La palabra crisis describe la situación histórica contemporánea: crisis económica, crisis cultural, crisis moral, crisis de fe, crisis de Dios... ¿Qué hacer en este escenario? En primer lugar, debemos detectar bien las causas de esta crisis en sus raíces más profundas y en sus manifestaciones más visibles. Pero, en segundo lugar, hay que tener el coraje de dar un paso más. Las crisis son siempre un tiempo para una nueva oportunidad; de ahí que estemos llamados a convertir la crisis en un tiempo oportuno; transformar la crisis en kairós. Estamos ante una auténtica crisis de Dios, una crisis de fe que nos exige buscar una nueva gramática de dicha fe desde la recuperación de sus elementos esenciales. En tiempos de crisis hay que volver a lo esencial.
Desde esta lógica hay que entender la convocatoria que Benedicto XVI ha realizado para celebrar un año de la fe. Este comenzará el 11 de octubre de 2012 y finalizará el 24 de noviembre de 2013. El cincuenta aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II y la situación cultural contemporánea son los dos hechos fundamentales que están detrás de esta convocatoria. Ambas situaciones son una invitación a que los cristianos vivamos y comprendamos mejor la doctrina conciliar y descifremos mejor el escenario cultural en el que vivimos, para habitarlo y transformarlo.
En esta situación de crisis y bajo este impulso de la convocación del año de la fe, este libro se ofrece como un ejercicio concreto de teología pastoral. Este año será un momento privilegiado para comprender mejor las causas de la crisis y para profundizar el contenido de la fe en un contexto cultural que está en cambio. La fe no cambia en su contenido esencial, pero sí lo hacen las personas creyentes y el marco donde esa fe ha de ser nuevamente confesada y comprendida. En esta situación necesitamos una nueva gramática de la fe que responda a la crisis de Dios y sea construida desde lo esencial de la vida cristiana.
ÁNGEL CORDOVILLA PÉREZ nace en Salamanca en 1968. Sacerdote desde 1999, estudió teología en la Universidad Pontificia de Salamanca, ampliando sus estudios en Múnich. Obtiene el doctorado en teología dogmática por la Universidad Gregoriana de Roma. En la actualidad es profesor de Trinidad, Pneumatología e Introducción a la Teología en la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia Comillas de Madrid, donde es director del Departamento de Teología Dogmática y Fundamental.
Además de artículos en revistas especializadas y diversas colaboraciones en obras colectivas, es autor de Gloria de Dios y salvación del hombre. Una aproximación al cristianismo (1997); Gramática de la encarnación. La creación en Cristo en la teología de Karl Rahner y Hans Urs von Balthasar (2004); El ejercicio de la teología (2007); y Dios con nosotros. El misterio del Dios trinitario (2012).
Un acercamiento teológico al concepto de "reparación", desde las historias concretas de cinco mujeres de la época del medievo. Desde los santos y santas, hasta el más sencillo y anónimo creyente, algunos hombres y mujeres a lo largo de la historia se han confrontado con la cuestión del sufrimiento en sus vidas, han sabido encontrarle un sentido y un modo de vivirlo, "con Cristo" y "junto a Cristo", a favor de sus hermanos y hermanas. Este magnífico libro nos presenta la vida de cinco figuras femeninas, Hildegarda de Bingen, Lutgarda de AywiÈres, Gertrudis de Helfta, Angela de Foligno y Catalina de Siena, buscadoras incansables de caminos de acceso a Dios a través del Corazón de Cristo y que hicieron del concepto de "reparación" vida en sus existencias y en sus escritos, en su pensamiento y en su praxis.
En la época contemporánea, el sufrimiento humano se ha convertido en la gran dificultad para aceptar la existencia de Dios. Por ello, afirmar que Dios no puede sentir ni sufrir ‒atributo de la impasibilidad divina, como el de la omnipotencia, la omnisciencia o la eternidad‒ representa una auténtica provocación e incluso una crueldad para el hombre actual.
Numerosos filósofos y teólogos no sólo consideran que esta doctrina es ajena a la tradición bíblica, sino también que fue tomada de la filosofía helenista por el cristianismo. Gavrilyuk afirma, por el contrario, que esta idea ya aparece en el pensamiento patrístico, aunque de una forma dialéctica. Así, frente a los brillantes intentos por resolver la paradoja de la encarnación que representan las alternativas doceta, arriana y nestoriana, la tradición de la gran Iglesia se ha esforzado siempre por salvaguardar la paradoja del sufrimiento voluntario de Dios en la carne, sin reducir la trascendencia de Dios ni su divinidad.
En este nuevo contexto, la encarnación aparece como prueba y testimonio esenciales de la compasión divina, salvaguardando así la absoluta dignidad del ser humano, carnal y terreno, que no se consume ante la grandeza de la realidad divina
No es de hoy la pregunta sobre cómo debe ser el comportamiento de todos los ciudadanos —gobernantes y gobernados—en los asuntos comunes públicos. Por esa razón, la primera parte de este libro recoge la reflexión milenaria sobre estos temas nacida en el seno de la Iglesia, desde el Nuevo Testamento hasta nuestros días.
Pero estos interrogantes se siguen planteando hoy, cuando la política se ha hecho más compleja dentro de cada Estado y a nivel mundial.
Por eso, este Manual de Moral política tiene dos partes: histórica y sistemática. En la primera aparecen las reflexiones de muchos pensadores y jerarcas de la Iglesia, enmarcadas en el contexto en el que surgieron, con frecuencia en diálogo con otras visiones y con diferencias dentro de la Iglesia. En la segunda se pasa revista a las cuestiones generales que nos planteamos actualmente.
Todo ello en el marco de lo que es la doctrina social de la Iglesia: principios de reflexión, criterios de juicio y orientaciones para la acción
Los tres artículos reunidos en este interesante libro de Joseph Ratzinger surgen por motivos muy distintos, pero en el fondo de todos ellos late un mismo mensaje: la necesidad de que tanto cada persona en particular como la sociedad en su conjunto basen sus conductas y métodos de actuación en el bien y la verdad.
El autor aborda la conexión entre conceptos tan esenciales como libertad individual y justicia social, conciencia y verdad, o democracia y estado, en un mundo tan relativista como el nuestro, en el cual la subjetividad y el poder de la mayoría pretenden relegar a los valores absolutos.
En el curso de una lúcida argumentación, dos principios básicos, la verdad y el bien, se alzan como fundamento y garantía de una conciencia recta, de la libertad y los derechos humanos, y de una sociedad justa y pluralista.
Joseph Ratzinger escribió este libro siendo Prefecto de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe. El 19 de abril de 2005, el cardenal Ratzinger fue elegido Papa, y adoptó el nombre de Benedicto XVI.
En Rialp ha publicado también Cooperadores de la verdad; Una mirada a Europa, y Bioética (del que es coautor).
Probablemente ningún teólogo ha contribuido tanto al debate público actual como Hans Küng. Sobre la base de importantes trabajos científicos, ha abordado críticamente la situación de la Iglesia católica, analizado los fundamentos del cristianismo e influido de manera decisiva en el diálogo entre las grandes religiones. Pero una obra tan vasta y tan ramificada requiere que se pongan de manifiesto sus estructuras constantes y que se señalen los caminos de pensamiento por los que ha transitado a lo largo de las últimas cinco décadas.
La presente antología propone este recorrido completo por la obra de Hans Küng, por sus temas dominantes y los ámbitos de su curiosidad intelectual. Trata de las preguntas decisivas de la existencia cristiana, de la figura de Jesús en comparación con otras grandes figuras de la historia de las religiones, del diálogo entre las grandes religiones del mundo, del «Proyecto de una ética mundial» y de la situación religiosa de nuestra época. Constituye así un compendio del pensamiento vivo de Hans Küng, dirigido tanto a quienes por primera vez se acercan a su teología como a quienes ya son amantes de ella.
El concepto de pueblo de Dios en la eclesiología de Agustín de Hipona es el concepto central de este libro, redactado como tesis doctoral por Joseph Ratzinger y que supuso su brillante entrada en el mundo de la investigación teológica. En relación con ese tema, el libro aborda también otras cuestiones: el problema del Antiguo Testamento, el de la relación entre derecho y sacramento, y la relación entre el cristianismo, el estado pagano y el paganismo como tal. En palabras del propio Ratzinger: «En la primera parte trata el doble apriori en el concepto de Iglesia agustiniano: su propia filosofía y la teología africana. En la segunda, se desarrolla el concepto de Iglesia propiamente, y no sólo en su aspecto dogmático, en lucha contra el donatismo, sino igualmente también desde la perspectiva apologética, en lucha contra el paganismo». Es este un estudio que no solo ha marcado una etapa en la investigación sobre el santo de Hipona, sino que también desarrolla algunas afirmaciones que se insertan con plena actualidad en el debate teológico postconciliar sobre el concepto de Iglesia. Un libro esencial para conocer el pensamiento sobre la Iglesia de quien hoy, bajo el nombre de Benedicto XVI, tiene la tarea de dirigir esa misma Iglesia
Este libro aborda, a través de capítulos breves, el ateísmo y el misterio de Dios, que constituyen las dos fronteras de la fe, sus dos horizontes, el del poniente y el del alba, donde, por un lado, la fe se ve confrontada a sus sombras y su declive (el ateísmo, los riesgos del descreimiento), y, por otro, a sus luces y su expansión (el misterio que se expresa a través de las paradojas cristianas). El lector encontrará en este libro numerosas citas de autores de espiritualidad, teólogos, filósofos y literatos, subrayando la solidaridad de todos ante los enigmas de la condición humana y ante los retos, en mutuo contraste, de la fe y el descreimiento.
La tesis central de este libro es que la izquierda, habiendo fracasado durante el siglo XX en su programa clásico (el socialismo), ha sustituido en el XXI la revolución socio-económica por la moral-cultural. Ideas y políticas como la liberalización del aborto, la redefinición del matrimonio, la promoción de «nuevos modelos de familia», la implantación de la Educación para la Ciudadanía, el feminismo radical, etc. no son «cortinas de humo» para distraer la atención, sino la esencia de la nueva izquierda postsocialista. La izquierda ya no tiene un proyecto económico, sino un proyecto cultural de «ingeniería social», ante el cual la Iglesia es percibida como el último baluarte de resistencia organizada frente a ese proyecto. De ahí, la creciente deriva cristófoba del «progresismo». «Leer estas páginas, llenas de verdad, es no sólo un recomendable ejercicio de reflexión y aprendizaje, sino también una necesidad si se desea comprender cuál es la auténtica realidad del tiempo que vivimos y los retos que tenemos planteados como individuos y como sociedad». (Jaime Mayor Oreja)