A raíz de las manipulaciones y abusos a los que la memoria se ve sometida, bien sea por parte de las ideologías que imponen el olvido, o de las conmemoraciones forzadas que imponen el recuerdo, Ricoeur postula una política de la justa memoria. "La memoria, la historia y el olvido" retoma la problemática de la narración histórica planteada por el autor en sus anteriores obras, pero centrándose esta vez en la representación del pasado y ocupándose así de dos aspectos que habían sido omitidos: la memoria y el olvido.La fenomenología de la memoria, la epistemología de la historia y la hermenéutica de la condición histórica son los tres métodos escogidos para abordar esta obra. Pese a que consta de tres partes muy definidas, la pregunta por lo que sucede con la representación presente de una cosa ausente ("eikon") recorre todo el libro. Por último, el autor da una vuelta de tuerca más a la cuestión de la representación del pasado preocupándose por el perdón, un tema que de alguna manera condiciona la constitución de la memoria y la historia y marca el olvido.
«La finalidad de este libro es sencillamente la de abrirnos los ojos a lo que debiera ser obvio, pero que es increíble: ‘todos los seres se aman’. ‘La vida es amor’. […] La sencillez lúcida y ‘franciscana’ de Ernesto Cardenal nos muestra el mundo no como lo vemos con nuestro miedo y nuestra desconfianza, sino como realmente es. Porque el amor no es un sueño: el amor es la ley básica de las criaturas que fueron creadas libres para darse, libres para participar de la infinita abundancia de vida con que nos colma Dios. El amor es el corazón y el verdadero centro del dinamismo creador que llamamos vida. El amor es la vida misma en su estado de madurez y de perfección». (Del prólogo de Thomas Merton)
Aunque los fundadores de la Revolución científica fueron un grupo de pensadores sinceramente creyentes, en el siglo XVIII se inició un proceso de alejamiento entre religión y ciencia, interpretado por algunos como un enfrentamiento inevitable en el que aquélla sería superada por el inmenso poder de ésta. Fruto de una exaltación del reduccionismo científico es la honda fractura que sufre la cultura contemporánea entre quienes pretenden rebajar el papel de la razón y quienes aspiran a revivir con exactitud la pureza de los primeros ideales ilustrados. Sin embargo, en contra de un estereotipo muy extendido, muchos científicos siguieron sintiendo la seducción del enigma de Dios, reflexionando sobre él hasta el punto de elaborar sistemas muy personales de creencias, movidos por el asombro que en ellos producían las leyes de la naturaleza.
Este libro analiza las posturas que mantuvieron ante la idea de Dios y la trascendencia un número de grandes científicos como Faraday, Maxwell, Darwin, Einstein, Planck, Monod, Feynman o Hawking, entre otros. Partiendo de sus testimonios, es posible revisar el problema de las relaciones entre ciencia y religión para conciliar dos necesidades acuciantes: mantener a la razón como un elemento imprescindible para conocer el mundo y resolver sus graves problemas, por un lado, y no olvidarse nunca del sujeto en aras de la objetividad, por el otro.
Este último volumen de la Historia del cristianismo aborda el estudio del cristianismo en el mundo contemporáneo, es decir, desde la Revolución francesa, que marca el final de la estructura política del Antiguo Régimen, hasta los inicios del tercer milenio, un periodo marcado por el cambio, la secularización y la mundialización y, por tanto, de grandes retos para el mundo cristiano. La Ilustración, al cambiar la dirección del alma colectiva del hombre europeo, desencadenó, en nombre de la razón, un proceso de transformación económica, social y política cuyas consecuencias llegan hasta hoy; negó las creencias que fundaban la sociedad tradicional y las sustituyó por un nuevo proyecto de hombre y de sociedad opuesto al mundo cristiano; y, finalmente, rompió las fronteras de la Europa cristiana y sus colonias y amplió su horizonte de acción a todo el mundo en diálogo y confrontación con otras civilizaciones milenarias. ¿Cómo ha afrontado el cristianismo estos retos internos y externos y qué respuestas ha ido dando a lo largo del proceso? Ésta es la pregunta que guía estos trabajos.
Tres son los ejes que articulan el volumen: mundo contemporáneo, Modernidad y cristianismo. Mundo contemporáneo como referencia al periodo temporal que va desde la Revolución francesa hasta el inicio del siglo XXI, Modernidad en el doble sentido de conciencia histórica y de categoría sociológica, y cristianismo, analizado desde diferentes perspectivas: como cosmovisión y Ethos, inculturado en formas de vida, organizado en iglesias, grupos y movimientos sociales, y plasmado en múltiples manifestaciones artísticas, desde la arquitectura hasta el cine.
Desde su descubrimiento y primera publicación a comienzos de los años cincuenta del siglo pasado, los rollos del Mar Muerto han constituido un preciado objeto de estudio e indagación que, en más de una ocasión, ha trascendido del ámbito académico para convertirse en foco de atención de un público amplio. La investigación en torno a los rollos ha supuesto importantes revelaciones sobre las variedades del judaísmo en tiempos de Jesús así como sobre el surgimiento del cristianismo, promoviendo también un acalorado debate sobre estos temas.
La necesidad de una nueva introducción a los rollos —que tuviera en cuenta todos estos textos como biblioteca y que incorporara las discusiones científicas y los avances tecnológicos más recientes— se ha ido haciendo paulatinamente patente. El significado de los rollos del Mar Muerto responde a este propósito. Analiza 350 textos qumránicos y describe las sociedades y culturas en que fueron compuestos, incorporando fotografías de los textos originales y de los lugares en que fueron hallados, además de numerosas tablas en que se recogen pasajes ilustrativos de los rollos, cronologías y otros datos de interés.