
T.S. Eliot dijo una vez que la mejor novela escrita en inglés era La casa de los siete tejados.
La novela cuenta la historia de una casa maldita. A finales del siglo XVII, en una pequeña localidad de Nueva Inglaterra, el venerable coronel Pyncheon decide construirse una ostentosa mansión en el lugar donde antes se había levantado la cabaña de Mathew Maule, un hombre turbio que había sido condenado por brujería en un juicio presidido por el coronel. De camino al cadalso, Maule había proferido una maldición contra el coronel: «Dios le dará sangre para beber». El día de la inauguración de la casa, el coronel muere repentinamente. Y sus descendientes heredan la casa y el infortunio.
“Inesperado arte del horror.” José María Valverde, Camp de l’Arpa, España “Uno de los libros más conmovedores que he leído.” Marco Antonio Campos, Proceso, México “Una escritura única y absolutamente esencial comprender América Latina.” S. R. Wilson, Journal of Spanish Studies, EEUU “Aquí hay mucho y sincero dolor, pero también suficiente humor y poesía como para levantar el ánimo más bajoneado.” Milton Hatoum, Isto é, Brasil
Publicada en 1908 junto con otros cinco relatos de diversa extensión en un volumen titulado «A set of six», EL DUELO toma como asunto el enfrentamiento de dos oficiales del ejército de Napoleón –enfrentamiento tan empecinado como misterioso en sus orígenes– que se prolonga en el tiempo hasta adquirir dimensiones casi legendarias. Contra el fondo de las guerras napoleónicas –de las que Joseph Conrad (1857-1924) oyó hablar mucho en su mocedad– y de la Francia que alumbraron, esta breve novela es algo más que «una seria y sincera tentativa de pequeña ficción histórica», como la calificó años más tarde el propio autor: no sólo es un relato vivo y delicioso que se lee con gusto, sino que encierra una reflexión sobre la evanescente naturaleza de la ofensa, a menudo más dependiente de la interpretación de los hombres que de una convención social del honor.
Nuestro común amigo es la última novela publicada por Charles Dickens (1812-2012), donde desarrolla su trama más original y alguno de los personajes más sublimes y también alguno de los más miserables de su obra: desde la modista de muñecas a lady Tippins; desde el juntacadáveres del Támesis a Míster Podsnap, Dickens, infatigable, sube y baja en la escala social repitiendo en la ficción el viaje que hizo en su propia vida. El escritor nunca ha parecido tan seguro de si mismo, tan dueño de sus recursos y maestro en su arte.
Nuestro común amigo nos descubre al Dickens más lúcido y duro con su tiempo y su país, pero también al más amable y agudo: “Dios salve a la reina, pero confunda su política”.
Charles Dickens (Portsmuth, 1812 – Gadshill, 1870) ha llegado hasta nosotros como el autor más importante e influyente de la literatura victoriana. Sus obras y su peripecia personal, íntimamente relacionadas, plasmaron no sólo el pulso social de su época, también el terrible estado moral de una sociedad atrapada en la desigualdad y las convenciones. Dickens experimentó la miseria, el éxito popular, la cárcel, el hambre... sólo logró cumplir con el más íntimo de sus anhelos, la libertad, entregándose a la literatura. Aunque muchas de sus obras gozaron de un extraordinario favor popular, baste decir que muchas de ellas fueron publicadas por entregas, en formato folletín; serían las críticas entusiastas de George Gissing y G. K. Chesterton las que encumbrarían a Dickens como el autor más importante de la literatura inglesa del siglo XIX.
Este provocativo libro demuestra que la Tierra es un balcón al universo, una plataforma inmejorable para descubrir quiénes somos y qué hacemos aquí.
La Tierra: un balcón al universo, una plataforma inmejorable para descubrir quiénes somos y qué hacemos aquí.
En El planeta privilegiado descubriremos:
· Cómo la Tierra ocupa un lugar muy preciso dentro de la Vía Lactea, permitiendo la vida y que encontremos respuestas a los misterios del universo.
· El sorprendente comportamiento del agua y cómo cada una de sus peculiaridades se ajusta perfectamente a la existencia de criaturas como nosotros.
· La armonía de la Tierra y la Luna: cómo trabajan en equipo para que pueda darse la vida y cómo ese sistema posibilita los mejores eclipses solares.
· Cómo Júpiter y Saturno protegen a la Tierra de un cataclismo, actuando como verdadero escudos.
· Cómo las leyes y las constantes del universo están ajustadas con una precisión exquisita para permitir la existencia de cualquier vida compleja.
¿Es la Tierra una simple mota de polvo dentro de un universo sin sentido? Todo lo contrario. Este provocativo libro demuestra los errores de las clásicas concepciones materialistas. La Tierra y su lugar dentro del cosmos tienen un significado mucho más profundo que lo que diversos científicos, normalmente agnósticos, han pretendido darle.
En este impactante trabajo, Guillermo González y Jay W. Richards presentan una asombrosa selección de evidencias científicas. Demuestran que nuestro planeta no solo se adecua exquisitamente a la posibilidad de la vida sino que además proporciona la mejor vista del universo, como si la Tierra estuviera diseñada precisamente para la vida y para el descubrimiento científico.
Cautivado por la Alegría es el libro en el que Lewis cuenta su conversión del ateísmo al cristianismo. Se trata de una historia, como dice el propio autor, «insoportablemente personal». Una vez que se ha comenzado a leerla, cuesta trabajo interrumpir su lectura; como ocurre con toda historia verdadera, como ocurre siempre que un escritor sabe «crear» un mundo, sea éste ficticio o real. Los lectores de Lewis saben que él es un autor genial en ambos casos.
La historia de esta conversión se lee sin apenas darse cuenta de que se está recorriendo un largo camino: desde los juegos de la infancia a las emociones de la adolescencia, al comienzo de la madurez. Es como asistir a las investigaciones de un detective que quiere ir al fondo de un «caso» apasionante; y todo ello presentado con la gracia poética y la fuerza narrativa de un gran escritor
Lo último que ha visto un abogado, antes de ser asesinado, es un muñeco del tamaño de un hombre atravesado en la carretera, donde se vio obligado a detenerse en medio de la espesa niebla. Este extraño comienzo, cargado de una atmósfera de misterio tan clásica, es el punto de partida de un complicado caso de delincuencia económica en las altas esferas. Pero es también el inicio de un enfrentamiento cada vez más personal del inspector Wallander con un adinerado, sonriente y autoritario mecenas. Sintiendo a cada paso su vida amenazada, el inspector se ganará el respeto de su enemigo pero no se detendrá hasta borrar esa sonrisa de su rostro.
El valor de la amistad, el heroísmo como meta y la responsabilidad como motor de la conducta moral encuentran su plasmación definitiva en el mundo que descubre El principito , añorado planeta del que todos los hombres han sido exiliados y al que sólo mediante la fabulación cabe regresar.