Esta monografía recoge tres ensayos publicados entre 1977 y 1981 sobre la escatología intermedia, que dialogan con el clima cultural de Los años setenta: la revolución de Mayo de 1968, el marxismo de rostro humano, las polémicas sobre la subsistencia del alma separada, suscitadas por el protestantismo liberal, y las utopías de la teología de la liberación. Además reproduce también, unos trabajos aparecidos entre 1998 y 2001, sobre la escatología española y latinoamericana, desde los manuales escolásticos de los años cuarenta hasta las publicaciones más recientes del siglo XXI (Olegario González de Cardedal). Se analiza históricamente el influjo de la teología alemana en esas escatologías (Michael Schmaus, Karl Rahner, Josef Pieper y muchos otros). Son tratadas con amplitud las propuestas de Juan Luis Ruiz de la Peña, de los liberacionistas americanos, como Leonardo Boff, y españoles, como Juan J. Tamayo-Acosta, y de algunos teólogos adscritos a la hermenéutica historicista. Se estudia con atención la enseñanza del Magisterio (Concilio Vaticano II, Pablo VI, Juan Pablo II), los pronunciamientos de la Congregación para la Doctrina de la Fe, las sugerencias de la Comisión Teológica Internacional y los manuales de referencia de Cándido Pozo y Josep Gil i Ribas.
La Santísima Virgen María, por su fiat en la Anunciación, se ha abierto a la misión del Paráclito en plena entrega a la voluntad del Padre, convirtiéndose no sólo en Cristófora sino también en Pneumatófora, enseñándonos a tratar y a conocer a la tercera Persona de la Trinidad Beatísima. Esta es la doctrina que siempre ha profesado la Iglesia Católica; sin embargo, es un tema recurrente en el pensamiento de los hermanos separados, y, por tanto, en el diálogo ecuménico, el sostener que la teología católica ha sustituido al Espíritu Santo por María, al atribuir la misión del Paráclito a la Madre de Dios. Este libro pretende mostrar cuál ha sido el pensamiento que primeramente los Padres y después los doctores y teólogos de los siglos posteriores hasta nuestros días han tenido de la relación existente entre el Espíritu Santo y la Santísima Virgen María, Madre del Verbo encarnado.
Después de varios años agotado reeditamos de nuevo este magnífico libro de S. E. el Cardenal Carlo Cafarra. Vida en Cristo es una visión sintética de la moral cristiana, basada en lo que podrían llamarse líneas centrales de la predicación moral de la Iglesia. En esta obra se recogen las reflexiones del Prof. Caffarra del camino que la persona humana debe recorrer hacia esa plenitud es Jesucristo, y que se estructura en torno a los siguientes ejes: el fundamento, o exposición de los principios constitutivos de nuestra vida en Cristo (Parte I); la mediación, o exposición de las normas que regulan esa vida (Parte II); y la respuesta, o exposición de la actuación concreta de nuestro vivir en y por Cristo (Parte III). La fidelidad a la tradición moral de la Iglesia y a la reflexión racional, la rica y vasta fundamentación bíblica son, junto a otras, algunas de las características de esta obra
Bernhard Häring ha sido un autor que ha desempeñado un papel significativo en los debates del siglo XX para resolver los nuevos problemas surgidos en el matrimonio y la familia (controversias sobre los fines del matrimonio, la naturaleza del amor conyugal, la relación entre los diversos significados del acto conyugal, la paternidad-maternidad responsable, etc). El trabajo se centra en analizar el pensamiento del autor a propósito del tema central de la Encíclica Humanae vitae: la inseparabilidad de los significados unitivo y procreador del acto específico del amor conyugal. Posteriormente, y partiendo de las conclusiones de Häring en torno a la anticoncepción, se intenta una síntesis crítica a la luz de la doctrina magisterial y de algunos autores que tratan la cuestión.
San Agustín fue un gran educador, tanto en su tarea de maestro de retórica como en su tarea de sacerdote y de obispo. En algunos de sus escritos se centró en el tema de la educación, sin embargo, no se encuentra explícitamente un concepto de educación en su pensamiento. Por ello, el objetivo principal de esta investigación ha sido identificar el concepto de educación que subyace en las obras de San Agustín, mediante el análisis del uso que hace este autor de ciertos términos latinos que denotan la educación. La concepción pedagógica agustiniana se sostiene, según la autora, sobre un sólido fundamento antropológico-teológico, que no excluye ninguna dimensión de la persona humana (física, afectiva, moral, social, intelectual, religiosa) –adelantándose varios siglos a algunos planteamientos pedagógicos actuales–, y que tiene en el amor su clave de interpretación
El ámbito de la afectividad es mucho más amplio que el de la sexualidad e imprescindible para entenderla bien. El libro trata de valorar adecuadamente la dimensión afectiva de la persona y el papel de la afectividad y los sentimientos en el desarrollo personal y en las acciones diarias.
La Antropología Teológica es una materia extraordinariamente interesante, tanto para la sistematización de la teología, como para la evangelización. El Pontificado de Juan Pablo II ha supuesto una importante aportación y ha dejado planteado un reto: la importancia de la antropología cristiana en la evangelización, porque es una oferta de sentido para todos los hombres.
Este volumen quiere responder al reto de Juan Pablo II e intenta ofrecer una síntesis orgánica de la antropología cristiana, centrada en el designio divino para el hombre en Cristo y su realización en el misterio pascual. Se hace un esfuerzo por recoger lo que la teología cristiana ha elaborado a lo largo de los siglos. Por eso, este manual presta mucha atención a la teología patrística y a los exponentes principales del pensamiento cristiano antiguo y moderno. Los temas de la gracia son muy importantes de cara al diálogo ecuménico, con la teología protestante y ortodoxa; por eso se tratan con particular cuidado los capítulos sobre la divinización y la justificación. Además, se establece un diálogo con la cultura moderna, mostrando los contrastes con la oferta cristiana. Como quería Juan Pablo II, esa oferta es un camino de evangelización. Especialmente la idea cristiana sobre la verdad, la libertad y su sentido, la sexualidad humana y los ideales para la sociedad.
En el campo de la Teología, pocas voces en el mundo deben ser tan escuchadas como la de Joseph Ratzinger. En este libro nos revela sus reflexiones y orientaciones sobre este tema, que ha sido uno de los ejes de su propia vida.
Dos virtudes esenciales animan estas páginas: contundencia en la exposición de los principios y luminosa claridad para expresarlos. Virtudes que llevan a cabo la intención del autor: «Espero que los diversos acercamientos con los que cada contribución aborda el tema (...) puedan ayudar a comprender mejor la esencia del trabajo teológico en las condiciones de nuestro tiempo».