*****ENVIOS DESDE EL 10 MARZO 2011
La segunda parte (de un total de tres tomos) de la vida de Jesús de Nazaret por Benedicto XVI se centrará en la
madurez de Jesús, desde la entrada a Jerusalén hasta su Resurrección. Este libro recoge la parte más importante
de la vida de Jesús y, por tanto, la reflexión más esperada del Papa.
Las bienaventuranzas son un evangelio dentro del evangelio. Antes de ser leídas como un código ético, tendrían que ser escuchadas y meditadas como una revelación sobre Dios y sobre Jesús. Son, por eso mismo, un mensaje sobre el ser humano y sus anhelos de felicidad. En el corazón de toda persona, creyente o no creyente, están bullendo las bienaventuranzas. Basta hacer silencio para escuchar su clamor. Tras una introducción de tipo académico, este libro presenta una reflexión pastoral sobre cada una de las felicitaciones de Jesús a aquellos con los que ha querido identificarse.
José-Román Flecha Andrés es sacerdote de la diócesis de León y profesor de Teología Moral en la Universidad Pontificia de Salamanca. En la BAC ha publicado Teo logía moral fundamental, un volumen dedi cado a la teología moral de la persona, y El respeto a la creación.
Dios ha representado para los pensadores la categoría decisiva que explicaba y daba sentido a la realidad. Pero en nuestros días, el dinero ha derrocado a Dios de su trono y se ha erigido en la clave y referencia última de todo lo que existe. Esta constatación no sólo ha vaciado el concepto «Dios», sino que ha erosionado fuertemente los cimientos de las religiones. En este sentido, al ser el cristianismo durante siglos el modelo de verdadera religión, ¿no estaremos asistiendo al principio de su fin?
Este libro plantea de forma incisiva la necesidad que tiene el cristianismo de distanciarse de lo que comúnmente se entiende por religión para recuperar su identidad. Su irrelevancia social es un buen ejemplo del papel que juega hoy la religión en la exitosa y dominante estructura del capitalismo. Contra la propuesta salvadora de que todo debe plegarse al «dictado de la escasez del dinero», el cristianismo está urgido no sólo a luchar contra toda idolatría, sino a ofrecer al hombre actual su propuesta radical de salvación, contraponiéndola al «capitalismo como religión».
Este libro es un intento de responder al interrogante que había lanzado T.S. Eliot: ¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido con el conocimiento? Trata de un debate muy actual en el que muchos pretenden establecer una incompatibilidad entre la creencia en Dios –la Fe en lo sobrenatural– y la Ciencia. Para ello, se han seleccionado los grandes problemas que la Ciencia nos plantea en relación con la trascendencia, y se los ha considerado desde una perspectiva creyente. Como dice el autor, la Religión no es un instinto destructor como pretenden los «nuevos» ateos, ni una máquina para fabricar solidaridad social, impresa en el genoma humano como si se tratara de un gen específico, el gen de Dios. No es algo que hacemos los hombres. Su dimensión esencial es cosa de Dios. Al examinar las relaciones entre Ciencia y Religión, el autor se detiene en un examen detallado del problema del Mal en el mundo, que ha sido piedra de toque para la fe o la increencia de muchos científicos.
Un libro clave para comprender cómo los cristianos han visto y ven en el trabajo una ocasión de encuentro con Dios.
¿Qué significa exactamente santificar el trabajo?, ¿qué actitudes y disposiciones pone en juego la búsqueda de ese ideal? El trabajo es una de las realidades humanas básicas: todo hombre y toda mujer trabajan de una u otra forma, contribuyendo de ese modo a su realización como personas, al mantenimiento de la propia familia y al desarrollo de la sociedad. La fe cristiana, la conciencia de ser hijos de Dios que trae consigo el cristianismo, introduce en el trabajo una luz y una fuerza nuevas. Esa luz y esa fuerza transforman el trabajo desde dentro, de forma que, sin perder ninguna de las dimensiones que implica su condición humana, se convierte en ocasión de encuentro con Dios. Y, en consecuencia; el ideal cristiano es ideal de amor y solidaridad, de un servicio cada vez más sincero y auténtico a los hombres.
Esas son algunas de las perspectivas que desarrolla el presente ensayo, exponiendo y glosando las enseñanzas que San Josemaría Escrivá proclamó y difundió desde el 2 de octubre de 1928, momento en el que vio los rasgos determinantes del Opus Dei y la misión a la que Dios le convocaba, abriendo así un hito de singular importancia en la historia de la vida espiritual.
Benedicto XVI ha dicho que la Suma Teológica de Santo Tomás de Aquino es una "obra monumental", que "llega a formulaciones precisas, lúcidas y pertinentes de las verdades de fe, donde la verdad es don de la fe, resplandece y se hace accesible para nosotros, para nuestra reflexión". Siempre la Iglesia ha considerado que las doctrinas del Aquinate son la mejor expresión conceptual que se ha dado nunca del mensaje revelado.
En el Catecismo de la Suma Teológica, basada y completada por cien años, del dominico francés Tomás Pègues, traducida y completada por Eudaldo Forment, proporciona todo el contenido de los treinta y un tratados, que constituyen la Suma Teológica, en la forma de catecismo. Se ha conseguido con ello abreviarla, clarificarla y hacerla verdaderamente asequible a todos.
En esta primera traducción íntegra al español, se mejoran incluso las ediciones francesas y sus traducciones actuales a otras lenguas. Además, se ha completado la obra con el resultado de todos los estudios tomistas que se sucedieron desde su primera aparición, que no la rectifican, sino que la perfeccionan. Igualmente, sin modificar el texto original, se indican las actuales medidas y normas disciplinares de la Iglesia.
Por su brevedad, su clara y hasta amena exposición, el Catecismo de la Suma Teológica, sin tener que realizar el esfuerzo de leer el texto que sobrepasa en más de veinte veces su extensión. Con su estructura de catecismo clásico de pregunta-respuesta, se sintetizan de un modo preciso diáfano, y accesible a cualquier lector, complejas explicaciones, que son imprescindibles para conocer más perfectamente en extensión y en profundidad la rica doctrina católica.
Eudaldo Forment
Eudaldo Forment (Barcelona, 1946), catedrático de Metafísica de la Universidad de Barcelona y académico ordinario de la "Pontificia Accademia Romana di S. Tommaso d'Aquino", ha impartido varios cursos sobre Santo Tomás de Aquino como profesor visitante en otras universidades (Madrid, Roma, Zúrich, Buenos Aires, Santiago de Chile, y México, DF), y es autor de veintisiete libros de Filosofía, la mayoría dedicados al Aquinate, de traducciones de sus obras y de numerosas colaboraciones en obras colectivas sobre el tomismo.
Entre sus últimos libros, se destacan: La filosofía de Santo Tomás de Aquino, (Valencia, EDICEP, 2003); Santo Tomás de Aquino. El orden del ser. Antología filosófica (Madrid, Ed. Tecnos -Grupo Anaya-, 2003); Santo Tomáss de Aquino. El oficio de Sabio (Barcelona, Ed. Ariel -Grupo Planeta-, 2007); Tomás de Aquino esencial. Introducción y antología (Col. Montesinos-esencial, Barcelona, Ed. Intervención Cultural, 2008); Santo Tomás de Aquino. Su vida, su obra y su época (Col. BAC maior, nº 93, Madrid, BAC, 2010); y Obras de Santo Tomás de Aquino (Col. Biblioteca de Grandes Pensadores, nº 7, Madrid, Gredos, 2011).
Autor del Prólogo del libro de Manuel García Morente, Idea de la Hispanidad, (Madrid, HOMO LEGENS, 2008, pp. 7-77), su último trabajo ha sido traducir, completar y actualizar el Catéchisme de la Somme théologique (1918), obra preparada por el tomista francés Thomas Pègues, OP, (1866-1936), profesor del Instituto Católico de Toulouse y colaborador de la "Revue thomiste", autor de una edición francesa de la Suma Teológica, y de un monumental comentario de esta gran obra de Santo Tomás, en veintiún volúmenes.
Sin Dios el hombre no tiene futuro, porque sólo Dios es la garantía segura de su dignidad. Somos hechura de sus manos y por nosotros, para librarnos de la perdición definitiva, envió a su Hijo al mundo, para destruir con la entrega de su vida las fuerzas del Mal. Estas mismas fuerzas pueden llevar al ser humano a su destrucción si se empeña en rechazar a Dios. Ciertamente, no lo lograrán del todo, pues Cristo con su muerte y resurrección venció el pecado y la muerte. De esta victoria estamos seguros, es el certificado de la esperanza que opera en los creyentes, pero la esperanza se apoya en Dios solo, y por eso sin Dios no hay futuro.
José María de Miguel González. Trinitario, es oriundo de Laredo (Cantabria). Doctor en Teología por la Universidad Gregoriana de Roma. Director de las publicaciones cuatrimestrales de teología “Estudios Trinitarios”, editada por el Secretariado Trinitario de Salamanca, y “Salmanticensis”, de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia de Salamanca; de esta Facultad es profesor Titular de Liturgia y Sacramentos. Entre sus publicaciones destacan: Revelación y fe; Misterio de Dios. Problemática, vida y celebración; La alabanza divina. Orar con los salmos. Las tres obras han sido editadas por nosotros. Ha colaborado en obras colectivas y diccionarios teológicos como el Diccionario teológico El Dios cristiano, Diccionario de Teología Fundamental, Diccionario de San Pablo, Diccionario del mundo joánico. Ha publicado numerosos artículos en distintas revistas teológicas.