Uno se siente abrumado ya desde un principio ante ciertos datos de este Diccionario: 2 volúmenes de 2.450 páginas; 6.395 términos y conceptos; 264 amplios artículos; 436 de extensión media; 70 itinerarios; y 10 carpetas con 60 modelos de actividad catequística. Y por si aún fuera poco, con un CD.ROM con su texto en Word y en página WEB protegida. Todo para ofrecer a catequistas, profesores y animadores de la fe datos y criterios ciertos para llevar adelante su tarea en momentos como éstos en los que la ignorancia de unos y la mala fe de otros tantas verdades han desfigurado o difuminado. Tres criterios han seguido su Directos y colaboradores: 1. Claridad doctrinal (no es un Diccionario de Teología, sino de Educación en la Fe). 2. Facilidad metodológica, sicológica y sociológica en la presentación de temas. 3. Síntesis y sugerencias, no análisis ni polémica
Es ésta la obra más ambiciosa y más compleja de toda la producción sanjuanista. Domina en ella lo doctrinal sobre la experiencia.
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Repasada la nutrida antología de la presencia de la mujer en la Biblia se llega a una primera impresión: son escasas las oportunidades en que esta presencia tiene un valor protagónico. la mujer suele entrar en el relato como "la esposa de", "la concubina de", o también como "la madre de". Sin embargo, la mujer aparece en la historia de la humanidad -tal y como lo cuenta la Biblia- en el momento en que el Creador juzga que la obra humana no le ha quedado perfecta. El hombre solo no tiene futuro. las páginas deesta obra nos servirán para comprender los sinuosos y hasta penosos avatares del protagonismo de esa mujer que le dio como compañera. Hasta que, paso a paso, lleguemos con el texto sagrado a la presencia de María. Con ella, y dentro de la suprema sencillez con que el Evangelio se refiere a la madre de Jesús, se agota la dinámica femenina bíblica y su influencia en la marcha de la humanidad.
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Las 40 cartas que la Beata Isabel de la Trinidad escribe a sus hermanos sacerdotes son, autobiográficamente hablando, de un gran valor pues contienen en el lenguaje directo y coloquial propio de este género su propia vivencia del misterio de Dios y la descripción de su itinerario espiritual. Escritas con una carga experiencial y mistagógica, no pretenden tanto enseñar cuanto acompañar a sus interlocutores en su camino sacerdotal. llevan, además, un mensaje de vida y de inquietud apostólica que transmiten aliento a sus amigos y hermanos sacerdotes. El conjunto de estas cartas revelan la profunda inquietud sacerdotal de sor Isabel de la Trinidad, muy similar a la de Teresa de Lisieux. También ella quiere transmitir a sus hermanos sacerdotes la experiencia de su camino espiritual como medio de evangelización, que se concreta en la vocación descrita por san Pablo en el plan salvífico de Dios para ser "alabanza de gloria", esto es, anuncio de su Reino de Amor
Con documentación desconocida e inédita hasta ahora, sobre el discernimiento que ya en sus años jóvenes ordenó la Santa Sede sobre el fenómeno de los estigmas y espíritu en general de este gran santo de nuestro tiempo.
Aun conociendo la existencia de densas biografías de este gran hombre de Dios, modelo e intercesor nuestro, iniciamos la obra con una sencilla pero muy útil aportación de datos biográficos del mismo, sobre todo a la hora de respondernos a las preguntas-clave sobre su figura y misió
La obra que presentamos del conocido escritor José Antonio Sayés representa una reformulación del tema de la gracia, en su tercera edición, que destaca por su claridad expositiva y su rigor teológico. Es una exposición sistemática de las grandes cuestiones sobre la gracia, que han tenido una amplia repercusión en la historia del pensamiento cristiano y que el autor enmarca con gran clarividencia en la perspectiva cristológica. De esta manera trata de responder a los interrogantes del hombre de hoy sobre su salvación, el sentido de la vida, el anhelo de absoluto y de felicidad. La obra tiene pues no sólo un sentido cristológico sino también antropológico. Asimismo tiene un valor ecuménico, al recoger los principales puntos del reciente acuerdo luterano-católico sobre la justificación. Presenta, en fin, un proyecto de vida cristiana, basado en la gracia y las virtudes, en su pleno desarrollo, que son el núcleo de la mística y de la espiritualidad cristiana.
Todos sabemos que la celebración de la Eucaristía es fuente y cumbre de la vida de la Iglesia. Es la gran herencia y regalo del Señor. Por ello nunca podremos llegar al fondo de una comprensión suficiente y de una vivencia global de este “Misterio de nuestra Fe”. Por eso el autor trata de aportar en estas páginas un esfuerzo más para hacer más comprensible a cristianos y comunidades sus dimensiones y claves más importantes. Intenta resumirlas en siete verbos: orientarnos, introducirnos, sumergirnos, celebrar, vivir y testimoniar la Eucaristía. Y creemos lo consigue, máxime dentro de una Colección de diseño tan pedagógico y pastoral como ésta
Elredo enseñó lo que vivió. Como monje se entregó con todo su ardor a vivir el ideal monástico tal como lo encarnaba la joven familia Cisterciense. Y como abad tuvo siempre una conciencia muy clara y un propósito firme de edificar a sus hermanos. Los más de 180 sermones que nos han llegdo de él son un testimonio fehaciente de su celo pastoral.
Elredo quiere que la vida entera de cada monje y de la comunidad como tal, sea una constante iniciación en Dios contemplando y encarnando a Cristo paso a paso y día tras día.. Y desde esa clave tiene perenne actualidad práctica su enseñanza, que no es una simple doctrina de hace nueve siglos, sino una experiencia que compromete y llena toda una vid
El presente libro -"San José, ayer y hoy"- es un hito de oteo sobre la historia, el misterio y las rutas del alma de San José, desde la altura de la Biblia, la teología y los postulados racionales de la fe en un creyente de hoy. También la actualidad y la modernidad dictan sus exigencias a la meditación teológica y a la devoción genuina, profundas ambas. "Hoy -escribe el autor en la primera página de su libro- tras un largo trecho de mi vida en la Iglesia y en el mundo que nos circunda, he sentido la necesidad de volver al carpintero de Nazaret". Y se formula las precguntas como estas: ¿Por qué Dios lo puso al frente de su familia?, ¿Qué cualidades buscó y encontró en él?, ¿las tenía al darle tan gran encargo o se las dio al dárselo?, ¿cómo cooperó él para tenerlas?, sabiendo como sabemos que Dios da la misión y, al mismo tiempo, capacita para la misma. Al buscar, en fin, siempre ahondar en sus rasgos de modelo e intercesor cercano y eficacísimo en las tareas y dificultades de la vida eclesial, familiar y social, podemos asegurar al lector lo gratificante y provechoso que le resultará la lectura de esta obra