«Este volumen constituye una especie de apéndice a mis Obras completas. Ninguno de estos trabajos está contenido en ellas.
Los escritos de este volumen han sido seleccionados siguiendo el criterio de que aporten puntos de vista adicionales a trabajos anteriores. En su mayoría son redacción de conferencias no escritas previamente, y que han sido reelaboradas para su impresión. La última parte está formada por un pequeño grupo de textos que en realidad no pertenecen tanto al ámbito de mi trabajo como al de mis inclinaciones personales. Por eso las he titulado "Glosas"» (Nota editorial de H. G. Gadamer a esta obra).
«Caminos del reconocimiento» es, a la vez, una lección de historia de la filosofía y un ensayo especulativo que intenta liberar al hombre de hoy de la influencia mercantilista y de las relaciones de dominio.
Desde la semántica, el reconocimiento aparece pleno de polisemia –presente en las definiciones lexicográficas–, pero muy lejos de la homonimia. Reconocer es, ante todo, identificar un objeto, un lugar, una persona. Descartes, Kant o Proust sirven de guías en esta aventura. Luego, en el reconocimiento de sí, Ricoeur retoma temas desarrollados en «Sí mismo como otro», como la capacidad del hombre de reconocerse responsable de sus actos. Identidad, memoria y promesa son abordados aquí desde la perspectiva del reconocimiento. Finalmente, desde las relaciones con el otro, y más allá de la mutualidad y la disimetría originarias entre «el yo y el otro», el autor nos invita a preservar la justa distancia, garante de la alteridad.
En esta su última obra, Ricoeur intenta elevar el reconocimiento al estatuto del filosofema desde una perspectiva fenomenológica. La exploración así emprendida concluye que la conciencia tiene como horizonte al otro y es necesariamente reciprocidad.
El Nuevo Testamento fue escrito hace casi dos mil años desde una mentalidad y en un contexto muy distintos de los de hoy en día. A pesar de que la vida cultural y religiosa de Occidente está impregnada de ideas y concepciones que derivan de él, su texto aparece lleno de incógnitas y de «trampas» para el lector actual. La presente obra está concebida como Guía, sencilla en lo posible, que expone las claves de lectura e interpretación de cada uno de los 27 libros que componen el Nuevo Testamento. Su primer objetivo es comprender lo que quiso transmitir cada uno de estos escritos cuando se compuso y cómo debieron entenderlos los primeros lectores a los que fueron dirigidos.
A lo largo de este itinerario, se intenta dar respuesta a las preguntas más comunes suscitadas por la lectura del Nuevo Testamento: ¿cómo se formó?; ¿cómo ha llegado hasta nosotros?; ¿se ha transmitido correctamente?; ¿son fieles las iglesias a la hora de reproducir el texto y de traducirlo? Y a algunos otros interrogantes de importancia como son: ¿podemos reconstruir fielmente la figura del Jesús histórico base del Nuevo Testamento?; ¿por qué tenemos cuatro evangelios?; ¿es Pablo el fundador del cristianismo?; ¿cómo fue progresando la Iglesia a medida que pasaban los años tras la muerte de Jesús?
Esta Guía no está compuesta desde un punto de vista confesional. Su acercamiento a los textos es histórico y literario. Es respetuosa con las creencias, pero no se siente ligada a ellas, sino al intento de explicar por qué surgió el Nuevo Testamento y cómo puede comprenderse.