Dios existe es el último libro del filósofo Antony Flew, escrito en colaboración con Roy Abraham Varghese. Se trata de una obra revolucionaria, ya que Flew fue el máximo referente del ateísmo filosófico anglosajón en la segunda mitad del siglo xx; su «cambio de bando» —del ateísmo al deísmo— en 2004 fue glosado así por un comentarista: «Es como si el papa anunciara que ahora piensa que Dios es un mito». El sorprendente giro del «papa del ateísmo» es el tema principal de este libro.
Pero Flew no abandonó el ateísmo por ninguna iluminación mística, sino siguiendo argumentos estrictamente racionales e interpretando los descubrimientos de la ciencia de vanguardia. Por ello, más allá de la biografía intelectual de su autor, y más allá incluso de los razonamientos concretos que movieron al filósofo a aceptar que hay una Inteligencia fundante del cosmos, esta obra proporciona un testimonio valiosísimo de la confianza en la razón y de cómo esta constituye el mejor camino de acceso a la realidad.
Espero que este libro pueda transmitir algo de la alegría por la encarnación de Dios, una alegría que me ha inspirado siempre a mí mismo en la proclamación del mensaje»
Joseph Ratzinger (Benedicto XVI)
Las preguntas de esta entrevista a Mons. Munilla han sido formuladas siguiendo a grandes rasgos el Credo niceno-constantinopolitano. Partiendo de temas referentes a la afirmación «Creo», se organizan luego en tomo al desarrollo trinitario propio de nuestro Credo, en el que van apareciendo las grandes cuestiones de nuestra fe. Se trata de preguntas formuladas en tono claro que recogen en ocasiones tópicos y pretenden acertar con lo que es «la pregunta del hombre de hoy». A la pregunta del hombre contemporáneo no se responde con afirmaciones meramente humanas, de tipo sociológico, terapéutico, psicológico o histórico. El hombre busca la respuesta de Dios. Jesús se encamó precisamente para traernos esa respuesta salvadora de Dios, y la Iglesia vive con el deseo de transmitirla a los hombres.
–Estudio del s. XV:
En la primera sección se recogen aportaciones del nominalismo teológico (Juan Gersón, etc.), del Quattrocento italiano (Antonino de Florencia, etc.), de la prerrenacentista universidad de Salamanca (Tostado, etc.) y de la recién fundada universidad de Lovaina.
En la segunda sección se subrayan las sensibilidades morales provenientes del humanismo italiano y castellano: la ética escrita “para” y “por” las mujeres, los “espejos morales de príncipes” y el êthos vinculado a la literatura del amor, de la muerte y de libros de caballería.
–Análisis de la amplia producción teológico-moral del s. XVI:
En dos secciones se presentan los autores, las obras y temática moral del Renacimiento tomista, de la Escuela de Salamanca y, en general, de la segunda Escolástica.
Las tres siguientes secciones analizan sin prisa la vertiente moral de tres grandes movimientos del espíritu: el humanismo europeo, la reforma y laespiritualidad. A los Padres impulsores de lareforma protestante se les dedica una sección específica. La última sección se fija en algunos factores negativos de esos “tiempos recios”: laInquisición, el Índice, la expulsión de judíos y moriscos, la limpieza de sangre, la caza de brujas
¿En qué corriente de la teología se inspira la enseñanza espiritual y pastoral del cardenal Carlo Maria Martini?, ¿cuál es el método teológico que subyace tras su empeño?, ¿qué imagen de Dios, del hombre y de la Iglesia se derivan del mismo?, ¿qué papel desempeña en su pensamiento la visión que tiene del futuro? A estas preguntas responde el presente ensayo. Tras encuadrar a Martini dentro de un marco biográfico-teológico, este estudio indaga en las fuentes del magisterio episcopal del cardenal y analiza los elementos teológicos de su magisterio. Las enseñanzas del autor de Coloquios nocturnos en Jerusalén se muestr an como un magisterio caracterizado por una teología sapiencial vincul ada a la Sagrada Escritura, un magisterio en el que conviven de forma armoniosa fe y cultura, lectura de la Biblia e interpretación de la re alidad, escucha de la Palabra y escucha de las personas.
Este libro ofrece una serie de ensayos de teología práctica, relacionados con la misión eclesial, con el servicio que las Iglesias están llamadas a prestar a la humanidad. Algunos ensayos se refieren a las alarmas actuales que suenan más fuertemente en la Iglesia y a los desafíos pastorales más urgentes para construir una Iglesia más participativa. Otros tratan sobre el ministerio de la verdad como compromiso fundamental de la misión eclesial. Otros, finalmente, se refieren al amplio campo de la evangelización, tarea prioritaria de la misión eclesial. Es el gran desafío que la Iglesia tiene ante sí: ¿cómo transmitir la fe en un mundo secular y en una cultura laica? ¿Cómo traducir y hacer significativo el mensaje cristiano en un nuevo contexto cultural?
Durante los cuatro años que duró su celebración, el concilio Vaticano II cautivó a las audiencias televisivas con sus espléndidas y elegantes ceremonias públicas, al tiempo que sus debates ofrecieron noticias de fuerte impacto a un ritmo casi semanal. Para muchos, se trata indudablemente del acontecimiento religioso más importante del siglo XX, con repercusiones que se dejaron sentir mucho más allá de la Iglesia católica. Habría que destacar que este es el primer libro, sólidamente basado en documentación oficial, que ofrece un relato breve, ameno e históricamente preciso del desarrollo del concilio desde el momento en que el papa Juan XXIII anunció su celebración, en enero de 1959, hasta su conclusión, el 8 de diciembre de 1965.
«El Padre O’Malley ha escrito uno de los libros mejores y más necesarios acerca del concilio Vaticano II... La forma en que los obispos se hicieron cargo de los asuntos que constituían el orden del día del concilio y orientaron su rumbo es una historia de audaces confrontaciones, choques de personalidades y maniobras hechas en la sombra, que el autor consigue narrar en un estilo vivo, colorista y lleno de suspense» (de la reseña de Peter S. Steinfels en el New York Times).
JOHN W. O’MALLEY, actualmente profesor del departamento de teología de la Universidad de Georgetown, es un historiador de la Iglesia especializado en la Europa de los siglos XVI y XVII. Entre sus obras más conocidas se cuentan Trent and All That y Four Cultures of the West. Con su obra Los primeros jesuitas, traducida a diez idiomas y publicada en español por la Editorial Sal Terrae, obtuvo el premio Jacques Barzun de historia de la cultura y el premio Philip Schaff de historia de la Iglesia. John W. O’Malley fue elegido miembro de la American Academy of Arts and Sciences en 1995, y de la American Philosophical Society en 1997. Fue presidente de la American Catholic Historical Association y de la Renaissance Society of America. El padre O’Malley, sacerdote católico y miembro de la Compañía de Jesús, ha recibido también premios a la obra de toda una vida, tanto por parte de la Renaissance Society of America como de la Society for Italian Historical Studies. La Editorial Sal Terrae ha publicado también su libro Historia de los papas: desde Pedro hasta hoy.
Hoy el tiempo parece fluir como un líquido, ser un tejido sin trama, carecer de forma. Sin embargo, a lo largo de la historia su vivencia no ha resultado problemática para el hombre, a pesar de las rupturas que en él ha experimentado.
Cuando en la actualidad se aborda el tema del tiempo desde una perspectiva teológica, cobra especial importancia la búsqueda de una sabiduría que permita vivirlo humanamente y sea capaz de responder a varias cuestiones problemáticas. ¿Existe algún modelo capaz de integrar con éxito el pasado, el presente y el futuro? ¿Es posible mezclar sin confusión los siglos y la eternidad? ¿Puede el discurrir cotidiano desembocar en lo eterno sin perder su consistencia? ¿Tiene Dios alguna posibilidad de dirigir la historia sin apabullar la libertad de las personas ni arruinar el misterio y la novedad del porvenir?
El tiempo, lejos de ser mero límite de la condición terrena, úlcera por la que se desangra el existir humano, es puerta que abre a nuevos encuentros y horizontes, además de sacar de su aislamiento al sujeto ensimismado y de encaminarlo a la plenitud de su vocación.
¿Se ha considerado el sexo siempre igual?;¿hemos salido ganando al superar el tabú del sexo?; ¿cómo vive la gente su sexualidad?; si el sexo es algo natural, ¿por qué poner reglas que lo limiten?; ¿cómo ha influido Freud en el modo en el que pensamos sobre la sexualidad?; ¿qué consecuencias ha tenido la «píldora» en la familia y en la sociedad?; ¿tiene la Iglesia una consideración negativa del sexo?.