
Introducción de Olivier Clément. Editado en colaboración con la Universidad Francisco de Vitoria.
El lector experto se dará cuenta de que no estamos ante una antropología teológica al uso, en el sentido de que no se trata de un manual académico, frío y aséptico, en el que se analicen y criben doctrinas varias. Sin embargo, tanto el estudioso como el lector inquieto por encontrar cauces nuevos para la reflexión acerca del hombre, sí encontrarán una antropología teológica rigurosamente confeccionada. Descubrirán en sus páginas la fecundidad de un pensamiento elaborado desde la luz que el Oriente cristiano —menos racionalista y encorsetado por rigorismos conceptualistas— aporta al Occidente postilustrado al «decir el hombre».
Marko Ivan Rupnik (Zadlog, Slovenia, 1954), jesuita, es profesor del Pontificio Instituto Oriental de Roma y de la Pontificia Universidad Gregoriana. Desde 1995 es, asimismo, director del taller de arte espiritual del Centro Aletti y, desde 1999, consultor del Pontificio Consejo para la Cultura. A su amplia actividad como artista y teólogo añade, además, la específicamente pastoral, sobre todo mediante conferencias y la dirección de numerosos ejercicios espirituales. En la BAC ha publicado también El conocimiento integral (2013) y Teología de la evangelización desde la belleza (2013).
Inspirado por las ideas de la conferencia de Aparecida, Galli nos presenta una propuesta para una nueva pastoral urbana, ya que cada vez más personas viven en las megalópolis del mundo.
La afirmación «Dios vive en la ciudad» procede del Documento Conclusivo de Aparecida (A 514). A partir de ella, el teólogo argentino Carlos María Galli nos invita a pensar, desde la fe y el Evangelio, la presencia de Dios en los ambientes urbanos.
A la luz del espíritu de la Conferencia de Aparecida, Galli afirma que la fe descubre a Dios no solo en los lugares de su presencia, sino también en los signos de su ausencia. Porque, en realidad, Dios no vive en el campo o la ciudad. El habitar de Dios se da más bien en su identificación, por el Espíritu de Jesucristo, con los hombres, aun en sus experiencias más contradictorias. «Las sombras que marcan lo cotidiano de las ciudades, como, por ejemplo, violencia, pobreza, individualismo y exclusión no pueden impedirnos que busquemos y contemplemos al Dios de la vida también en los ambientes urbanos.» (A 514)
En este documentado ensayo, Galli presenta sus reflexiones y propuestas para una nueva pastoral urbana, ya que cada vez más personas viven en las megalópolis del mundo.
Siempre hubo escritos filosóficos, como los aristotélicos, que preguntaban sobre la esencia y las propiedades de las acciones humanas, así como por sus intenciones y fines. Bastaría recordar también la distinción kantiana entre «obrar técnico» y obrar «moral»; o la más contemporánea teoría de la «acción comunicativa» de Habermas. Lo que en inglés se denomina «Action theory» y en alemán «Handlungstheorie» se ocupa de esos problemas relativos al obrar humano.
El presente trabajo se centra fenomenológicamente en cuestiones psicológicas, no morales, tal como se reflejan en las obras del Aquinate, comentadas por algunos maestros del Siglo de Oro, como Martínez o Araújo, y especialmente por Poinsot. Allí se hace pivotar la acción en la voluntad misma. Es ésta la facultad que mueve a las demás –alentándolas o refrenándolas– para conseguir sus objetivos. Esa voluntad tiene su principio en el sujeto. Si este sujeto se pierde, también pierde su principio –su arkhé– la acción misma. El resultado de esa deconstrucción es la anarquía (an-arkhía, sin-principio).
El núcleo trascendental de la voluntad se tensa, fundada en su principio o sujeto, hacia sus propios actos libres. Este es el núcleo de la «teoría de la acción» en Tomás de Aquino. Y el autor pretende hacer una arqueología de la acción humana deliberada.
El 26 de abril de 2012la Conferencia Episcopal Españolahacía público el texto «La verdad del amor humano», con el subtítulo «Orientaciones sobre el amor conyugal, la ideología de género y la legislación familiar». Los Obispos, dentro del ámbito propio del ejercicio de su misión como Pastores de la Iglesia, buscaban ofrecer una luz que orientara y sirviera de ayuda a los cristianos y a toda la sociedad en la valoración de las cuestiones relacionadas con el matrimonio, la familia y la legislación matrimonial y familiar (cfr. LvAH, 5).
Esa es la finalidad que determina el contenido y la metodología que se sigue con esta publicación. El contenido, porque su objetivo no es otro que el de dar a conocer el texto del Documento: ofrecer la luz de la verdad del amor humano y conyugal, la belleza del matrimonio uno e indisoluble y de la familia de fundación matrimonial. El Documento señala también la metodología, sobre todo, porque da pie a desgranar su contenido con la formulación de preguntas.
¿Cuál es la identidad de la persona humana? ¿Qué es el amor humano? ¿Por qué solo es conyugal el amor entre el varón y la mujer unidos en matrimonio? ¿Por qué el matrimonio y la familia son elementos esenciales del desarrollo de la sociedad? Son algunas de las cuestiones que el libro trata de contestar.
Un libro sobre el celibato de los sacerdotes no es extraño que provoque variadas expectativas. Esto mismo suele pasar con algunas cuestiones que, latentes en la conciencia cristiana, terminan por resurgir en determinadas circunstancias dolorosas y generan comentarios de todo tipo, muchos de los cuales no siempre se basan en la razón y el equilibrio.
Al abordar hoy el tema del celibato es preciso comenzar asumiendo las objeciones más comunes para, desde ellas, articular la reflexión teológica que hace posible ahondar en sus implicaciones espirituales, eclesiales y pastorales. Solo entonces el autor se atreve a introducir metodológicamente «un punto de vista psicológico», que permite plantear la vida célibe como medio de alcanzar la plenitud humana.
El libro se mueve siempre entre la precisión del lenguaje técnico, que no teme usar la terminología científica, y el humor benévolo, que ha de reservarse para temas sobre los que el lenguaje resulta demasiado grave o a menudo insuficiente.
Esta obra va dirigida en último término a quienes se esfuerzan por discernir la propia vocación presbiteral, pero también a los educadores, teólogos, pedagogos y psicólogos interesados en repensar la figura actual del ministerio ordenado.
«El mundo de hoy está pidiendo a la Iglesia que sea un lugar de relaciones terapéuticas que hagan bien a la vida. A este reto desea responder el presente libro sobre teología pastoral, que constituye una propuesta actualizada de desplegar las implicaciones de la teología, cuando esta quiere ser práctica, como también ha sido llamada en otros momentos de la historia.
»No se trata solo de buscar la aplicación de la teoría a la praxis, sino más bien de comprender el dinamismo teológico subyacente en la historia, buscando el modo de ser testigos de un seguimiento auténtico de Jesús, relacionando saludablemente teoría y praxis desde la dinámica propia de la teología pastoral, que ve en la persona concreta el camino privilegiado de la Iglesia por el que pasa el misterio de la Encarnación y de la Pascua.
»La teología pastoral, considerada de segundo rango en otras épocas, tiene su propio objeto de estudio, y su método, y en ella se subraya la misión evangelizadora de toda la Iglesia en el mundo de hoy, con su riqueza y variedad de contextos socio-culturales. Más aún, la teología pastoral tiene un poder humanizador dentro del conjunto de las diferentes disciplinas teológicas. Contribuye a realizar un diálogo muy especial entre teoría y praxis, un diálogo fecundo, que lleva a ver la realidad y la fe con mirada comprometida.
»La teología pastoral, en efecto, está caracterizada por su dimensión operativa, es decir, por su rica referencia a la acción, de la que también nace la teoría. Han quedado atrás los viejos tiempos en los que la pastoral se reducía a la vida litúrgica y la teología pastoral a la aplicación de la teología (teoría) a la praxis. La teología pastoral tiene su propia identidad y un rango no menor que cualquier otra teología. Por eso, este libro contribuirá a la formación de los teólogos con una visión pastoral adecuada a los tiempos de hoy» (Tomado del Prólogo de José Carlos Bermejo).
LUCIANO SANDRIN, sacerdote camilo y licenciado en psicología y en teología, es profesor de Psicología de la salud y de la enfermedad en el Camillianum, en la Universidad Gregoriana, en la Universidad Lateranense y en otros ateneos de Roma. Colabora como experto en la Agenzia della Santa Sede per la Valutazione e la Promozione della Qualità delle Università e Facoltà Ecclesiastiche (AVEPRO). Es uno de los editores del Dizionario di Teologia Pastorale Sanitaria (Camilliane, Torino 1997) y autor de numerosos escritos, entre los cuales destacan: La Iglesia, comunidad sanante. Un reto pastoral (2000); Frágil vida. La mirada de la teología pastoral (2008); Perdón y reconciliación. La mirada de la psicología (2014). En Sal Terrae ha publicado Ayudar a los demás. La psicología del buen samaritano (2014).
«El núcleo íntimo de la fe cristiana no es ante todo una cosmovisión ni un programa moral, sino una relación y, más en concreto, la relación con una persona. El cristianismo es fe en Jesucristo, en quien Dios nos ha mostrado a los seres humanos su rostro verdadero; consiste en entablar y vivir una relación de íntima amistad con el Cristo crucificado y resucitado. Al igual que en toda amistad humana los amigos de nuestro amigo se convierten también en amigos nuestros, así no es posible vivir como cristianos la amistad con Cristo sin vincularnos al mismo tiempo con todos los amigos de este. Entablar amistad con Cristo significa, en consecuencia, incorporarse simultáneamente a la gran comunidad de sus amigos, llamada Iglesia por la fe cristiana».
Esta convicción profunda, expresada en las primeras líneas del «Prólogo a la edición en lengua española», es uno de los pilares de la presente eclesiología de Kurt Koch, quien nos ofrece una visión de conjunto de la Iglesia que es, por su misma esencia, Pueblo de Dios, Cuerpo de Cristo y communio, y está llamada a ser hogar que dé vida y esperanza a los seres humanos hasta más allá de la muerte.
Kurt Koch insiste en la necesidad urgente de iniciar a las personas al bautismo y la eucaristía, centro de la vida eclesial. Expone también cuáles son los gestos fundamentales de la comunidad eclesial: la predicación, la liturgia y la diaconía. Y, tras presentar tres dimensiones de la Iglesia: mariana, apostólica y católica, concluye su obra con esta expresión de su pasión por el ecumenismo: «Para quien quiere permanecer fiel al impulso ecuménico del concilio Vaticano II, una cosa es segura: que solo un ecumenismo que anhela profundamente la unidad visible de la Iglesia, y que ora y labora por esa unidad, es fiel al concilio y conducirá hacia un futuro esperanzador. Porque también y especialmente en la recuperación ecuménica de la unidad visible de la Iglesia se juega la catolicidad plena de la Iglesia y su testimonio digno de crédito en el mundo actual».
KURT KOCH, nacido en Emmenbrücke (Cantón de Lucerna, Suiza) en 1950, obtuvo su licenciatura en teología en 1975 y fue ordenado sacerdote en 1982. Doctor en teología con la tesis «El Dios de la historia. La teología de la historia en Wolfhart Pannenberg como paradigma de una teología filosófica en perspectiva ecuménica», fue catedrático de teología dogmática y ciencia litúrgica en la Facultad de teología de Lucerna.
Obispo de la diócesis de Basilea (1995-2010) y presidente de la Conferencia Episcopal Suiza (2007-2009), fue nombrado por Benedicto XVI en 2010 presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, y fue confirmado en este ministerio por el papa Francisco en 2014. Creado cardenal en 2010, es miembro, entre otros dicasterios de la Curia romana, de la Congregación para la Doctrina de la Fe y del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso.
Es un hecho. Ser cristiano es ser un evangelizador. Cuando la Iglesia Católica nos llama a una "nueva evangelización", es simplemente un recordatorio de la misión que a ti y a mi nos ha sido encomendada. La nueva evangelización del siglo XXI está hoy dirigida no solo a los no bautizados , sino también y muy especialmente a los bautizados inmersos en la fuerte secularización actual y que están siendo descristianizados. La buena noticia es que tú puedes hacerlo y Scott Hahn te muestra como llevarlo a cabo. El objetivo de este libro es explicar en qué consiste esa misión y como realizarla. Una excelente guía para ayudarte a entender y vivir lo que significa ser católico evangelizador."No podrás mantener tu fe sin transmitirla"Scott Hahn es profesor de Teología y Sagrada Escritura en la Franciscan University of Steubenville (Ohio), y ha sido nombrado por el Papa Benedicto XVI catedrático de Teología Bíblica y Proclamación Litúrgica del Saint Vincent Seminary (en Latrobe, Pennsylvania). Es autor de más de una docena de libros, incluidos: Roma, dulce hogar, donde cuenta su proceso de conversión; La cena del Cordero, y otros. Está casado y es padre de seis hijos.
El Mal ¿Por qué Dios ha permitido el Mal? ¿Por qué existe todo un mundo de demonios? ¿Por qué junto a la felicidad infinita de Dios, existe todo un microcosmos de sufrimiento eterno? ¿Por qué la Creación tiene su perfecto reverso tenebroso? ¿Por qué la iniquidad de los ángeles caídos optó por llevar a la consumación su sufrimiento, por llegar hasta el final, por continuar más allá del punto de no retorno?Summa Daemoniaca es un tratado de deontología acerca de la naturaleza del demonio, el infierno, la posesión diabólica, el exorcismo y todos los temas relacionados con estos poderes de las tinieblas.Este tratado se comenzó a escribir con la meta de lograr una sola obra que abarcara de un modo completo y exhaustivo el campo del demonio para ser usado por los sacerdotes. Construida esta obra desde el punto de vista de la Iglesia, en ella se contiene cuanto se conoce acerca de la naturaleza del demonio, el infierno, la posesión diabólica, el exorcismo y todos los temas relacionados con estos poderes de las tinieblas.Después de doce años de trabajo y la entrevista con centenares de exorcistas de todo el mundo, se trata del trabajo más serio y profundo sobre la parte tenebrosa de la Creación. Esta obra ha sido una y otra vez editada y no ha perdido el interés por el público. Se ha vendido en España y América y se ha traducido a muchos y diferentes idiomas.
Siempre se ha considerado gigante el legado intelectual y espiritual de Agustín de Hipona, por su capacidad de tratar sobre lo que más interesa al ser humano. Es el Padre de la Iglesia más influyente y, a pesar de vivir en el s. V, sus escritos mantienen una asombrosa actualidad. Es el autor más citado en el Concilio Vaticano II y en el Catecismo de la Iglesia Católica.El autor nos ofrece una valiosa síntesis sobre el patrimonio espiritual de san Agustín, deteniéndose de modo especial en la caridad, la oración y la gracia.
¿Qué dice el magisterio de la Iglesia acerca de los nuevos ministerios a nivel mundial? ¿Podemos soñar con ver, en algún momento no muy lejano, a ministros no ordenados, solteros o casados, mujeres o varones, formados en la propia comunidad, llamados a la ordenación presbiteral?
Antonio José de Almeida combina en esta obra su profundo conocimiento eclesiológico con un celo apasionado por la vida de las comunidades y la fidelidad al Espíritu. Evalúa textos del magisterio de la Iglesia con serenidad y objetividad, al tiempo que con la libertad y el ejercicio crítico que requiere un quehacer teológico responsable para confrontarlos con los retos del presente.
Este libro, concebido para un público diverso, con interés en el tema de los ministerios y servicios en las comunidades, ofrece nuevas perspectivas en el horizonte de una Iglesia comprometida con la evangelización en el siglo XXI. Propone un paso decisivo en la renovación ministerial globalmente considerada, subrayando que las necesidades y demandas sin cubrir de muchas comunidades exigen una nueva conformación del ministerio ordenado, especialmente del ministerio presbiteral.
El Concilio Vaticano II reconoció solemnemente la misteriosa y operativa presencia de la Iglesia en la existencia y en la acción de los laicos señalando que "están especialmente llamados a hacer presente y operante a la Iglesia en aquellos lugares y circunstancias en que sólo puede llegar a ser sal de la tierra a través de ellos" (Lumen Gentium). Sin embargo, este novedoso mensaje está aún a la espera de una auténtica toma de conciencia por parte de los mismos fieles laicos, de una mayor profundización teológica y de una verdadera asimilación en el plano pastoral.
La presente monografía es un valioso intento de responder, al segundo de estos retos. Para ello, la autora explora inicialmente la comprensión eclesial de los laicos en los primeros siglos del cristianismo a través de los testimonios de la Escritura y de los Padres de la Iglesia. Pasa a analizar el adormecimiento de esta percepción en los siglos posteriores y su despertar en el siglo XX. Y, finalmente, presenta y profundiza en la propuesta teórica y práctica del Concilio Vaticano II y de la teología del siglo XX, con la mirada puesta en los nuevos retos que propone el actual escenario de la nueva evangelización.
Pilar Río es teóloga y periodista chilena. Después de cursar estudios de periodismo y de trabajar en el diario "El Mercurio" de Santiago, obtuvo la Licenciatura en Teología en el Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre Matrimonio y Familia de la Universidad Lateranense (Roma) y el Doctorado en Teología dogmática en la Pontificia Universidad de la Santa Cruz (Roma). Ha enseñado Teología del Matrimonio y actualmente es Profesora de Eclesiología y Sacramentos en la Universidad de la Santa Cruz y miembro de la Pontificia Academia de Teología. Además de artículos sobre diversas temáticas relacionadas con la Iglesia, los laicos y la nueva evangelización ha publicado Teología nupcial del misterio redentor de Cristo (Roma, 2000) y, en colaboración con otros eclesiólogos romanos, Dono e compito. La Chiesa nel Simbolo della fede (Roma, 2012).