
El cardenal MÔller, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, reflexiona en esta obra sobre la pobreza y sobre la misión liberadora y evangelizadora de la Iglesia, explica que la teología de la liberación es una teología de la Palabra de Dios y no una ideología, y advierte que es necesaria una renovación que reconozca a los demás como hermanos. Una llamada de atención sobre el tema de la pobreza que responde al programa del Papa Francisco, que en el prólogo del libro exhorta a todos a poner en práctica, con coraje, la solidaridad. El libro incluye textos de Josef Sayer, miembro de Cor Unum, y de Gustavo Gutiérrez, fundador de la teología de la liberación, con quien MÔ ller ha podido experimentar lo que significa una Iglesia pobre y para los pobres y conocer la situación de los países en América Latina y el Caribe.
Tras dos volúmenes sobre los aspectos teológicos de La Creación y los conceptos de Verdad y Libertad en el Evangelio de san Juan, el autor completa su estudio con un tercer y último volumen, sobre Cristo, María y la Iglesia.
Desarrolla los temas de Cristo Cordero de Dios, Nuevo Templo: él sigue presente y operativo en medio de los hombres, con el fin de salvarlos. La segunda parte trata sobre La Iglesia en oración, rememora las grandes Fiestas judías y su hondo sentido para los cristianos. La última parte trata de los sacramentos, en especial el Bautismo, la Eucaristía, la Penitencia y el Sacerdocio.
Antonio García-Moreno, es Canónigo Lectoral de la Archidiócesis de Mérida-Badajoz. Licenciado en Derecho civil por la Univ. de Sevilla, doctor en Teología bíblica por la Pontificia univ. Gregoriana y licenciado en Ciencias Bíblicas por el Pontificio Instituto Bíblico. Desde hace más de cuarenta años imparte clases en el Seminario metropolitano de Mérida y en la Facultad de Teología de la Univ. de Navarra. Sus publicaciones son numerosas.
¿Qué queremos decir cuando al proclamar el Credo afirmamos “creo/creemos en la Iglesia”? A esta cuestión dan respuesta los diversos capítulos/lecciones en los que se trata de pensar la Iglesia creída poniendo de manifiesto los aspectos más determinantes de lo que constituye el entramado doctrinal de la eclesiología.
La pretensión última que alienta estas páginas es la de avanzar hacia una Iglesia creíble, y en este empeño están embarcados cada cristiano y cada comunidad eclesial.
La Libreria Editrice Vaticana prosegue la raccolta delle omelie pronunciate da Papa Francesco nelle messe mattutine celebrate nella Domus Sanctae Marthae in Vaticano. In particolare questo secondo volume contiene le omelie pronunciate dal 3 febbraio al 30 giugno 2014. Si tratta di conversazioni familiari, con un linguaggio semplice, vivace e ricco di metafore, rivolte a tutti i fedeli, che non hanno avuto il privilegio di essere presenti a queste messe private, affinché possano gustare tutta la sostanza e la spiritualità della parole di Papa Francesco.
La fe cristiana, por remitir a Dios y por confiar radicalmente en el ser humano, reclama y engendra en toda circunstancia y tiempo un logos, una razón, una palabra, un pensar. Este libro es un elogio de la teología, una defensa de la fe que busca la razón y del logos que busca ser creíble.
Sin embargo, este elogio no es ingenuo, sino comprometido. De hecho, el mayor riesgo que corre hoy la teología es dejar de ser lo que ella es. Acuciada por la irrelevancia cultural y no pocas veces eclesial, la teología ha de luchar contra la tentación de renunciar a su identidad y no decir su palabra ante los retos que la sociedad científica y tecnológica plantea a la existencia humana, y a la vida y la misión de la Iglesia.
Es cierto que vivimos un tiempo de cambio y que todavía no tenemos la teología adecuada a la altura de la actual conciencia histórica. Pero antes que aislarse y encerrarse en sí misma, la teología tiene que tener paciencia y volver a descubrir su identidad desde el diálogo abierto y la relación activa con la sociedad y la Iglesia.
Ángel Cordovilla Pérez es profesor de teología dogmática en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid.
«La vida sigue, pero ¿cómo?». Es lo que se preguntaba Hans Küng en sus horas más bajas, cuando el papa le retiró la licencia eclesiástica de enseñanza. Y sucedió lo que nadie esperaba: Hans Küng no se rindió, sino que desplegó toda su capacidad como pensador universal, más allá de la crítica de la Iglesia. De las tres últimas décadas de su vida, de sus grandes logros, pero también de sus amargas experiencias, rinde cuentas en esta tercera entrega de sus memorias. No solo narra el esfuerzo por abrir nuevos campos de estudio y actividad, desde el ecumenismo de las religiones del mundo hasta la «ética mundial». También habla con toda franqueza de las cuestiones que se le plantean en el atardecer de la vida y que conciernen a todo hombre. Estas memorias son relato y reflexión a la vez: de la historia del tiempo presente, de historia de la Iglesia, de la teología y de las religiones. Humanidad vivida con todas sus luces y sombras.
Tomáš Halík, uno de los autores religiosos más reconocidos internacionalmente en la actualidad, Premio Templeton (2014), plantea en esta obra su interesante posición ante el diálogo entre fe y ateísmo en la sociedad actual secularizada.
Para Halík, la paciencia es la principal diferencia entre la fe y el ateísmo. La fe, la esperanza y la caridad son las tres formas que asume la paciencia con Dios, tres modos de hacer frente a la experiencia del silencio y el ocultamiento de Dios, que los ateos interpretan como «muerte de Dios» y los fundamentalistas religiosos no toman suficientemente en serio.
Recurriendo a la historia bíblica del encuentro de Jesús con Zaqueo, Halík se dirige a todos los buscadores que permanecen al margen de la comunidad de creyentes -curiosos, pero sin compromiso-, invitándoles a practicar la paciencia como lugar de encuentro con los creyentes.
En la hoy tan bulliciosa feria de la mercancía religiosa, […] a veces me parece que con mi fe cristiana estoy más cerca de los escépticos, los ateos y los agnósticos. Con cierto tipo de ateos puedo compartir la percepción de la ausencia de Dios en el mundo. Considero, sin embargo, que su interpretación de ese fenómeno es una expresión de impaciencia.
A pesar de los grandes avances técnicos de las últimas décadas, las cuestiones antropológicas que el ser humano se plantea son las mismas de siempre. Una de las más acuciantes es la que interroga al hombre individual, y a la sociedad en su conjunto, sobre el mal, la violencia, la muerte. Estas cuestiones también están en el interior de la Biblia. Desde sus primeras páginas ofrece respuestas a esas preguntas. La historia de Caín y Abel es un buen ejemplo. Esta monografía realiza un análisis detallado que inicia su recorrido en el texto hebreo de Gn 4,1-16, analiza las primeras traducciones, sigue la pista de la transmisión del pasaje a lo largo de la historia y considera el modo en el que se insertó en el Nuevo Testamento a la luz de la literatura judía intertestamentaria. Por último realiza el estudio de la recepción de la historia de Caín y Abel en el seno de la Iglesia primitiva a través de los textos de sus principales autores. Estos autores partieron de la primera lectura cristiana del pasaje y constituyeron los primeros eslabones en su transmisión en el seno de la comunidad cristiana.
Attraverso una raffinata conoscenza della cultura greca e delle sue opere classiche, l'autore presenta la persona e la missione di Cristo come quell'eroe che lascia dietro il mondo classico per apparire nella realtà del Dio incarnato, distruggendo con la sua morte e risurrezione i nemici dell'uomo, cioè il diavolo e la morte.
–¿Qué es la Misa? ¿Por qué es tan importante en la vida cristiana? – ¿Cuál es la mejor manera de «participar» en la santa Misa? –¿Cómo influye la Eucaristía en la vida ordinaria del cristiano? –¿Por qué se debe asistir a la Eucaristía los domingos? – ¿Qué significa convertir el día en una Misa? – ¿Cuáles son las partes más importantes de la Misa? –¿Cómo prepararse para recibir al Señor en la Eucaristía? –¿Cuál es el significado de los objetos litúrgicos y de las vestiduras sagradas?
Presentación de mons. Braulio Rodríguez Plaza y Anastasio Gil García.
Hoy día todavía hay mucha gente que no conoce a Jesucristo. Por eso es tan urgente la misión ad gentes, en la que todos los miembros de la Iglesia están llamados a participar, ya que la Iglesia es misionera por naturaleza: la Iglesia ha nacido «en salida». La Jornada Mundial de las Misiones es un momento privilegiado en el que los fieles de los diferentes continentes se comprometen con oraciones y gestos concretos de solidaridad para ayudar a las Iglesias jóvenes en los territorios de misión. Todos los discípulos del Señor están llamados a cultivar la alegría de la evangelización. Los obispos, como principales responsables del anuncio, tienen la tarea de promover la unidad de la Iglesia local en el compromiso misionero (Francisco, Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones 2014).