La obra de Ramón del Valle-Inclán (1866-1936) ocupa un lugar preeminente e inagotable en la literatura española, y su brillante y contradictoria personalidad sigue concitando hoy la curiosidad del público. La grandeza del hombre y la importancia de su obra (que va desde el decadentismo inicial de las sonatas hasta el teatro del esperpento en los años finales) merecían esta biografía, documentada, exhaustiva y rigurosa, que, además, aporta una interpretación crítica de la idiosincrasia y del comportamiento del escritor a través de un relato solvente, útil y ameno.
En Suecia nadie recuerda un verano tan caluroso como el de 1994. Mientras la gente sigue con pasión los partidos finales del Campeonato Mundial de Fútbol, el inspector Kurt Wallander se dispone a iniciar unas cortas vacaciones. Pero la tranquilidad de la provincia de Escania se ve truncada cuando una muchacha, posiblemente extranjera, se suicida quemándose a lo bonzo. Wallander y su equipo tratan de averiguar la identidad de la chica y los motivos de esa trágica decisión; pero los sustos no han hecho más que empezar, pues un brutal asesino en serie ha comenzado su macabra actividad. Las primeras víctimas son un antiguo ministro de Justicia, un adinerado tratante de arte y un ladronzuelo de poca monta. Sin que pueda sospecharlo, la pista a la que Wallander se aferra para detener esta carnicería le conducirá a las altas esferas de la política, y pondrá seriamente en peligro su vida y la de sus allegados.
El viaje al corazón de las tinieblas sudafricanas de un inspector Wallander profundamente afectado por el crimen que intenta impedir.
El hallazgo del cadáver de una joven agente inmobiliaria, asesinada brutalmente sin ningún motivo aparente, supone para Wallander un descenso a los infiernos mucho más largo y profundo de lo que nunca hubiera imaginado al iniciarse un caso. Y esta vez, además, se trata de una conspiración internacional detrás de la cual se encuentra una organización de extrema derecha. Ésta, decidida a dinamitar el proceso antiapartheid en la lejana Sudáfrica, ha contratado a un asesino a sueldo, quien, con la ayuda de un antiguo agente de la KGB, planea atentar contra un importante dirigente muy cerca de donde Wallander investiga. Acosado por sus persistentes problemas personales, el inspector entrará en una espiral de suspense cada vez más vertiginoso. Una de las novelas políticamente más comprometidas de Henning Mankell.
Ystad, Suecia, otoño de 1997. Un hombre muere en extrañas circunstancias a las puertas de un cajero automático. Poco después, dos muchachas asesinan salvajemente a un taxista. Detenidas y trasladadas a la comisaría, las dos adolescentes sorprenden a todo el mundo con su agresividad y su indiferencia ante el crimen que han cometido. En un descuido de los agentes, una de ellas logra huir. Al día siguiente, un problema en el suministro eléctrico deja a oscuras gran parte de la región de Escania; cuando el técnico de mantenimiento acude a la estación transformadora, hará un descubrimiento aterrador. El inspector Kurt Wallander no lo tiene nada fácil: a las complejidades informáticas que acaban envolviendo las pesquisas, se suman los indicios de traición que el inspector descubre en su equipo de investigadores. Además, la casi insoportable soledad afectiva del protagonista hacen que se cuestione seriamente su continuidad como policía.
En diciembre de 1945, un avión británico aterriza en Buckenburg (Alemania) y de él desciende un hombre con una pequeña bolsa negra que se dirige a la prisión de Hamelin, donde están encerrados doce criminales de guerra alemanes: su misión consiste en ejecutar a esos peligrosos asesinos.
Cincuenta y cuatro años después, en 1999, Herbert Molin, un policía sueco ya jubilado que vive apaciblemente en su granja, situada en el pueblecito de Härdjedalen, muere de manera brutal: literalmente, el asesino lo ha matado a latigazos; además, la policía descubre alrededor del cadáver huellas sanguinolentas muy extrañas, como si alguien hubiera ejecutado en torno a él unos pasos de baile. Un antiguo compañero de Molin, el joven Stefan Lindman, decide viajar a Härdjedalen para averiguar lo ocurrido, pese a que no está en muy buenas condiciones de salud. Sin embargo, poco a poco irá descubriendo misteriosas conexiones entre la muerte de Molin, los colaboracionistas durante la segunda guerra mundial y los grupos neonazis de la actualidad. Para Lindman ya no habrá marcha atrás: cada pista lo impelirá a seguir adelante para saber la verdad.
Si el conocimiento es siempre poder, en el ámbito de la física aún lo es más. Produce vértigo el abismo que separa la apasionante aventura del saber que emprendieron pioneros como Marie Curie, movidos por el deseo de desentrañar los secretos del mundo material para mejorarlo, y el uso que se acabó dando a sus descubrimientos, un uso que podía destruir al mundo mismo.
Diana Preston entreteje biografía, historia, física y política para recorrer el camino que lleva en tan sólo cincuenta años, de finales del siglo xix a mediados del xx, de un extremo a otro: de la curiosidad compulsiva y el deseo de saber, a la instrumentalización del conocimiento como arma de destrucción. Y lo hace poniendo en primer plano a los grandes protagonistas de la historia de la bomba atómica: científicos como los Curie, Bohr, Einstein u Oppenheimer; políticos como Roosevelt, Churchill, Truman, Hirohito o Hitler; pero sin olvidar a las víctimas y a personajes que no han pasado a la historia. Con una documentación exhaustiva y una atención especial al detalle humano –la ambición, el sufrimiento, el miedo, los problemas de conciencia–, la autora describe los avances científicos y técnicos, las decisiones políticas y los dilemas morales de unos hombres que, por primera vez en la historia, tuvieron en sus manos el destino de la humanidad.
A comienzos del siglo xx, pocos podían prever que el joven abogado indio jawaharlal nehru estaba llamado, junto con su maestro espiritual Mohandas Gandhi, a conducir a su país a la independencia del Imperio británico y a ser su primer ministro desde 1947, cuando India alcanzó la soberanía nacional, hasta su muerte. Sobre las ruinas del dominio inglés, Nehru tuvo que «inventar» un país en medio de feroces luchas religiosas y de atavismos sociales. En su denodado esfuerzo por imponer la modernidad y construir los cimientos de la mayor democracia del mundo, se convirtió en uno de los líderes internacionales más admirados y respetados del Tercer Mundo gracias a su política de no alineamiento y a su defensa del socialismo de corte democrático.
Hijo de una familia casi aristocrática de Cachemira, nehru (1889-1964) estudió en Cambridge y en los años veinte del pasado siglo se convirtió en un brillante abogado, un líder del Partido del Congreso Indio y un dirigente de ideas izquierdistas con plena conciencia de la injusticia del sistema colonial británico y de la necesidad de que su país conquistara la independencia. Si Gandhi estaba dotado de una fuerza mística capaz de movilizar a las multitudes predicando la no violencia, Nehru fue el estratega genial, obsesionado con la instrucción de las masas, con la extensión del laicismo y con la abolición de las enormes desigualdades sociales. Esta biografía no sólo nos acerca a unas de las personalidades históricas más extraordinarias del siglo xx sino que nos permite comprender por qué la India actual es ya una potencia de primer orden.
Toulouse, verano de 1939. Carmen de Pedro, responsable en Francia de los diezmados comunistas españoles, se cruza con Jesús Monzón, un cargo menor del partido que, sin ella intuirlo, alberga un ambicioso plan. Unos años después, en 1944, Monzón, convertido en su pareja, ha organizado el grupo más disciplinado de la Resistencia contra la ocupación alemana, prepara la plataforma de la Unión Nacional Española y cuenta con un ejército de hombres dispuestos a invadir España. Entre ellos está Galán, que ha combatido en la Agrupación de Guerrilleros Españoles y que cree, como muchos otros en el otoño de 1944, que tras el desembarco aliado y la retirada de los alemanes, es posible establecer un gobierno republicano en Viella. No muy lejos de allí, Inés vive recluida y vigilada en casa de su hermano, delegado provincial de Falange en Lérida. Ha sufrido todas las calamidades desde que, sola en Madrid, apoyó la causa republicana durante la guerra, pero ahora, cuando oye a escondidas el anuncio de la operación Reconquista de España en Radio Pirenaica, Inés se arma de valor, y de secreta alegría, para dejar atrás los peores años de su vida