La experiencia de amistad, profundamente arraigada en el ser humano, quedó circunscrita en la antigüedad a la relación entre varones; apenas se mencionan --y siempre con sospecha--amistades entre mujeres. Las relaciones de amistad intersexual directamente no eran posibles, pues la amistad exige una cierta igualdad. En este ambiente cultural llega Jesús y abre una nueva vía: «Vosotros sois mis amigos». Ambos: hombre y mujer. El presente libro relata magistralmente, a través de biografías conjuntas de hombres y mujeres de diversas épocas, el papel decisivo en la historia del cristianismo de las relaciones de amistad vividas entre personas de distinto sexo a partir de su común unión en el Señor. ¿Hubiera podido san Jerónimo llevar a cabo su obra de traducción y exégesis de la Biblia sin las insistencias y el empeño de santa Paula y su hija? ¿Hubiera sido igual la evangelización de Germania sin los monasterios en los que santa Lioba y sus compañeras educaron a las mujeres? ¿Hubiera podido santa Margarita María realizar la misión de propagar el amor del Corazón de Jesús, tan necesario en un tiempo de formalismo cristiano, sin la ayuda providencial de san Claudio La Colombière?
Manuel García Morente, uno de los filósofos españoles más importantes del siglo XX, relata magistralmente, en una carta enviada a su amigo el P. José María García Lahiguera, «el hecho extraordinario» de su conversión, ocurrida durante su exilio en París en 1937. Un encuentro con la fe perdida que le llevará a ordenarse sacerdote tres años después.
Dentro de los numerosos estudios sobre la relación entre el cristianismo primitivo y la Antigüedad pagana desarrollados en la primera mitad del siglo XX por el historiador, arqueólogo, filólogo y sacerdote católico F. J. Dölger, destaca este escrito breve. En él se aborda un interesantísimo tema: la relación existente entre las bendiciones y ritos vespertinos dedicados a la luz que realizaban los paganos, y las bendiciones y ceremonias cristianas, tanto domésticas como comunitarias.
Mientras que los paganos aclamaban a la luz como «amada luz» y «luz buena», los cristianos, por su parte, llamaban a Cristo «Luz sin ocaso» y «Luz gozosa». Los ritos paganos del encendido de las lámparas dieron paso tanto a lucernarios cotidianos (las vísperas) como a vigilias solemnes de Pascua, en las que ya en la Antigüedad se alternaba la aclamación Lumen Christi con su respuesta Deo gratias.
«Viviendo la experiencia de la comunidad cristiana el hombre de hoy puede verificar que esta realidad no es solamente humana, sino que esta vida corresponde a las exigencias más radicales del corazón, que permite encarar las circunstancias y los problemas cotidianos con una mirada y una postura cien veces más realista y verdadera, que permite experimentar, desde ya, en esta tierra, el `ciento por uno`». (De la presentación del Cardenal Bergoglio)
«Hablar de Por qué la Iglesia significa asumir con coraje el desafío de responder a la pregunta sobre el vínculo entre Jesús de Nazaret, cuya figura no deja de fascinar a los hombres y mujeres de todos los tiempos, y esa `etnia sui generis` -por decirlo con palabras de Pablo VI- que es la Iglesia.
La respuesta que propone el libro que el lector tiene entre las manos es, al mismo tiempo, sintética, articulada y profunda». (Del prólogo de Monseñor Blázquez)
«Siempre hay en la Iglesia (...) personas que fueron y son signo imprevisiblemente sobreabundante de la presencia de Dios, como la Madre Teresa, Juan Pablo II y el mismo Padre Giussani». (De la presentación del Cardenal Bergoglio)
«En estas páginas de Don Giussani, Cristo no es nunca contenido de un pensamiento `espiritual` abstracto, sino una presencia real que se impone y mueve al yo en los más hondo»
«¿Qué hay más deseable que esta familiaridad con Cristo, que responde a la profundidad del deseo infinito de cada hombre y nos pone en las mejores condiciones para entrar en la realidad?»
(Del prólogo de Julián Carrón)
La tercera entrega de la serie YouCat nos ofrece un compendio de oraciones sacadas de la Sagrada Escritura y de grandes orantes de ayer y de hoy.El libro se divide en dos partes: la primera propone una guía para orar por la mañana y a última hora del día durante dos semanas. Los días de la primera semana están agrupados por temas relativos a nuestra vida con Dios y los de la segunda semana conciernen a la vida de Dios con nosotros.La segunda parte comprende oraciones agrupadas por temas para hacer uso de ellas según nuestras necesidades.Con el inconfundible estilo del YouCat, el libro está lleno de citas, pasajes de la Biblia y atractivas ilustraciones e imágenes que lo hacen muy dinámico e interesante para los más jóvenes.
La idea de la Universidad es, como el propio concepto que da forma al título, una extensa y muy completa obra en la que Newman aborda tanto la enseñanza universitaria como todos los temas que en ella se tratan, prestando especial atención a las letras: la literatura inglesa, su relación con la ciencia, la religión, los clásicos? En este libro se traduce la segunda parte de esta gran aportación newmaniana a la cultura y el catolicismo, la referente a la temática universitaria, a través de sugerentes reflexiones, lecciones y ensayos.
Los trabajos reunidos en el presente libro están al servicio de una pregunta: la pregunta por la esencia del hombre. Este interrogante se plantea hoy con una radicalidad desconocida desde hacía mucho tiempo. Nuestro presente ve en el hombre algo enigmático. No hace todavía mucho tiempo que eran dos las respuestas definitivas con las que se contestaba a la pregunta por la esencia del hombre: la respuesta humanística de las ciencias del espíritu y la respuesta técnica de las ciencias de la naturaleza. Ambas respuestas se oponían en muchos aspectos y de modo tajante, pero ambas tenían algo de común: el que las dos creían saber lo que el hombre era. Hoy se ha desquebrajado esta ciencia ---conocer al hombre---, y con ella también la seguridad consiguiente y la angostura en el modo de tratar las cosas humanas. El hombre se ha percatado de que es otra cosa de lo que él pensaba, que es para sí una incógnita y un problema. De aquí proviene aquella radicalidad de que antes hablábamos; la pregunta por el hombre es, de nuevo, una pregunta real».<<