¿Vives la vida que deseas? ¿Sientes que te falta algo?
«Nuestra sociedad hace que todos, en un momento u otro, vivamos una vida que no gobernamos, empujados por la inercia del trabajo, por una relación inapropiada, por el caos cotidiano, por la desidia o la frustración.
»Yo vivía una vida muy cómoda, pero un buen día me miré al espejo y no me reconocí. Entonces comencé a viajar y todo cambió.
»Hoy escribo este puñado de páginas para compartir contigo mis dos viajes simultáneos, el geográfico y el interior. Quiero que me acompañes y vivas como tuyas las aventuras a través de los diez fascinantes rincones del globo que me empujaron a convertirme en la persona que quería ser, para que tú también te transformes con ellas.
»Diez destinos. Diez herramientas. Un único objetivo: lanzarte a perseguir las cosas que amas.»
Andrés Pascual
Andrés Pascual, escritor y viajero, ha visitado cincuenta países. En ellos encontró inspiración para sus novelas y, sobre todo, valiosas enseñanzas que le guiaron en el viaje más importante de todos: el que hizo a lo más profundo de su corazón para descubrir qué amaba de verdad y redirigir su vida.
Tras perder su trabajo en un prestigioso bufete de abogados, una joven se implica en la defensa de un paisaje en riesgo, en un territorio sin ley.La nueva heroína de Grisham es una caja de sorpresas.Hace una semana Samantha Kofer trabajaba en una prestigiosa firma de abogados de Nueva York. Ahora trabaja gratis en una asesoría legal para clientes sin recursos en una pequeña ciudad de Virginia. La caída de Lehman Brothers supuso para ella la pérdida del trabajo, de la seguridad y del futuro. Su mundo no tiene nada que ver con su vida pasada de peces gordos y bonos desorbitados.En la actualidad se enfrenta a clientes reales con problemas reales en las tierras del carbón, donde la ley es diferente y defender la verdad significa poner en peligro la vida. Su nuevo jefe se dedica a demandar a las compañías mineras por los destrozos medioambientales que están devastando la comarca, y mucha gente lo odia por ello. La vida de Samantha ha dado un giro de 180 grados.La crítica ha dicho...«El mejor autor de thriller vivo.»Ken Follet«Esta no es una historia sobre un triunfo o un fallo judicial. Es la sorprendente y compleja historia de un hombre inteligente, a quien la experiencia de cinco años como abogado de causas nobles lo convierte en un astuto defensor capaz de urdir un ingenioso plan de venganza. Grisham borda la historia.»The New York Times«Emocionante. Lleva al lector por una vía, la del hombre inocente en busca de la exoneración, para cambiar con una facilidad exquisita a otra diferente, la de jugar al gato y al ratón.»The Guardian«Una gran aportación a la biblioteca de Grisham, siempre fuente de entretenimiento asegurado, que evoluciona hacia algo más serio, más potente, muestra de su excepcional talento.»The Washington Post«Un excelente y clásico thriller legal con chico bueno y chico malo.»The Christian Science Monitor«Grisham ha escrito uno de sus mejores thrillers legales con esta inmersión en la política de las ciudades pequeñas.»Associated Press
Hay momentos en la vida en los que la única manera de salvarse a uno mismo es muriendo o matando.
A finales del siglo XIX, durante la última etapa zarista, los Zucker, perseguidos por su condición de judíos, tienen que abandonar Rusia huyendo del horror y la sinrazón. A su llegada a la Tierra Prometida, Samuel Zucker adquiere las tierras de los Ziad, una familia árabe encabezada por Ahmed. Entre él y Samuel nace un fuerte vínculo, una sólida amistad que, por encima de las diferencias religiosas y políticas, se mantiene generación tras generación.
Con las amenazas, la sed de venganza y muchas pasiones desatadas como telón de fondo, las vidas entrecruzadas de los Zucker y los Ziad conforman un mosaico de traiciones y sufrimientos, de amores posibles e imposibles, al tiempo que plasman la gran aventura de vivir y convivir en un territorio marcado por la intolerancia.
Intensa y conmovedora crónica de dos sagas familiares, esta novela de Julia Navarro nos adentra en las vidas de personas con nombres y apellidos, que luchan por alcanzar sus sueños y que son responsables de su propio destino.
Desde el primer momento como Papa electo, u obispo de Roma, apelativo que él mismo prefiere, el hasta hace poco cardenal Jorge Mario Bergoglio dio señales claras al mundo de los cambios que traerá su pontificado. La misma elección del nombre de Francisco nos indica su prioridad por ser como Francisco de Asís, el santo que vivió en la pobreza y que consagró su vida a los más desamparados.
Su manera directa y espontánea de romper el protocolo y acercarse a la gente, su sencillez, que destaca en un Vaticano cargado de símbolos de pompa mundana y riqueza material y, entre otras cosas, la petición al clero de llevar una vida irreprochable hace que toda la sociedad tenga depositada una gran esperanza y confianza en esta nueva etapa que se inicia ahora.
A través de sus propias palabras, sus ideas y los recuerdos más personales del papa Francisco, Andrea Tornielli, uno de los vaticanistas más prestigiosos en la actualidad, nos presenta el retrato de este jesuita argentino que gobernará una Iglesia dividida y que está llamado a ser el artífice de una importantísima transformación que sin duda cambiará el siglo XXI.
«Tengo tatuado en la muñeca izquierda el año en que murió mi Popo: 2005. En febrero supimos que estaba enfermo, en agosto lo despedimos, en septiembre cumplí dieciséis y mi familia se deshizo en migajas.»
«Soy Maya Vidal, diecinueve años, sexo femenino, soltera, sin un enamorado, por falta de oportunidades y no por quisquillosa, nacida en Berkeley, California, pasaporte estadounidense, temporalmente refugiada en una isla al sur del mundo. Me pusieron Maya porque a mi Nini le atrae la India y a mis padres no se les ocurrió otro nombre, aunque tuvieron nueve meses para pensarlo. En hindi, maya significa "hechizo, ilusión, sueño". Nada que ver con mi carácter. Atila me calzaría mejor, porque donde pongo el pie no sale más pasto. Mi historia comienza en Chile con mi abuela, mi Nini, mucho antes de que yo naciera, porque si ella no hubiera emigrado, no se habría enamorado de mi Popo ni se habría instalado en California, mi padre no habría conocido a mi madre y yo no sería yo, sino una joven chilena muy diferente.»