
El texto de reflexión teológica que presentamos se propone mostrar algunos aspectos del discurso cristiano sobre Dios que, en el contexto actual, requieren una clarificación teológica especí­fica. La ocasión para esta clarifica­ción es la teoría, que se argumenta de diversas maneras, según la cual se da una relación necesaria entre el monoteísmo y las guerras de religión. La discusión en torno a esta conexión ha puesto de manifiesto no pocos motivos de malenten­dido de la doctrina religiosa, que oscurecen el auténtico pensa­miento cristiano sobre el único Dios.
Puede que muchos hayan oído hablar de algunos de los maes­tros católicos de la vida espiritual, y hasta hayan leído algo de ellos, pero les han parecido difíciles de entender y sin una clara aplicación a sus vidas. El autor de este libro ha tomado las mejores fuentes de nuestra tradición espiritual —aquellos doctores de la Iglesia que se centran en un aspecto concreto de nuestro camino espiritual, como Agustín, Juan de la Cruz, Teresa de Jesús y Teresa de Lisieux— y ha or­ganizado sus pensamientos de una forma clara y fácil de entender, sin por ello disminuir su profundidad espiri­tual. Los expertos en la teología y es­piritualidad de estos maestros valoran este libro como «un gran avance» que hará posible para muchos recobrar nuestras más hondas tradiciones de es­piritualidad.
El mundo globalizado está sufriendo una grave crisis económico-financiera que ha situado al borde de la bancarrota a diversos países occidentales, entre ellos España. Muchos analistas afirman que ésta no es una más de las crisis cíclicas, coyunturales, que son habituales en el capitalismo, sino que se trata de una crisis estructural, que ha puesto en duda todo el sis­tema económico y los fundamentos antropo­lógicos sobre los que se ha construido. En este libro, se estudia la notable contribu­ción que, durante los siglos xii-xv, los fran­ciscanos realizaron para comprender, aceptar y orientar la economía. Para algunos autores, esa aportación fue decisiva en el surgimiento de la moderna economía de mercado. No deja de resultar paradójico, nos recuerda el profe­sor Carbajo, que precisamente los frailes, que habían abrazado la pobreza más radical, hicie­ran ese aporte fundamental a la humanización de la nueva economía. Los frailes llegaron in­cluso a fundar instituciones financieras: los Montes de Piedad. Esas respuestas de ayer pueden orientar la búsqueda de soluciones a la crisis de hoy.
«Reconocer la belleza y bondad del matrimonio significa ser cons­cientes de que solo un ámbito de fidelidad e indisolubilidad, así como de apertura al don divino de la vida, es el adecuado a la grandeza y dignidad del amor matrimo­nial» (Benedicto XVI, citado en La verdad del amor humano, 28).
En abril de 2012 la Conferencia Epis­copal Española publicó el documento La verdad del amor humano. Orienta­ciones sobre el amor conyugal, la ideología de género y la legislación familiar. Este libro se propone profundizar en los temas allí expuestos. Para ello se ha querido contar con un grupo de exper­tos en diferentes materias y acreditados por su recorrido intelectual y profesio­nal. De este modo se ofrece al lector una visión más cabal de esa «grandeza del amor» a la que se refería el papa Be­nedicto XVI en su momento y que el documento de la Conferencia Episcopal Española expone con tanta agudeza y profundidad.
Colaboradores: Justo Aznar Lucea, Benigno Blanco Rodríguez, Francisco José Contreras Peláez, Nieves González Rico, José Granados García, Luis Granados García, José Miguel Granados Temes, María Lacalle Noriega, Juan de Dios Larrú Ramos, Alfonso López Quintás, José Noriega Bastos, Eduardo Ortiz Llueca, Juan-José Pérez Soba, Aquilino Polaino-Lorente, Juan Antonio Reig Pla, Gabriel Richi Alberti, Ángel Rodríguez Luño, Begoña Ruiz Pereda, Ignacio Sánchez Cámara, Jesús Trillo-Figueroa y Martínez Conde.
La vida y milagros de estos dos santos gemelos del siglo III, Cosme y Damián, ha dado lugar a numerosas colecciones de relatos. En la presente monografía se traducen seis series con un total de cuarenta y ocho milagros, según la edición griega de L. Deubner. Su taumaturgia es fundamentalmente médica y el lugar donde se desarrollaba esta actividad es el templo de Constantinopla, conocido como el Kosmidion. En este santuario se practicaba la curación a través del sueño. En sus apariciones durante el sueño estos dos santos dan consejos a los enfermos, les prescriben medicamentos o baños e incluso realizan con ellos intervenciones quirúrgicas. Desde este santuario constantinopolitano se extiende su culto a todo el Oriente y gran parte de Occidente, conviniéndose Cosme y Damián en los santos patronos de los médicos, farmacéuticos y barberos. A pesar de la popularidad de estos santos en España, como se percibe en su conocida veneración y su rica iconografía, no existía hasta ahora ninguna traducción al español de estos textos, de interés no solo para la historia del cristianismo, sino también de la pervivencia de algunas prácticas de los cultos griegos paganos.
Creer en el amor. Posiblemente sea lo que todo hombre desea como luz para su vida. Por eso mismo, es un camino de conocimiento en el que se muestra el amado como aquel que nos promete una vida en plenitud. Esta realidad profundamente humana es la que Dios ha elegido para revelarnos su misterio, de forma que la fe cristiana tiene como objeto el Amor del Padre manifestado en Cristo. Este libro no quiere sino desvelar la riqueza humana y divina de esta dinámica amorosa, con un acento especial en su dimensión epistemológica que pide un estilo teo­lógico con unas características determi­nadas. De este modo, quiere ser una contribución al año de la fe y un des­arrollo de la enorme fecundidad de la doctrina de la Constitución Dei Verbum del Concilio Vaticano II. La compren­sión de la especificidad de la fe en el amor con su fundamento afectivo es un aspecto imprescindible para una teolo­gía adecuada a nuestro tiempo.
«Joseph Ratzinger ha señalado en el presente volumen de las Obras completas un camino para salir de la crisis en la que había caído el sacerdocio católico a causa de enfoques y explicaciones desde un punto de vista teológico y sociológico insuficientes, una crisis que había conducido a muchos sacerdotes que habían iniciado su camino con amor y celo a una inseguridad y desconcierto personales en cuanto a su papel en la Iglesia» († Gerhard Ludwig, obispo de Ratisbona).
¿Quién es el Dios de los cristianos? ¿Cuáles son sus características? ¿Cuál es su singularidad? A este tema amplio y un poco intimidante, el filósofo Rémi Brague responde en siete capítulos concisos, documentados, estimulantes. Que Dios se encuentra mucho más allá de las representaciones que se han hecho de él es algo evidente, pero no justifica las aproximaciones y las confusiones que se realizan hoy cuando se abordan cuestiones religiosas. Todo el mundo no se hace la misma idea de Dios, y la que tienen de él los cristianos resulta, en el fondo, más bien sorprendente. ¿Quién es entonces ese dios que nosotros podemos conocer? Es uno, pero no de cualquier manera; es padre, pero no es hombre; ha hablado, pero no para pedirnos lo que sea; perdona, pero sin ignorar la decisión de nuestra libertad. Tras la lectura de este libro, el lector podrá aceptar o rechazar al dios de los cristianos; en ambos casos, lo hará con conocimiento de causa.
Cecilio Cipriano Tascio (comienzos del s. III – 14 de septiembre del 258) se convirtió al cristianismo en edad madura y pronto llegó a ser Obispo de Cartago. Durante un decenio guió con firmeza y autoridad la Igle­sia africana en un periodo de grave crisis, mar­cado por las persecuciones, la peste y los cismas, dando muestras de una gran personalidad cris­tiana y unas dotes admirables de pastor cercano y atento a las necesidades de los fieles. Toda su producción literaria deriva directamente de su celo y actividad pastoral, respondiendo a los problemas y situaciones que afectaban a la co­munidad cristiana africana. Su misión fue co­ronada con la palma del martirio, algo que contribuyó a confirmar y extender su fama más allá de los confines africanos y de su tiempo, hasta constituir una figura ideal de obispo y mártir, considerado por muchos como el mayor teólogo de la «Iglesia» antes del siglo IV, y que representa uno de los testimonios más claros e importantes de la doctrina sobre la communio eclesial y sus implicaciones.
Elaborado por expreso deseo de Juan Pablo II, este libro trata de exponer de manera sintética, pero exhaustiva, la enseñanza social de la Iglesia. Su lectura se propone, ante todo, para sostener y animar la acción de los cristianos en el campo social, especialmente de los fieles laicos, a los que les es propio este ámbito.