Cuando a finales del siglo XV y comienzos del XVI tuvieron lugar los primeros viajes colombinos, la monarquía hispánica concluía su proyecto de conquista peninsular, pero la ocupación del reino de Granada fue inmediatamente sucedida por los asaltos y ocupaciones en las costas norteafricanas. El descubrimiento del nuevo continente posibilitó la adaptación, prolongación y modificación ideológica de una tradición expansionista, insertada entre los fundamentos del poder político de las monarquías peninsulares. La dilatatio Christianitatis, uno de los más genuinos rasgos del Medievo occidental, formó parte también, con las lógicas matizaciones, del ideario de los primeros conquistadores europeos que arribaron a las costas americanas. Este libro plantea una reflexión sobre los modelos y paradigmas medievales de aquellos primeros hombres que tomaron contacto con las Indias, y cómo su descubrimiento y conquista se vieron marcados por las singularidades del Medievo hispano
Continuando con la edición del Thesaurus Indicus de Diego de Avendaño, iniciamos ahora la publicación de lo que corresponde al segundo volumen de la edición de Amberes (1668). Si el primero estaba dedicado al recto gobierno de las Indias en lo referente a lo temporal, Avendaño se ocupó en el segundo del bien espiritual de las mismas. En tal sentido, el Título XII, con el que se inicia, tiene que ver con los privilegios espirituales de los indios. De él presentamos aquí la primera mitad de ese Título XII, que se refiere a un estudio general de tales privilegios, para pasar luego al de los Sacramentos del Bautismo, Confirmación y Eucaristía. Fiel a la Orden a la que pertenecía, y sin que tuviera demasiado que ver con el tema del Título, Avendaño analiza la Bula Prospero felicique de Inocencio X, que restringía ciertas libertades de la Compañía de Jesús en referencia al nombramiento de sus propios Superiores. Para una mejor comprensión de los temas de este volumen, Ángel Muñoz García aclara en el Estudio Introductorio los principales conceptos que se manejan en este Título XII.S
El mundo de las ciencias filosóficas y disciplinas afines se ha hecho en los últimos cien años tan desmesuradamente abigarrados, que por fuerza se hacen necesarios instrumentos que ayuden, al menos inicialmente, a situarse, a comenzar, a buscar por dónde tirar, a auxiliar en la búsqueda de conceptos, de temas, a orientarse en las diversas áreas de la filosofía, a descubrir siquiera mínimamente las grandes concepciones que a lo largo de la historia han tenido los más eminentes representantes de ese peculiar trabajo que se denomina filosofía. Uno de esos instrumentos auxiliares es este Diccionario; que aspira a poder servir de iniciación para los alumnos y doctorandos, para la orientación temática de los profesores de enseñanza media, para un público universitario culto, y por supuesto para los profesores universitarios. El Diccionario contiene 296 voces, que corresponden a diversas áreas filosóficas. Dichas voces fueron elegidas por más de 70 profesores universitarios de distintos departamentos de diferentes universidades y cada una de ellas aborda una gran información sobre otros conceptos anejos, o bien sobre temas filosóficos colindantes, fácilmente identificables por un profesional o estudiante de filosofía. Cada voz aspira a ser un comienzo para posteriores estudios o profundizaciones.
Este libro ofrece al lector temas para pensar y sugerencias para mejorar su actuación en relación con la educción de los jóvenes en torno a virtudes.
Se trata de cómo conseguir que los hijos-alumnos sean obedientes, justos, pacientes, comprensivos, laboriosos, etc. Es un acercamiento nuevo al problema de la educación, no porque las virtudes humanas sean desconocidas, sino porque previamente no ha habido un tratamiento sistemático de ellas desde la perspectiva de la educación.
La finalidad del presente tratado es contribuir a un mayor conocimiento del misterio de fe de la Eucaristía, para acoger con más amor el don de Cristo. Se esfuerza por conducir el discurso de modo rigurosamente teológico y a la vez accesible a los cristianos interesados en profundizar su formación doctrinal
concepto «comunión», ha adquirido –después de la eclesiología del Concilio Vaticano II– mucha importancia, porque manifiesta la presencia eficaz de Jesucristo, que acompaña y guía mediante el Espíritu a la «comunidad» reunida por Él. El XXX Simposio Internacional de Teología abordó detenidamente la communio en los Padres de la Iglesia. Se buscó poner de manifiesto el enraizamiento profundo en la Tradición del concepto mismo de «comunión», atendiendo para ello al magisterio insustituible y siempre fructífero de los que son testigos privilegiados y perennes de esa Tradición: los Padres de la Iglesia. En el presente volumen se recogen las Actas del Simposio, cuyos temas ayudarán, sin duda, a comprender más acertadamente la misma communio que constituye la Iglesia, y que, como señalaba Benedicto XVI a los pocos días de ser elegido Papa, «no sólo se extiende a todos los creyentes de un momento histórico determinado, sino que abarca también todos los tiempos y a todas las generaciones» (Audiencia General, 26-V-2006).
El sevillano Sebastián Fox Morcillo (1528-1560) fue quizás el más ilustre de los platónicos españoles del Renacimiento, junto a León Hebreo y Miguel Servet; muestra su conocimiento de la literatura griega, de los Padres de la Iglesia, y de los filósofos renacentistas (Bessarión, Ficino, Valla y Vives) en estos Comentarios al diálogo de Platón Fedón o la inmortalidad del alma (1556). Fox Morcillo quiere, en estos Comentarios, rescatar y entender la obra de Platón en toda su pureza, mas no dejando de lado la tradición de su recepción y las aportaciones de los filósofos más significativos (Aristóteles, San Agustín, Alejandro de Afrodisia, Cicerón, Marsilio Ficino, etc.), de historiadores, literatos, médicos y otros representantes que un humanista no podía dejar de conocer. Fox aplicó en sus investigaciones una actitud metódica abierta y rigurosa; en sus Comentarios al diálogo de Platón Fedón, Fox hace preceder a su comentario el texto latino del Fedón establecido por Marsilio Ficino, cotejado y a veces corregido por el mismo Fox con el texto griego
El Derecho Canónico -como ha subrayado Juan Pablo II- tiende a generar en la sociedad eclesial un orden que, dando primacía al amor, a la gracia y al carisma, facilite al tiempo su ordenado crecimiento en la vida, tanto de la sociedad eclesial, como de todos los que a ella pertenecen. Por esta razón, el estudio elemental del ordenamiento jurídico de la Iglesia es un aspecto importante de la formación cristiana
Este Curso básico de Derecho canónico presenta los aspectos más importantes del ordenamiento canónico, sobre todo del vigente en la Iglesia latina. Sus autores han procurado, que pueda servir a toda persona que desee actualizar sus conocimientos del Derecho de la Iglesia, o adquirir una visión de conjunto de sus conceptos y contenidos principales
Daniel Cenalmor Palanca es licenciado en Medicina y doctor en Derecho Canónico por la Universidad de Navarra. Es Profesor en la Facultad de Derecho Canónico en dicha Universidad, y desde 1991 se encarga de las asignaturas de Derecho Canónico en el Ciclo I de la Facultad de Teología. Autor de varias publicaciones ha colaborado en diversas obras colectivas, especialmente con escritos sobre Derecho Constitucional Canónico
Jorge Miras Pouso licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla y los doctorados en Derecho y Derecho Canónico en la Universidad de Navarra. Desde 1986 es profesor de Derecho Administrativo en la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad de Navarra. Ha dirigido, junto con otros autores el Comentario Exegético al Código de Derecho Canónico, del que ya hay publicadas tres ediciones y está traducido al inglés. Ha escrito además diversos artículos en revistas especializadas.
El tema de la voluntad es opaco y difícil para ser estudiado por el entendimiento que, en cambio, se hace transparente a sí mismo. Por ello ha de reconocerse que el acto de la decisión, propio de la voluntad, ha sido enfrentado por los estudiosos en sus ángulos intelectuales y no tanto en las acciones cotidianas de la vida. Este hecho –este vacío– tiene consecuencias graves, muchas veces inadvertidas, en los estudios de la dirección de personas, que se encuentran sin un sustento filosófico a la altura de sus circunstancias. Aunque esta obra no tiene una pretensión pragmática, sino eminentemente filosófica, puede contribuir con valiosas pistas y conjeturas para la eficacia de la conducción de las organizaciones.