
Jane Austen es heredera de los logros de la novela inglesa del siglo XVIII, pero al mismo tiempo crea un estilo nuevo de novela más breve, concentrada e intensa, y exhibe en sus dos últimas obras un dominio de recursos narrativos en la expresión de la interioridad que se adelanta a su época. El realismo económico de Jane Austen, la implicación de sus primeras obras en los debates de la última década del siglo XVIII sobre la naturaleza humana, la familia, las instituciones sociales o la educación de las mujeres, y el reflejo en sus novelas de madurez de las innovaciones y escándalos de la Inglaterra de la Regencia, demuestran que la inteligencia creadora, alimentada por las lecturas y la observación, es capaz de interpretar el mundo desde la mesa de un cuarto de estar. «Persuasión» es la única novela de Jane Austen de la que se puede decir que es básicamente una historia de amor. Todas sus obras cuentan siempre el enamoramiento de una o dos parejas y acaban con la boda de los protagonistas, pero «Persuasión» es la única en la que el interés narrativo se centra en los sentimientos y en la interioridad de la protagonista. Publicada póstumamente, «Persuasión» es la última crónica austeniana del triunfo del amor, la bondad y la inteligencia en un entorno social dominado por la vanidad, la estupidez y el egoísmo.
¿Acaso existe un lugar mejor que el hermoso y acogedor Stowe, en Vermont, para disfrutar de la nieve antes de las fiestas? No, desde luego. Sobre todo si te ha tocado el primer premio de la lotería. Y el hecho de que los responsables del Rockefeller Center estén allí para escoger el árbol que es, desde hace tiempo, el símbolo tradicional de la Navidad neoyorquina, lo convierte en un lugar doblemente ideal. Por eso Alvirah Meehan y su amiga Regan Reilly, con sus respectivas familias y Opal, una amiga de Alvirah, han decidido pasar allí el fin de semana.
Packy Noonan, un artista del timo en prisión desde hace doce años, está disfrutando de un permiso de fin de semana y ha decidido no regresar a la cárcel. Tiene que recuperar el botín -un termo lleno de diamantes que escondió bajo un hermoso árbol. Pero al llegar allí descubre horrorizado que su árbol ha sido vendido al Rockefeller Center y será transportado a Nueva York a la mañana siguiente. Packy tiene que actuar... El lunes por la mañana, a punto ya de regresar a casa, Alvirah y Regan descubren que el árbol ha sido talado, y Opal ha desaparecido...
Reseña:
«Los fans de las novelas de misterio clásicas se divertirán con este remake contemporáneo de La aventura de los seis Napoleones, de Arthur Conan Doyle y su inefable Sherlock Holmes.»
Publishers Weekly
En la puritana Inglaterra de la reina Victoria era axiomático el requisito de que los cuentos infantiles tuvieran moraleja. Los de Alicia no la tenían y quizá por eso se ganaron el favor del gran público. La cuestión principal que parece preocupar hoy en día acerca de este par de clásicos de la literatura infantil es saber si son o no en realidad cuentos para niños. Sea cual sea la respuesta, lo que está claro que diferencia a las dos "Alicias" de la inmensa mayoría de sus congéneres es que son cuentos que interesan también a las personas mayores. Esta edición comentada de "Alicia en el País de las Maravillas" y "A Través del Espejo" es la primera en español que acentúa el punto de vista lógico y lingüístico. La evidencia de que la lógica de la imaginación implícitamente contenida en los cuentos de Alicia es la misma que el autor hizo explícita en sus ensayos lógicos quizá ayude a atisbar algo más el misterio de ese fascinante genio creador del disparate lógico y lingüístico que, para intriga y deleite de niños y mayores, fue Lewis Carroll.
John Milton (1608-1674) es el más importante de los poetas en lengua inglesa del siglo XVII. Su profundo conocimiento de los clásicos y sus viajes por Europa, signos de la más típica formación renacentista, contribuyeron a la gestación de este poema que se produce como una obra de madurez. "El Paraíso perdido" es el poema más importante de contextura moderna. A partir del relato bíblico, el autor recrea un poema alegórico sobre el destino y la salvación humana.
Fiódor M. Dostoievski escribe "Memorias del subsuelo" en un momento social y político bastante complejo, al que se une la delicada situación personal por la que el autor estaba atravesando: su mujer se moría y su tormentosa relación sentimental con una joven le causaba dudas y remordimientos que incidían en una evidente crisis personal. El resultado de esa situación histórica, personal, vital y anímica es una obra que en pocas páginas concentra más contenido filosófico que ninguna otra obra del autor, y en la que se plantean las cuestiones más extremas que un hombre pueda hacer. "Memorias del subsuelo" es una obra contradictoria, no exenta de matices. En forma de diálogo, un hombre sin nombre ni identidad concreta, excepto la de ser un funcionario, como se presenta a sí mismo desde las primeras páginas, va narrando las memorias de su tragedia personal. Dostoievski logra crear con él uno de los mejores y más impactantes antihéroes de su ingente producción novelística, como lo son Raskólnikov o Iván Karamázov, un sujeto retórico de difícil imitación, en el que las raíces eslavófilas y el innegable rechazo a la imposición burocrática se aúnan en todo un tratado.
Un viajero inglés conoce a una enigmática y elegante dama francesa, Berthe de Rennes, que vive retirada, dedicada a pintar, en la isla egea de Mitilene. Cautivado por uno de sus cuadros, en el que aparece un bullicioso puerto del Caribe a los pies de un volcán, poco a poco el viajero se gana la confianza de Berthe, y ésta empieza a hablarle de cierta isla antillana, Saint-Jacques, al oeste de María Galante y de Dominica, un exótico paraje en el que, entre finales del siglo XIX y principios del XX, transcurrió su juventud.Institutriz de los cinco hijos de los Serindan, una de las grandes familias aristocráticas de la isla, Berthe vivió de cerca una dramática y romántica intriga en medio de las exuberantes plantaciones, la displicencia de la nobleza criolla, la vitalidad de los negros descendientes de esclavos y la omnipresencia del volcán.Precisamente, en una noche del martes de carnaval, mientras pasan las mascaradas por los salones abigarrados, los numerosos invitados –incluidos el gobernador, el extravagante capitán Joubert y la flor y nata de la isla– disfrutan de exquisiteces y suenan los violines, la intriga cederá el protagonismo al humeante volcán. Gran viajero, prosista finísimo y hombre culto sin permitirse jamás caer en la pedantería, Fermor regala a los lectores, con Los violines de Saint-Jacques –una de sus escasas y por eso mismo valiosas obras de ficción–, una auténtica joya en la que despliega todo su talento narrativo.
La multitud de temas que aborda esta obra hacen de ella una novela total, fiel reflejo de la vida misma, donde lo real y lo maravilloso, lo trágico y lo cómico, se mezclan dando forma a una obra de notable originalidad.