En una habitación cerrada, un hombre negro y otro blanco mantienen una dura batalla dialéctica. El hombre blanco, un profesor de humanidades de vida acomodada, atenazado por sus propias dudas acerca de la condición humana, considera que la única salida a la miserable situación en la que se halla el ser humano es arrojarse a las vías del Sunset Limited.
Ha llegado a creer que la experiencia de la felicidad es perniciosa para la condición humana. El hombre negro, sin embargo, se encuentra en el polo opuesto y ha llevado una vida marcada por la violencia, la adicción a las drogas y la cárcel. Pero a pesar de todo no ha perdido su fe.
Encerrados en un debate filosófico, los dos contrincantes defienden de manera apasionada sus credos personales y tratan de convertir al otro. Ambas visiones, fundamentalmente contrarias, confluyen en esta conversación que ahonda en el vacío que se abre entre el silencio de Dios y lo inevitable de la muerte.
T.S. Eliot dijo una vez que la mejor novela escrita en inglés era La casa de los siete tejados.
La novela cuenta la historia de una casa maldita. A finales del siglo XVII, en una pequeña localidad de Nueva Inglaterra, el venerable coronel Pyncheon decide construirse una ostentosa mansión en el lugar donde antes se había levantado la cabaña de Mathew Maule, un hombre turbio que había sido condenado por brujería en un juicio presidido por el coronel. De camino al cadalso, Maule había proferido una maldición contra el coronel: «Dios le dará sangre para beber». El día de la inauguración de la casa, el coronel muere repentinamente. Y sus descendientes heredan la casa y el infortunio.
Un gran clásico de la novela de aventuras que ya forma parte de nuestro imaginario colectivo.
A finales de 1788, toda Francia era terreno abonado para la revolución, pero solo unos pocos hombres podían esparcir la simiente capaz de hacerla brotar. Uno de ellos, Philippe de Vilmorin, joven seminarista educado en los nuevos ideales, es asesinado en duelo desigual por el marqués de La Tour d'Azyr por denunciar el despotismo de las clases privilegiadas y por poseer el peligroso don de la elocuencia. Ante el cuerpo sin vida de su amigo, André-Louis Moreau, abogado pragmático y poco dado a la defensa enardecida de ninguna idea, jura extender por todo el país la voz que el aristócrata quiso acallar con la muerte. Acusado de sedición, entra a formar parte de una compañía de cómicos de la legua. Su mordacidad y talento en los escenarios le harán triunfar tanto sobre las tablas, oculto bajo la máscara de Scaramouche, como en la Asamblea, donde será el paladín del Tercer Estado.