"En esta biografía, es el propio cardenal en persona quien habla de sí y presenta, con humildad y sencillez, su visión del mundo, de la fe, de la vida". "Hoy hay muchos que consideran a Tagle uno de los cardenales más cercanos al estilo y al magisterio del actual papa Francisco, como se desprende de los numerosos cargos que el apa le ha asignado. Y esto no sorprende: tanto en su modo de hacer como en sus palabras, se nota en él la misma sencillez y afabilidad en las relaciones con quienes le rodean que hemos aprendido a apreciar en el papa Francisco".
El autor de estas páginas se pregunta si acaso es posible reconocer hoy en las Sagradas Escrituras el sentido de la propia historia de cada uno. Al hilo de los personajes del Antiguo Testamento que aquí aparecen, encontramos en este libro alguna respuesta. Estos personajes son ?elegidos? por el Señor: Adán, Caín y Abel, Abraham y Sara, Jacob y Esaú? La libre iniciativa de Dios se muestra de diferentes maneras en cada elección. A veces se manifiesta en un momento puntual, inmediato; otras, la revelación es progresiva y utiliza las mediaciones humanas. Así sucede en la vida de cada persona consagrada. El texto nos recuerda que, desde siempre, la llamada de Dios invita a aventurarse y a superar toda incertidumbre. Dios promete la victoria; la suya, a su manera. Así se forma un profeta.
La Regla de san Benito, a mediados del Siglo VI, supone cierto culmen en el esfuerzo de la vida consagrada de los primeros siglos por traducir el Evangelio en una vida definida y estable. Con Benito de Nursia se cierra la época del antiguo monacato y se abren nuevos y ricos desarrollos en la historia de la vida consagrada. Este libro cuenta de qué manera el monacato benedictino se va expandiendo durante siglos y cómo de esa matriz surgen las órdenes mendicantes, después la vida religiosa apostólica... y así, prácticamente hasta hoy. No aparecen todas las formas de vida consagrada que han nacido en el seno de la Iglesia, sería imposible en un libro como este, pero sí los rasgos de algunas de las principales, sus inspiraciones, sus influencias y la fisonomía espiritual de sus fundadores.
La vida consagrada se siente llamada y urgida a anunciar hoy la salvación que se nos ha ofrecido en Jesucristo. Lo hace sabiéndose colaboradora del Espíritu en esta misión que es una verdadera ?misión compartida? con los demás miembros del pueblo de Dios. En la comunidad cristiana hay una unidad de misión, pero diferentes carismas y ministerios. La vida consagrada ofrece a la Iglesia y a la humanidad su manera peculiar de ser y de vivir, queriendo ?despertar al mundo? desde el carácter profético que es su nota más característica. Desde lo que son y lo que hacen, las personas consagradas quieren hacer visible y creíble ese Reino de Dios que se ha manifestado en la vida de Jesús. Sí, verdaderamente, las personas consagradas son, junto con tantos otros, Testigos del Evangelio.
La espiritualidad de las personas consagradas puede ser pensada y concebida como una progresiva configuración con Cristo. Así ha de serlo como proyecto para toda la vida. La obra moldeadora y transformadora que opera el Espíritu Santo en cada uno actúa de acuerdo con el propio carisma particular de la persona consagrada, respetando siempre su voluntad. Dios es así. Acoger el don del Espíritu lleva a querer vivir y configurarse con Cristo. El presente libro quiere subrayar de modo particular que la vida espiritual es responsabilidad propia de cada persona en cuanto ser único y, por tanto, portador de una misión original e insustituible para el cumplimiento de la historia de la salvación.
No es una frase de efecto publicitario. La vida consagrada, unida a toda la Iglesia se ve especialmente invitada en esta hora a compartir la "dulce alegría de evangelizar". En efecto, el mundo que busca una palabra "de salvación" demanda respuestas convincentes.
Este volumen quiere ser una aportación significativa sobre este particular en el Año de la Vida Consagrada. El resultado es este valioso estudio multidisciplinar que, de la mano de expertos y teólogos de prestigio, será útil para ayudarnos a profundizar en el argumento.
Participan en el volúmen: Amedeo Cencini, Fabio Ciardi, Mons. José Rodríguez Carballo, Antonio Spadaro, Elia Tripaldi, Ricardo Volo, Carlos Tiziana Longhitano, Mary Melone, Carlos García Andrade y Nicla Spezzati.
González Silva, Santiago
Misionero Claretiano. Doctor en Teología. Ha sido durante muchos años director del Instituto Teológico de Vida Consagrada (Claretianum) en Roma. Profesor desde el año 1972 en dicho Instituto, así como en varias instituciones académicas romanas, fue nombrado Consultor del dicasterio romano de la CIVCSVA.
El Via Crucis es un acto de piedad significativo e importante de las comunidades de vida consagrada. Durante la Cuaresma, y la Semana Santa especialmente, recorremos junto a Jesús la tradicional via dolorosa, camino salvífico hacia el calvario.
La vida cosagrada sabe que en el cento de este camino está la Cruz, el signo má importante de nuestra memoria. En ella está la sabiduraí de Dios que ha querido enseñarnos que el camino de la gloria está, precisamente, en el abajamiento y la humildad: un camino que la vida consagrada está llamada a recorrer más y más.
Si algo busca siempre un pastor es encender la llama de la Esperanza en su pueblo. Ella es, en definitiva, la que lo sostiene todo en el corazón creyente. Pero no nos engañemos: la fe no nos ahorra las dificultades ni los contratiempos de la vida. No siempre es fácil caminar. A veces el combate de la vida se vuelve arduo y cansado, hasta el punto de vernos tentados de desesperanza.Estos escritos guardan un tono positivo, de resurrección. Nos halan de la Pascua, de "hacer memoria", de caminar siempre de nuevo, de salir, de evangelización... de Esperanza.Francisco nos invita a dejarnos seducir por la certeza de la promesa: "yo estaré con vosotros hasta el fin de los tiempos". No tengamos miedo. "¿Miedo a qué? - dice Francisco - . No tengas miedo a la Esperanza... porque la Esperanza nunca defrauda".
Con esta carta circular, dividida en tres partes, la CIVCSVA quiere que todas las personas consagradas se preparen para vivir con profundidad y agradecimiento el año 2015, año especialmente dedicado en la Iglesia a la vida consagrada. Se trata de la primera de las cuatro cartas que el dicasterio vaticano quiere proponer a la vida consagrada.
El librito, editado en un cómodo formato y con un papel de calidad, tiene un cuesionario especial al final del mismo con la intención de que las personas consagradas puedan trabajarlo a nivel personal y comunitario.