemplo para la oración de todos los cristianos. Siguiendo paso a paso los evangelios, Echevarría reconstruye el período de calma que precede a la tormenta de la Pasión.
Javier Echevarría nace en Madrid en 1932. Colabora estrechamente con el beato Josemaría Escrivá desde 1953 hasta el 26 de junio de 1975, fecha en que fallece el fundador del Opus Dei. Ha vivido en Roma momentos decisivos de la historia de la Iglesia, como los años del Concilio Vaticano II, y ha sido testigo de los pontificados de Pío XII, el beato Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I y Juan Pablo II. Prelado del Opus Dei desde abril de 1994, tras el fallecimiento de Álvaro del Portillo, es ordenado obispo por Juan Pablo II en enero de 1995. Profundo conocedor de los problemas de los cristianos en el mundo actual y de la situación de la Iglesia en numerosos países del mundo, ha realizado viajes pastorales por los cinco continentes, entablando un diálogo ecuménico con personas de muy diferentes credos y culturas.
Se han recogido aquí las claves del pensamiento de Juan Pablo II, el papa más viajero de la historia, con la idea de proponer al lector que viaje también, pero hacia su interior, para que aprenda a amar a Dios y encuentre así la plenitud en su vida. Los textos reunidos se han dividido por temas de suma importancia en la vida de todo buen cristiano y nos ayudan a entender el pensamiento de este papa singular, pero sobre todo a tener fe en Cristo y en la Virgen María, a amar a los demás, a rezar de forma constante, a soportar el dolor, a tener caridad con los que sufren y a vivir en paz y armonía con nuestra familia y con los demás. Se pueden leer como un todo o de forma aislada porque cada capítulo, aunque breve, nos hace reflexionar en profundidad sobre el tema que trata.
Juan Pablo II ofrece estas enseñanzas para profundizar en nuestro diálogo constante con Dios, para que estemos más unidos a él, porque ése es el secreto de la felicidad. Debemos caminar al encuentro con Cristo porque Él es la solución a nuestros problemas.
Partamos de un hecho: los fundadores de las distintas familias religiosas no fueron "ideólogos", sino "padres". Tuvieron "hijos", y por ellos pasaron a la historia. Ahora, ¿por qué siguen manteniendo contacto con sus "padres espirituales" y no les basta tener por guía al Espíritu Santo? A parte de motivos ascéticos, el motivo principal radica en que esa "paternidad espiritual" crea de hecho un tipo de amistad indiscutible. Pues bien, este libro nos concreta y explica detenidamente los rasgos característicos de la "paternidad espiritual" de San Ignacio de Loyola, así como sus vínculos con los antiguos "padres espirituales" del cristianismo.
Pese a que el reciente Catecismo de la Iglesia recomiende esta práctica dentro del sacramento de la Penitencia, al comienzo de la celebración de la Misa y en el rezo de Completas, al fin del día, muchos creyentes, incluso directores de espíritu, la han encerrado en el baúl de los recuerdos. Aun admitidos los abusos o malos usos que pueda haber habido en esta práctica, el abuso no podrá jamás suprimir el uso. Por eso precisamente nos hace falta una buena teología, una buena espiritualidad, y una oportuna praxis renovada que haga resplanceder de nuevo el "examen del conciencia" como una joya redescubierta y pulida de nuevo. Es lo que nos ofrece el P. Marko Iván Rupnik en este libro ágil y completo, actual y práctico, y sobre todo, redimensionar y recuperar ese valioso y contrastado recurso de vida y progreso espiritual
San Francisco se propone hacer amable el deseo de santidad y su arduo camino a todas las gentes. Su llamada a la santidad es plenamente actual.
Una obra traducida al castellano por Francisco de Quevedo y Villegas. "Se trata de un libro que rezuma suavidad, serenidad, optimismo y, al mismo tiempo, fuerza, firmeza, claridad de doctrina y exigencia ascética". Esta obra refleja "la sonrisa amable del amigo persuasivo y el pulso seguro de un director de almas exigente y alentador"."Estamos seguros de que la lectura de este libro estimulará, con su sal humana y su simpatía divina, a todo aquel que se asome a sus líneas con deseos de esponjar el espíritu y acercarse a Dios, que siempre está esperando".
La intención de esta obra es la de poner de relieve la dinámica espiritual vivida por Edith a lo largo de los distintos estados y situaciones por los que discurrió su existencia. No es tarea fácil ya que en sus escritos raramente encontramos experiencias manifestadas explícitamente. Aunque, eso sí, todos terminan delatándola con sólo saber leer entre líneas hasta dar con la veta de su vida interior
<br/
Rescatamos con esta edición la gran biografía clásica y de mayor impacto de cuantas ha tenido hasta ahora esta gran mujer de nuestro siglo XX que conocemos como Edith Stein. Su gran mérito radica en que su autora fue a la vez Priora y Maestra de Novicias de Edith en el Carmelo de Colonia. Y por lo mismo, depositaria como nadie de su intimidad, y conocedora de “detalles” inadvertidos por los demás. Incluye, además, numerosos textos autobiográficos
La nueva configuración a Cristo conferida por el sacramento del orden es una llamada continua a buscar la integración entre el ejercicio consciente del misterio y la oración. Esta obra se pregunta sobre el sacerdote orante a través del ministerio confiado y el modo en que la actividad litúrgica, la vida íntima y su existencia enviada reciben el don de una mística identificación. Habilitado para un culto nuevo enraizado en Dios y polarizado hacia su pueblo, la misma vida del sacerdote experimenta una fuerza unificadora. Desde una oración comprendida como dinamismo antes que como tarea y con una amplia síntesis del magisterio posconciliar, este volumen presenta al sacerdote lo específico de su oración como servidor del Pueblo de Dios por voluntad de Cristo.
Pere Montagut es Doctor en Teología. Ordenado sacerdote en 1991 y desde 1996 imparte cursos de teología espiritual en el Instituto de Teología Espiritual de Barcelona y en la Facultad de Teología del Norte de España (Burgos). Además de artículos en publicaciones periódicas y especializadas ha escrito: El secret de Mons. Pere Tarrés: La caritat pastoral (1994).
El abandono de Dios es, con mucho, el acontecimiento fundamental de estos tiempos de indigencia en Occidente. Teresa de Lisieux, expresión simplificada sublime del espíritu de San Juan de la Cruz, se solidariza con este abandono de Dios, pasando por la prueba de la «noche espiritual», como Jesucristo en la cruz, y nos enseña el camino de la «fe desnuda», el camino de la «simple y amorosa confianza» en Dios. Como «mística del sufrimiento ajeno a causa de Dios», Teresa de Lisieux nos muestra un camino evangélico de gran simplicidad, en medio de los avatares de nuestro mundo: «El abandono en las manos de Jesús para que éste nos lleve al amor misericordioso del Padre».
Introducción de Juan Esquerda Bifet.
El siervo de Dios José María García Lahiguera nació en la villa de Fitero (Navarra, diócesis de Tarazona) el 9-3-1903 y falleció en Madrid el 14-7-1989. La mayor parte de su existencia transcurrió en Madrid, en cuyo Seminario diocesano estudió y del que fue después director espiritual. En Madrid recibió, el 29-5-1926, la ordenación sacerdotal y, el 29-10-1950, la consagración episcopal. Fue obispo de Huelva (1964-1969) y arzobispo de Valencia (1969-1978). En su personalidad resaltan dos pasiones fundamentales. En primer lugar, la pasión por el sacerdocio y, en segundo, la pasión por la vida consagrada. Por eso destacó en su vida como promotor de vocaciones sacerdotales desde la dirección espiritual en el Seminario de Madrid y como fundador de la Congregación de Hermanas Oblatas de Cristo Sacerdote.
Con este libro el autor trata de adentrarse en el alma de don Miguel de Unamuno. Siguiendo la búsqueda de Dios como hilo conductor de sus escritos, se van identificando sus ansias constantes y quemantes de inmortalidad, sus vivencias interiores, su drama personal. La figura de este hombre agónico se perfila como la de alguien sometido por la mano divina a una noche oscura y cerrada, en la que deambula y rema «proa al Infinito». No se da tregua en su afán por vivir la que llamaba 15.ª obra de misericordia: despertar al dormido, rompiendo su somnolencia religiosa. Desde esta vocación hay que medir la amplitud de su apostolado laico, sus denuncias profetisas, su tarea de inquietar con su propia Inquietud al indiferente por los valores trascendentes de la existencia. Tan famoso por «sus cosas», lo grande de Unamuno, lo que lo eleva sobre la actual indiferencia y frivolidad religiosa es su búsqueda sincera y los tonos ardientes con que expresa, en prosa y en verso, sus ansias de Dios.
José Vicente Rodríguez, carmelita, se ha dedicado con ahínco al estudio de la vida y la obra de San Juan de la Cruz. Por ello, ahora ha intentado iluminar la noche oscura y angustiosa de Unamuno con las luces del doctor místico, al que don Miguel definía como «el místico castellano hondo, sentido, profundo, austero, elevado».
Biografía de Santa Edith Stein