Escritos publicados durante el período de debates conciliares, los artículos recogidos en este volumen contribuyen a formarse una idea más exacta del sentido que tuvo el Vaticano II. Parte de las ideas propugnadas por Rahner fueron luego sancionadas magisterialmente.
Otras, por el contrario, no alcanzaron esta ratificación. Todas, sin embargo, contribuyen a un mejor conocimiento del estado de la Teología en ocasión del Concilio.
Juan Pablo II dejó escrito en la C.A. Novo Millenio ineunte: "Después de concluir el Jubileo siento más que nunca el deber de indicar el Concilio Vaticano II como la gran gracia de la que la Iglesia se ha beneficiado en el siglo XX. Con el Concilio se nos ha ofrecido una brújula segura para orientarnos en el camino del siglo que comienza"
Benedicto XVI, día tras día, está haciendo emerger con fuerza las claves de esa misión cristiana en el mundo: Dios, que es Amor, la Creación como misterio de Amor, el Amor Misericordioso del padre que nos da a su Hijo, que vive, muere y resucita por nosotros; la donación del Espíritu Santo, Jesús mismo presente en su Palabra y en la Eucaristía; Jesús Amigo, que nos envía-y nos acompaña- para mostrar a los hombres su Amor y hacer humana la vida en la Tierra...
Detrás de cada una de esas y de otras claves de la vida de la Iglesia podríamos, en efecto, poner el nombre de una Constitución o un Decreto o una Declaración del Concilio Vaticano II. Por eso -escribe el autor de este libro- , al aceptar dictar en Buenos Aires un Curso de Teología, decidí echar mano, entre mis escritos y papeles, de aquellos que me ayudarán a transmitir mejor la riqueza eclesiológica que nos han legado el gran Concilio del siglo XX.
En el último volumen de su trilogía sobre la Historia de las doctrinas cristianas antes de Nicea, afronta Daniélou el encuentro del cristianismo con la cultura latina.
Necesitados de dar forma a una tradición recibida del helenismo, autores como Tertuliano están determinados por su proximidad al centro del imperio y de la Iglesia. Eso acentúa el carácter eclesiológico de su reflexión y la dota de originalidad y actualidad permanentes
Veintitantos años después de que Aristóteles replantease en sus mejores términos el problema socrático de la relación entre el conocimiento de lo moralmente correcto y la moralidad del cognoscente, Dietrich von Hildebrand intenta en esta obra salir por fin del círculo vicioso al que ese problema ha conducido siempre a la filosofía: que, para ser moralmente bueno es preciso saber cómo se debe obrar, pero, para saber cómo se debe obrar, es preciso, a su vez, ser moralmente bueno. Y en su intento descubre al mismo tiempo la mejor explicación conocida hasta hoy del singular fenómeno de la ceguera para los valores.
El comentario al evangelio de san Lucas publicado por Fitmyer es la obra de referencia indiscutible sobre la materia. En su anterior etapa, Ediciones Cristiandad dio a conocer al público español los tres primeros volúmenes de este comentario imprescindible. Gracias a ello, tanto los especialistas como los lectores interesados en los estudios sobre Lucas pudieron familiarizarse con el estilo del exégeta estadounidense: una glosa detallada de los textos palabra por palabra, con enorme acopio de datos históricos y literarios y numerosas referencias internas. A pesar de los años transcurridos desde su primera edición, el trabajo de Fitmyer no ha perdido actualidad, en virtud de su excelente erudición y del buen juicio que domina todo el comentario. Infortunadamente, los avatares a que se vio sometida la editorial durante algún tiempo impidieron que se culminara la edición española con la aparición del cuarto volumen. Al ponerlo ahora a disposición de sus lectores, que lo han reclamado persistentemente, Cristiandad entiende haber saldado una deuda histórica.
El círculo de discípulos del teólogo y cardenal Joseph Ratzinger ha reunido en este volumen, publicado con ocasión de su 75 aniversario, quince escritos suyos de los últimos años que convergen con coherencia en torno a la realidad de la Communio que es la iglesia.
Eclesiología, ecumenismo y práctica pastoral se entretejen en estas páginas, que ilustran bien el título de la recopilación: los discípulos de Jesús son convocados y unidos en el mismo camino de la fe común para la vida del mundo.
Nos hallamos ante una nueva recopilación de artículos del card. Ratzinger. Siguiendo la tónica de sus últimas publicaciones, el cardenal persigue aclarar y precisar aspectos de la fe especialmente sometidos a discusión en los últimos años. Tal intención determina los argumentos elegidos y el estilo con que se abordan. Respecto a los primeros, destaca, por ejemplo, la exposición que hace de la relación entre la cultura y la Fe. Explica Ratzinger cómo éste no se sitúa en el mismo plano que las culturas, como un elemento más. Al contrario, es capaz de vivificar y corregir todas y capaz, igualmente, de asimilar cuantos aspectos positivos entrañan. En el mismo orden, comenta otras cuestiones, como la historicidad de los textos bíblicos, la dimensión cultural de la Fe, etc. Y, fiel al propósito que le guía, el cardenal se expresa con luminosa concisión, con perfecta claridad. No construye un ensayo creador, sino una síntesis asequible, enderezada a la formación de sus lectores. Esta característica convierte el libro en un escrito apto para un público amplísimo y en un instrumento de la mayor eficacia para ayudar ala fundamentación teórica de los contenidos de la Fe.
Seguramente K. Rahner y H. V. Balthasar son los dos teólogos más renombrados del postconcilio. Pero el método teológico es muy diferente en ellos. En el caso de Rahner, se trata de un teólogo que se preocupa ante todo de conectar con la sensibilidad del hombre moderno y con su apertura trascendental del ser. En el caso de Von Balthasar, la teología es, ante todo, contemplación de la belleza de Dios, partiendo de la Escrutura y de los Padres. Su teología es contemplación y estética. Estudiar a estos teólogos es entrar a fondo en los núcleos fundamentales de la fe cristiana. Sayés no se limita a dialogar con ellos, sino a exponer su propio punto de vista. Se trata por tanto de una confrontación constructiva que permite al lector penetrar en la esencia del cristianismo.
Poco conocido aún en España por el gran público, Livio Melina pertenece al Instituto Juan Pablo II de Roma, cuya revista internacional dirige. El presente libro, fruto de un curso dictado en USA, es una excelente carta de presentación de su autor. En él, Melina desarrolla orgánicamente y de forma clara los puntos nucleares de su pensamiento: teológicamente, la moral cristiana arraiga en Cristo y ambiciona la identificación con él. No se contenta con el vivir recto según puede presentárselo la razón, sino que aspira a la conformación con Cristo y es, al mismo tiempo, participación en la vida del Señor. Por eso, dimensión fundamental de la moral cristiana es su relación con la Iglesia, aspecto éste habitualmente descuidado en los tratados de Moral y al que, sin embargo, la Veritatis Splendor concede un amplio espacio.
En suma, esta traducción, revisada por Juan José Pérez Soba, pone al alcance del lector español un novedoso tratado de Moral Fundamental, compuesto con intención divulgativa y lleno de propuestas y aportaciones sumamente sugestivas.