«Este volumen constituye una especie de apéndice a mis Obras completas. Ninguno de estos trabajos está contenido en ellas.
Los escritos de este volumen han sido seleccionados siguiendo el criterio de que aporten puntos de vista adicionales a trabajos anteriores. En su mayoría son redacción de conferencias no escritas previamente, y que han sido reelaboradas para su impresión. La última parte está formada por un pequeño grupo de textos que en realidad no pertenecen tanto al ámbito de mi trabajo como al de mis inclinaciones personales. Por eso las he titulado "Glosas"» (Nota editorial de H. G. Gadamer a esta obra).
«Caminos del reconocimiento» es, a la vez, una lección de historia de la filosofía y un ensayo especulativo que intenta liberar al hombre de hoy de la influencia mercantilista y de las relaciones de dominio.
Desde la semántica, el reconocimiento aparece pleno de polisemia –presente en las definiciones lexicográficas–, pero muy lejos de la homonimia. Reconocer es, ante todo, identificar un objeto, un lugar, una persona. Descartes, Kant o Proust sirven de guías en esta aventura. Luego, en el reconocimiento de sí, Ricoeur retoma temas desarrollados en «Sí mismo como otro», como la capacidad del hombre de reconocerse responsable de sus actos. Identidad, memoria y promesa son abordados aquí desde la perspectiva del reconocimiento. Finalmente, desde las relaciones con el otro, y más allá de la mutualidad y la disimetría originarias entre «el yo y el otro», el autor nos invita a preservar la justa distancia, garante de la alteridad.
En esta su última obra, Ricoeur intenta elevar el reconocimiento al estatuto del filosofema desde una perspectiva fenomenológica. La exploración así emprendida concluye que la conciencia tiene como horizonte al otro y es necesariamente reciprocidad.
Discípulo de Sócrates y maestro de Aristóteles, instalado por tanto en el corazón mismo de la familia, trust o tripartito de cerebros más potente de toda la historia de la filosofía, Platón es un gigante del pensamiento cuya genialidad nadie niega, pero cuyas teorías han sido una y otra vez tan apasionadamente discutidas como elogiadas. Toda la filosofía de Platón es para Taylor una filosofía de la mente o la razón, cuyas funciones supremas son la investigación de la verdad y la práctica de la justicia. La meditación sobre el alma y la muerte, la contemplación de las Ideas, el análisis de la vida virtuosa, el diseño de un Estado ideal, la teoría de la decadencia de las formas políticas y una visión científico-matemática del cosmos son ingredientes principales de esa filosofía, que explica mucho de lo mejor de las posteriores teorías de Aristóteles, que inspiró más de uno de los principios que dieron lugar a la emergencia de la física matemática en los primeros siglos de la Edad Moderna, y que anticipó con el experimento mental de la República buena parte de los principios comunitarios subyacentes a la experiencia histórica del marxismo. Un Anexo final ilustra el ensayo de Taylor con dos textos emblemáticos de la República de Platón: el pasaje de la línea dividida y el mito de la caverna.